miércoles, 3 de septiembre de 2008

Estancia vacía


Olfateando la huella
dio con su origen.
Pero ella ya no estaba allí.



(La fotografía, de Tina Modotti, naturalmente)

4 comentarios:

  1. Me gustan mucho estas lapidarias brevedades...

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  2. Desde mi infancia me espantó lo lapidario; tal vez porque lo practicaron mucho conmigo; luego yo, a mi vez, me convertí a la religión de las frases pétreas; más tarde purgué mis pecados y alivié mi lenguaje y mi actitud; a veces aún me sale el ramalazo y sufro, porque yo, yo...no soy así; conclusión: no me desmoralices, Stalkeer, que no consideraba lapidario ese tridente poético. Simplemente es lo que es: búsqueda de la concisión.

    Buenas noches.

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  3. Vaaale, Fackel, no era para desmoralizarte. Verás: para mí lo lapidario y lo mineral no tiene connotaciones negativas. Lo entiendo como depuración, precisión del verbo, una manera de aquilatar las palabras que excluye las excrecencias retóricas ornamentales. Era bueno aquello a lo que apuntaba, pero comprendo y no te desmoralizaré más.

    Abrazos

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  4. No se me había ocurrido. Es que esto de las palabras y en lenguaje...es tan de libre interpretación a veces, ¿no crees? No pasa nada.

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