miércoles, 26 de noviembre de 2025

Asesinatos en serie. Culpabilidad

 



Todos somos hijos de la destrucción. ¿Tal vez por serlo también de la culpabilidad? Causantes o bien sufrientes de una acción exterminadora, nuestra procedencia está marcada. Basta mirar atrás, no hemos estado aquí todo el tiempo. Ni nuestros padres ni nuestros abuelos. ¿Llegaron ellos a donde vivieron como expulsados de otro lugar o como victoriosos asoladores por mor de algún ancestro anterior? No, las obras de arte del pasado no se han destruido por azar. Sino por pensamiento. Los demoledores pensaron la destrucción. La justificaron siempre con una tanda de ideas y evocaciones intransigentes pero también de intenciones que respondían con rencor exultante.

El peregrino a ninguna parte, o en todo caso a la profundidad ignota de sí mismo, se hacía preguntas y se daba respuestas de esta clase mientras admiraba a la lastimosa Medusa. ¿Qué les había hecho a aquellos gamberros la faz de Medusa? ¿Qué frustración les removía las tripas mientras aporreaban la imagen cuya visión es indestructible? Seguramente los violentos habían estado antes derribando lo que ellos llamaban ídolos. ¿Para imponer a su vez los suyos? ¿O se sentían culpables? ¿O era su incapacidad para haber logrado figuras y seres en piedra cuya belleza y medida no habían sido jamás superadas? El peregrino pensaba: devorados en un bucle de seducción y repulsión, los destructores han tenido que vivir en un desatino permanente. Pero ¿por qué Medusa tenía que pagar a su vez? 

Medusa, aun siendo bella, no estaba hecha para agradar ni recrear ni exaltar a ningún humano. Su rostro, de una extraña serenidad rayana en la incógnita, podía a veces cargarse de ira. Porque Medusa es una imagen especular. Petrificaba, sí, porque mirarla era mirarse uno mismo a través de ella. No hay nada que más obture la mente de un individuo que la contemplación obsesiva de los propios defectos, la conciencia de las malas acciones, la insatisfacción por no realizar deseos, el fracaso de sus acciones perversas. Tal vez quienes la atacaron despiadadamente, pensó el peregrino, la odiaban no porque representara como otras estatuas a las creencias y las ideas de otro mundo, ni a una estética insuperada, sino porque identificaba la miseria propia de ellos. Al insistir en su destrozo se destrozaban también a sí. Intentar desaparecer la relajada actitud de Medusa, apagar la sonrisa misteriosa, pulverizar la mirada horadando sus concavidades oculares, desarbolar el perfil serpenteante de los cabellos era pretensión vana. Podían deformar el rostro, pero Medusa siempre se recompone. Temían la fuerza magnética, acaso maléfica, de Medusa porque cuestionaba la brutalidad de los actos y la manera de ser de los intolerantes que se cebaban con ella.

Ignorantes, pensó una vez más el peregrino. No sabían, que la misteriosa había entrado en ellos incluso antes de que se plantaran ante una de sus representaciones en piedra. Una vez que se la mira el alma de quien la contempla se entrega. No es Medusa quien devora al que se la acerca con malas artes, sino el instinto de culpabilidad atroz el que agobia sin límites a los mortales.



* Fotografía de Mimmo Jodice.

21 comentarios:

  1. Dicen que Hitler perseguía a los judíos porque detestaba verse en ellos, esa parte de judío que él sospechaba que tenía desde que su abuela fue seducida por un judío acomodado.
    Agredir a Medusa porque nos vemos reflejados en ella.
    Un psiquiatra diría cosas interesantes al respecto.

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    1. Nunca he sabido con certeza qué habría de verdad en ese odio a los judíos del asesino que citas, pero no es descartable eso que se ha dicho. Supongo que los psiquiatras más que los historiadores podrán decirnos al respecto.

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  2. No parece muy aconsejable meterse con Medusa, aunque estos bárbaros ignorantes no creo que supieran de sus perversos poderes.

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    1. Para los asaltantes sería una piedra más que habían labrado los de la civilización que ellos atacaban ahora.

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  3. Es curioso que sea victimizada una estatua de Medusa, según los mitos, víctima de los conflictos entre Poseidón y Atenea.
    Y tal vez hayan sido atacadas estatuas de Atenea, también.

    Tal vez sea una curiosa casualidad que hayan quedados intactos los ojos, con ese poder letal.
    Saludos.

