es interesante que digas "haiku de las raíces" en lugar de "haiku de las ramas" o por lo menos "haiku de las raíces y las ramas". aunque veo que en la ilustración las ramas están volviendo a la tierra, las ramas se arraigan. entonces lo que sucede es que ramas y raíces son lo mismo:raíces.
Stalker, siempre tan fanático de mis ocurrencias, jaj.
No siempre los 5-7-5 eran tan ajustados, qué a, Aragonia, pero tus calificativos me hacen pensar, porque el haiku salió de mi impulso y del impulso que la imagen me trasladaba.
Sí, Ana, las raíces me dicen más que las ramas. Son la base, el recurrir, también el ramaje subterráneo, la incandescencia del propio fruto. Y hay en la foto una representación del contínuum que tú has captado muy bien.
Lagave, la iconografía y el simbolismo del árbol lo hemos traído los hombres a nuestros quehaceres y manifestaciones. En la escultura india o en la cristiana el árbol tiene un simbolismo apasionante.
Vaya, Niké M., a ti las gracias por dar una leve señal. Siempre receptivo a fotografías y comentarios que quieras hacerme llegar.
Gracias, Andresinho, por tu tangente aquí. No es fácil lograr un haiku, me conformo con aproximarme. No tenemos clara en Occidente su esencia. Pero no puedo evitar que su fulgor me seduzca.
¡Éste es mi chico!
ResponderEliminar5- Exacto,
ResponderEliminar7- Sencillo,
5- Discreto.
Muy de mi gusto.
es interesante que digas "haiku de las raíces" en lugar de "haiku de las ramas" o por lo menos "haiku de las raíces y las ramas". aunque veo que en la ilustración las ramas están volviendo a la tierra, las ramas se arraigan. entonces lo que sucede es que ramas y raíces son lo mismo:raíces.
ResponderEliminartambién muy de mi gusto.
un beso.
No en vano al danzar los pies se afianzan en la tierra como raíces y los brazos se alzan al cielo como ramas...
ResponderEliminarTantas gracias...
ResponderEliminarStalker, siempre tan fanático de mis ocurrencias, jaj.
ResponderEliminarNo siempre los 5-7-5 eran tan ajustados, qué a, Aragonia, pero tus calificativos me hacen pensar, porque el haiku salió de mi impulso y del impulso que la imagen me trasladaba.
Sí, Ana, las raíces me dicen más que las ramas. Son la base, el recurrir, también el ramaje subterráneo, la incandescencia del propio fruto. Y hay en la foto una representación del contínuum que tú has captado muy bien.
Lagave, la iconografía y el simbolismo del árbol lo hemos traído los hombres a nuestros quehaceres y manifestaciones. En la escultura india o en la cristiana el árbol tiene un simbolismo apasionante.
Vaya, Niké M., a ti las gracias por dar una leve señal. Siempre receptivo a fotografías y comentarios que quieras hacerme llegar.
minimo, no ostenta
ResponderEliminarAunque increiblemente bello
Crudo, de imagen y letras
Puro y hermoso, Un abrazo
Gracias, Andresinho, por tu tangente aquí. No es fácil lograr un haiku, me conformo con aproximarme. No tenemos clara en Occidente su esencia. Pero no puedo evitar que su fulgor me seduzca.
ResponderEliminarSalud y espíritu.