Qué rareza, dije al encontrar aquella flor diferente a las otras. Sus pétalos parecen tan frágiles y tan sedosos como los de las bermejas. Ya había alargado la mano para acariciarla cuando el viejo Xiao fue imperativo. Para, Cao. Mira y contempla, pero no la toques. Si entre todas las rojas esta es la excepción puede que guarde algún peligro. Hay hombres que la buscan con avidez y se dirigen a los campos que su albura los cubre como si fuera nieve. ¿Por qué las buscan allí si tienen peligro?, pregunté a Xiao. El hombre sonrió. Hay personas que no solo aman el peligro sino que buscan envenenarse con él y de paso emponzoñar cuanto les rodea, sean personas o circunstancias. Y lo peor es que tienen adicción, pues debes ir sabiendo que el mal no existe por sí mismo, pero la maldad de los hombres crece con la familiaridad con que se desarrollan los cuerpos. Xiao, y eso ¿depende de las flores blancas?, pregunté con ingenuidad. Yo diría que más bien de las almas negras, respondió enigmático el viejo botánico.
*Fotografía de Inés González.
Aterciopelada, con blanco sin que ni los insectos la rocen ni la mancillen, se erige la amapola del opio en los prados salvajes. Sus poderosas cápsulas hasta su tallo erguido cubiertos de duras hojas nos seducen y llaman.
ResponderEliminarYa sabemos qué contienen en sus vientres poderosos y de qué manera fue usada por imperios e invasores que inteligentemente tumbaron ejércitos más poderosos para sumir a los pueblos en la implacable adormidera.
Tiene razón el viejo botánico: mirar, observar, fotografiar y luego seguir andando.
Me has recordado aquellas guerras del opio que los chinos libraron con los ingleses primero y con estos y los franceses después, por la sed colonial y de poder comercial de los europeos.
EliminarParece que es más fácil expandir el mal.
ResponderEliminarEjercer la maldad innata.
EliminarA veces la belleza puede ser tóxica, y no solo entre las flores.
ResponderEliminarY el señuelo de belleza, que es lo que más se utiliza de modo degenerado hoy día.
EliminarUn gran escrito, "pero la maldad de los hombres crece con la familiaridad con que se desarrollan los cuerpos." y buen resumen de la historia de la humanidad...
ResponderEliminarEl combate es entre bondad y maldad, o viceversa, no entre conceptos abstractos de bien y mal.
EliminarOyeee... que también es una criatura( bueno, una planta) de Dios😛 y tiene su utilidad ( más que otros venenos que solo envenenan). Es el mal uso lo que la emponzoña.
ResponderEliminarAbrazooo
Que se lo cuenten a los chinos que libraron dos guerras con las potencias depredadoras de la Albión y de la Grandeur.
EliminarAlgo bueno tendrá.
ResponderEliminarLos contenidos de cuanto da la naturaleza son buenos en función de su uso, del uso que le damos los humanos.
Eliminarhasta el veneno, en su justa dosis!
ResponderEliminarY prudente. Precisamente antes leía sobre las dosis potentes de morfina que le inyectaron a Freud en sus últimos días, se me erizaba la piel. El combate exterior contra el sistema nervioso de un individuo puede llegar a ser arduo.
EliminarMi opinión es similar a la de Francesc.
ResponderEliminarSalut
¿Cuánto de señuelo de belleza o de trampa o de adulteración de la misma belleza y su sencillez no hay en las modas, en todas las modas?
EliminarComo alguien dijo, hay sepulcros blanqueados.
ResponderEliminarEntre ellos los que predican en nombre de aquel que dicen que utilizó el símil.
EliminarDicen: «La belleza está en los ojos que la contemplan»
ResponderEliminarY me pregunto si la ponzoña estará en los labios que la sorben.
A veces sí, pienso.
En la bilis seguro.
EliminarCaramba! Me ha parecido que el comentario salió sin previa moderación. ¿Será un espejismo? —Ahora lo sabré.
ResponderEliminarTodo un avance, pues los troles ahora, tiene otros terrenos donde molestar
Me ha dado por ahí, no sé si avance o retroceso, pero los troles pueden salir trasquilados si lo pretenden.
EliminarDe las almas negras. 100% seguro. Un abrazo
ResponderEliminarNo sé calcular el porcentaje de las que se consideran almas blancas. Algunas de estas almas no solo so individuales sino entidades institucionales y se libran de pagar impuestos sobre la propiedad aun teniendo amplias propiedades en calidad y cantidad, pero se autoexonerana su vez del pecado con que condenan a otros. He prolongado el tema por otros vericuetos que no tienen solución histórica, pero yaq me entiendes.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarlas flores son tan bonitas que parece que no fueran peligrosas (algunas, claro). Con los animales somos más cautos, desde luego.
Salu2.
Dicen que hay plantas venenosas y otras que pueden morderte, habrá que ser precavidos.
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