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    1. Los bárbaros incultos -también los había muy cultos- estaban pendiente del botín y no dudaron en atacar lo que era cosa de infieles, en unos casos, de envidia, en otros. Pero el tema nos llevaría a indagar mucho más. ¿Conceptos diferentes de estética de por medio, por ejemplo?

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  4. Interesante la idea de que la petrificación reside en la mirada que uno efectúa sobre sí mismo.

    Ander

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    1. Aunque el ajeno que se planta ante ti tratando de dominarte -¿no es otra cosa la petrificación?- es tu propio temor el que ves en el otro. Pero no siempre se cede al que llega a perturbarte...si tú sabes sobreponerte a tus miedos.

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  5. a estas piedras asesinadas les estas insuflando vida!

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    1. Para mí las piedras siempre la han tenido, desde mi infancia cuando recogíamos rocas y minerales por el placer de sentirlas. Cuando la piedra se ha convertido además en sillar de edificio o representaciónde una imagen el valor es añadido, con mano humana de por medio.

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  6. Destruir los testimonios de los vencidos, acabar con ellos y sus símbolos. Barbarie pura, y más si son superiores intelectualmente.

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    1. Sobre la superioridad intelectual se podría hablar mucho. Acaso en tantas situaciones solo eran superiores diferentes, con culturas diferentes.

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  7. Muy interesante esa idea de culpa, proactiva y asimismo destructora. Ya cuando hablamos de vandalizar, como sucede aquí con la pobre Medusa, nos hemos remontar al pueblo de los vándalos, a quienes la leyenda negra los tildó en su día de salvajes, por la simple razón de haber vencido a los Romanos. Aquí el lenguaje fue otra forma de ensañamiento por parte del poder reinante.

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    1. A todos los bárbaros post Imperio romano se les ha denigrado. Bárbaro, como bien sabes, significaba en origen extranjero, es decir, el perteneciente a los otros pueblos que no compartían los gustos o criterios o en general la cultura de la Grecia clásica, más allá de sus fronteras. Es decir, todos los demás, los que no eran ellos mismos.

      El problema es que no nos han informado nunca sobre las culturas de todos los pueblos o lo que fueran que cabalgaron por Europa se llamaran hunos, vándalos, godos, etc. Claro, cuando los godos de Hispania, los visigodos, se convierten al cristianismo entonces ya son otra cosa, ¡oh!

      El término bárbaro como brutal se ha consolidado independientemente de aquellas gentes y hoy hay que hablar sobre todo de los bárbaros que tenemos dentro, en cualquier espacio territorial del mundo, un mundo cada vez más homogéneo. El lenguaje se presta a ensañarse cuando interesa y se reinventa sobre falsedades y difamaciones, como neolengua, la practicada por el nazismo por ejemplo. Antes que Orwell hablara de ello ya Víktor Klemperer, filólogo alemán, había analizado y escrito. Te recomiendo su obra "LTI. La lengua del Tercer Reich". Gracias por opinar.

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  8. Sí, sí. España celtíbera, tartesia, fenicia, púnica, griega, romana, pagana, vándala, visigoda, musulmana, judía, bereber y cristiana, flamenco-serrana, y ahora, por fin, presuntamente democrática. Pero ¿qué pasó con Lady Justice? ¿Por dónde para?

    Chiloé

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    1. Preguntárselo a los poderes judiciales sería de incautos. Esperar que vean claro los españoles es más de incautos todavía. Nuestra trayectoria de analfabetismo político y cultural nos sentencia a lo que pretende asomar.

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    2. Y somos tan poco inteligentes o burdos interesados o ridículos patriotas o simplemente necesitados de sobrevivir que ignoramos lo que se nos viene encima más allá de la farsa :

      https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2025-11-27/primer-atlas-de-la-desertificacion-en-espana-mas-del-40-del-territorio-esta-amenazado.html

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  9. Vale, vale... pero las medusas pican y no tienes suficientes uñas para rascarte.

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    1. Ciertamente. Ah, claro, que uno tiene que ser buenista, que estamos ya en la Christmas, vía Black Friday, Jingle Bells, Jingle Bells Jingle all the way.

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  10. Muchas veces queremos destruir aquello que nos avergüenza de lo que somos, tanto odio, tanta estupidez por culpa de las inseguridades que nos lastran.... Medusa, entonces, es más un espejo que otra cosa, ¿no?

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    1. Especular es, sin duda. Conviene verla con buenos ojos, Beau.

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