martes, 14 de abril de 2009

Hoy, tus labios


Hoy quiero tus labios así.
Tricolores, multifrutales.
Capaces de saciarme.
Inhalar y expeler aire.
Airear ideas, voluntades, intenciones, propuestas.
Nutrir las rebeldías.
La referencia histórica no es nostalgia para mi.
Es la herencia. Es el testigo
de la carrera de fondo de los hombres.
Es mirada profunda y una señal
que aventa cada día nuestros pasos.
Hoy quiero que esa gota de saliva
tenga tu color.

6 comentarios:

  1. Y lo tiene. No lo dudes.

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  2. "La referencia histórica no es nostalgia para mi". fundamental este verso hoy. feliz aniversario de la segundo república.

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  3. Nuestro patrimonio histórico debe ser, para mi, presencia constante en nuestra existencia.
    La memoria y el ideal nuestro testigo a transmitir.
    La meta será el horizonte interior que nos marquemos en nuestras propias vidas.
    Quizás la utópica república universal o la interior que todos deberemos empujar.
    Al año que viene en Jerusalem...

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  4. No lo dudo, Anónimo. Nunca dudo de mi propuesta.

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  5. Sí, Ana. No puede ser nostalgia aquello que uno considera vivo, evolucionado y moderno, y capaz de ser útil y apropiado para los tiempos que tienen que venir.

    Que en España hubiera dos intentos de República fallidos por mor de la correlación de fuerzas y el uso de la fuerza bruta de un sector social, religioso, oligárquico y político del país, no anula su vigor.

    Pero hace falta actualizar y desarrollar su sentido. No es difícil, sólo hay que querer. Ya entre 1931 y 1936 se tenía muy claro lo que tenía que ser un Estado Republicano (leamos a Azaña o a Azcárate, por ejemplo) Pero hay que adecuar su significado a los tiempos nuevos.

    La mejor celebración: ejercitar el pensamiento crítico y el diálogo plural. Sin límite. Gracias.

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  6. Claro que comparto contigo, Aragonía, tu idea. Y me ha encantado que reclames el valor de ese patrimonio histórico cuyo recuerdo e información a las nuevas generciones se nos ha hurtado durante tantos años. Lo explicitas muy bien.

    Y ahí, lo que más me preocupa es eso de "La meta será el horizonte interior que nos marquemos en nuestras propias vidas". El horizonte interior y exterior, es decir, el horizonte, incluso lo ilimitado. Lo cual no quiere decir no ser consciente de cómo y hasta dónde podemos llegar en nuestros pasos.

    ¿Jerusalem? No me llaman las Cruzadas, jaj.

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