miércoles, 14 de marzo de 2012

testamentos



la estirpe de los antiguos desaparece; no lo lamento; es el proceso natural; lo que lamento es que aquella estirpe no la veamos hoy; la del coraje, la de la resistencia; habrá quien diga: fueron los tiempos; pero muchos otros se dejaron llevar por los tiempos, sin más; con oportunismo, con vencimiento moral, con entrega inerte; ella pertenecía a los vencidos de la situación, pero también a los irreductibles; a los que no son apátridas por capricho, sino porque alguien les robó su suelo, su vida, su derecho a ser como las encinas o los olivos, del lugar; pero a cambio proyectaron su capacidad de adaptación; ¿conviene mencionar la palabra sacrificio?; no son tiempos estos en que se entienda uno de los vocablos que más miedo producen; suena fuera de lugar en este ciclo actual de la historia en que sujeto y objeto se funden en una extraña materia distorsionada, tal vez antiética; pero lo de ellos fue sacrificio, en el sentido más literal, en el de ofrenda a lo sagrado; se dirá ¿qué era, qué es, lo sagrado?; ahí, la percepción puede variar; pero ya no es como antes, ya no es la religión, el mensaje divino, la impronta de la esclavitud a la que obligaban las castas sacerdotales; hoy lo sagrado entiende más de la vida, simplemente; la vida en un sentido múltiple, nada posesivo por unos a cuenta de otros; pero sacrificio implica siempre que alguien, otra opción, otra posesión, otro sector de la especie ejecute inmolación sobre el que no es como él; lo sagrado fue para ellos la libertad, el esfuerzo por deshumillar, la puesta a disposición de la materia transformada en manos de quienes no podían disponer de una parte de ella mínimamente; fueron perdedores en un sentido; respetuosos y fieles de su integridad moral, en otro; quiero pensar que la estirpe de esta gente no se acaba nunca; que cada ciclo genera nuevos individuos que hacen de la ira una virtud; me rebela escuchar decir al president actual de la comunidad donde nació la desaparecida que es una representante de la continuidad de la Catalunya de antes de la guerra de 1936-1936, uno de los hilos que nos une a nuestra tradición; ¿esa vaciedad de fraseología es lo único que le inspira la experiencia vital de Teresa?; tiempos líquidos y falsos; mejor, callen 



(Teresa Pàmies, en un mitin político en la Monumental de Barcelona en 1937. Foto sacada de El País)

6 comentarios:

  1. nunca tan oportuno lo que dijo un autoproclamado rey "porqué no te callas"
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Francamente, Omar, no sé si el personaje que citas veladamente ha dicho alguna vez algo oportuno.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Mira Fackel; yo cuando ignoro pregunto, antes der meter la pata. Tu escrito lo he digerido, lo he comprendido pero...de que Teresa hablas? ahi me he quedado sin saber que opinar ,pues cuando la mencionas me ha perdido.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón, Gene. Soy muy obscuro. Creí que con poner la fotografía del libro de Teresa Pàmies bastaba. "Testamento en Praga" es también testimonio. De la vida de su padre Tomás y de ella misma. Teresa Pàmies murió hace unos días. Te paso enlace informativo.

    http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/14/catalunya/1331683463_817754.html

    Y perdonad que no haya sido más explícito en el texto. Jo sóc així.

    ResponderEliminar
  5. De haber conocido mejor a Teresa no habría hecho falta un texto más explicito.Cierto que sabia de su existencia,pero no tanto como acabo de informarme en google.
    Eso es lo bueno de los blogs, siempre acabas sabiendo un poco más de todo.
    Perdona mi ignorancia al respecto.

    Gracias por tu ampliación,ahora compraré algún libro de ella, para ilustrarme mejor, pues me parece muy interesante.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Genetticca. Te advierto que solo he leído de la Pàmies el libro de la foto. Pero es que esa gente de un tiempo, un lugar y unas circunstancias como aquellas, en que se la jugaron al cien por cien, y sobrevivieron hasta edad avanzadísima, y encima te cuentan tanto, me conmueven.

    Coincido contigo en que los blogs permiten encontrar, por casualidad muchas veces, temas y desarrollos interesantes. Hoy mismo me he enterado de la existencia de dos enfermeras suizas (se cita a una sobre todo, pero tuvo una ayudante más en la sombra) que en el exilio de Argèles atendieron a mujeres embarazadas, salvaron niños y mujeres, y también a judías. Fue en la localidad de Elna en Francia. Una historiadora, Assumpta Montellà ha escrito un libro titulado "La maternidad de Elna".

    El blog de la historiadora es:

    http://sentimentsaflordepell.blogspot.com/

    ResponderEliminar