...en cada pliegue, un despliegue; en cada arruga, una laxitud; en cada retorcimiento, una formación nueva; en cada señal, una dirección naciente; en cada ángulo, una visión abierta; en cada arista, una suavidad; en cada rigidez, una distensión; en cada yema, una tactilidad sensible; en cada marcha, un retorno; en cada encogimiento, una apertura; en cada agitación, una firmeza; en cada delgadez, una fortaleza; en cada giro, un enderezamiento; en cada hueco, una ocupación; en cada alargamiento, un alcance; en cada nervio oculto, una templanza; en cada posición, una ofensiva; en cada garra, una mano tendida; en cada vano, una construcción; en cada crispación, una sensatez; en cada gesto, una voz; en cada voz, la calidez; en la calidez, una entrega; en cada rebeldía, una propuesta; en cada carencia, la presencia; en la pequeñez, el crecimiento...
en cada carencia, una caricia...
ResponderEliminarcarezcamos
acariciemos
En fase de oposición o complementariedad no se me ocurre nada más simple que un hola versus un adios, siempre con la mano abierta. Mano fresca, simple y gastada.
ResponderEliminarMano derecha fotografiada con la izquierda, elaboradora, y reflejada como tal.
https://lh5.googleusercontent.com/-cDFbXkgxF3Y/Tk_N4mxTwEI/AAAAAAAAqtg/2LScX-Haf-M/s128/Imagen1233.jpg
Beso.
Stalker. La descripción podría seguir.
ResponderEliminarEmejota. Gracias por la foto. Pero no es lo mismo, ni tiene la misma intención, ni el mismo significado. Ya verás cómo no.
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