jueves, 5 de diciembre de 2024

Ecos lejanos, 27

 



Parece mentira pero mi artículo ha causado revuelo. Me defiendo con argumentos ante este petit comité donde soy escuchado con avidez. Los movimientos en la calle están siendo cada vez más audaces, digo, y ya no responden a simples escritos, y tampoco sé hasta qué punto a los líderes que van de carismáticos. Y esto lo sabemos todos. No se para así como así al que poco tiene que perder. No digo que haya que pararlo, sino que propongo no caer en el abismo, como ya ocurrió en otras circunstancias. Porque después se benefician los mismos, los que desde su cómoda posición, tan distante de la nuestra, mueven hilos oscuros tratando de manipular a quienes de buena fe han tomado derroteros osados. 

Todos me miran con asombro, como pensando: ¿de dónde sale este? ¿Es el que creíamos que era o un rebelde oculto? Las razones por las cuales se ha llegado a este fuego vienen de muy atrás, continuo. Por un lado, nuestros gobernantes están desacreditados o, mejor dicho, incapacitados para una tarea que les viene grande. O peor, no están dispuestos a aportar soluciones imprescindibles con las que no se identifican. Mala herencia dejó un kaíser que está manchado de sangre. Por otro lado lo que cunde es la desesperación y el anhelo generalizado por alcanzar un cierto bienestar que saque a tantos de la miseria. Y siempre latiendo el temor a volver a peores situaciones. Judith es implacable y lo expone. ¿Peor que esta a la que hemos llegado? Helmut me mira como diciendo: ya le previne. No digo que discrepe de la integridad de su artículo que parece sensato pero genera dudas, prosigue Judith. Lo que me pregunto es si a estas alturas de la revuelta pueden interesar los devaneos de un filósofo, y así te veo a ti, a una masa que ha llegado ya a sus propias conclusiones dispuesta a jugarse el todo por el todo. Me solivianta su exageración oportunista. ¿Crees, Judith, que la masa, como la llamas, quiere suicidarse? Por supuesto que no, salta virulenta, por eso necesita que gente pensante, con ideas y perspectiva, sepa dirigirla, pero no desviarla. Me quedo con ganas de decirle: crees demasiado en los mesías y yo no creo nada. Pero no quiero caer, por respeto a los demás, en su red de provocación. 

Else, que por fin ha dado señales de vida tras salir indemne de una comisaría, es más sagaz. Sus palabras me respaldan. Toda opinión debe ser publicada. No hay que considerar idiota a la gente. Si ven en nuestra revista distintos enfoques no solo elegirán entre pluralidad de criterios sino que les estaremos ofreciendo un medio menos uniforme pero que sabe plantear las cuestiones en una dirección de avance. Por mi parte, dice con aplomo, no tengo inconveniente en que se edite. No podemos demorar la salida, si queremos ser tenidos en consideración aún en esta sociedad convulsa. 

Judith ha venido hacia mí y me suelta al oído con socarronería: ¿Eres tú quien ha convencido a Else? Porque ella era más decidida antes de conocerte. Voy a tener que tomarme contigo unas buenas henkel un día de estos para ver si me convences a mí también. He sentido el calor inquietante de su aliento próximo a mi cuello. Sigue mordaz. Puestos a un debate podemos jugar al juego de la salvación, ¿lo conoces? ¿No? Aquel en que los jugadores van sorteando entre sí quién se salva y quién se condena...a base de unos buenos tragos de cerveza.



25 comentarios:

  1. Toda opinión debe ser publicada, sostiene Else. De acuerdo, pero hay opiniones y opiniones, y a veces la prudencia aconseja silencio.
    Saludos.

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    1. Sin duda. Y si eso hicieran hoy día muchos medios y redes de baja estofa que son voces de sus amos y que adoctrinan, envenenan y difaman, habría mucha menos crispación y menos ignorancia.

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  2. Hoy en día, sobran opiniones... Por otro lado, una publicación que se precie, ha de reflejar distintas opiniones, desde luego.

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    1. Una matización, Milena. Hoy sobran opiniones inútiles, de entorpecimiento e insensatas. Las interesantes y efectivas deberían abundar y ser participadas.

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    2. Totalmente de acuerdo con tu puntualización, sobran opiniones sin interés ninguno.

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    3. Tanta banalidad en estos tiempos...

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  3. Fáckel:
    ese discurso es tan actual...
    El descrédito es lo que queda.
    Salu2.

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    1. El descrédito, hermano, nos impregna a todos y cada uno si nos dejamos llevar por malos caminos. Reflexionemos.

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  4. La prudencia a veces invita a callar, pero creo que siempre es mejor conocer diversos enfoques que recibir sólo una mirada. El hecho de que existan distintos enfoques sobre un mismo tema es prueba, en mi opinión, de que no existe una sola verdad, aunque siempre haya una que nos convence más.

    Uhhh, sigo creyendo que entre Judith y el protagonista hay una tensión que les acerca más que les aleja.

    Besos

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    1. Estoy de acuerdo en lo de los diversos enfoques, pero sería de desear que fueran enfoques constructivos, que tuvieran en cuenta al conjunto social. Porque las antiguas y desechadas ideas reaccionarias quieren volver y estoy seguro que ni quienes las airean creen en ellas, pero hacen a través de ellas sus negocios y adquiriendo poder pueden lograrlo.

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    2. Ay, y por supuesto que no existe una sola verdad -suponiendo que esta categoría sea tal- y que la realidad -que no significa verdad- es compleja. Y Judith...pues no sé, es tan particular.

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  5. ¿Sabes qué? Pues, que muchas veces, muchas personas, muchos personajes, cuando expresan opiniones, las confunden con sus deseos.

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    1. Ciertamente, y con sus fijaciones, obsesiones, deformaciones, etcétera.

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  6. La palabra "pluralidad" me resulta sugestiva cuando se aplica a ideologías, gentes, paisajes, criterios, etc. La "uniformidad" tiene otras connotaciones menos positivas en general....
    Saludos cordiales

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    1. Los que hemos conocido tiempos de uniformidad obligada y asumida sabemos distinguir, ¿verdad? Aunque algunos (pocos o mucho, no sé, pero me espanto) son hoy ingratos con lo conseguido y quieren volver a las andadas, ya sabes.

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  7. Estamos en una época en la que se imponen las verdades alternativas y el dominio del relato...

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    1. No está mal darle vueltas a la verdad, pero no sé si a veces no se mareará mucho la perdiz con falsas verdades supuestamente alternativas. Y lo del dominio del relato, ¿qué decir? Los plebeyos siempre hemos repetido los modelos de los patricios y estos cómo se lo saben.

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  8. Los que asumen la necesidad de un discurso único para estimular a la gente (no me gusta el concepto de masa) no respetan, en definitiva, el valor de la democracia. Terminan volcándose tarde o temprano hacia las dictaduras aunque su intención inicial sea oponerse a ellas. Un abrazo

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    1. Un discurso único no puede haber nunca en una sociedad compleja y plural. Si lo hay es que se impone como ideología de poder, pero no representaría a la sociedad. Hoy es el Día de la Constitución aquí. No sabemos apreciar lo logrado (aún quedamos algunos de los que conocimos tiempos no constitucionales democráticos) e incluso muchos que se benefician de la Constitución (que, por otra parte, no discuto que siempre hay que tender a mejorarla y precisarla con mayor amplitud, de lo contrario se quedará obsoleta) dan la espalda. Este es un país que olvida con facilidad y hay muchos que apoyaron la democracia por interés pero dudo que creyeran en ella, y así se va viendo su deriva autócrata,

      Tampoco me gusta el término y concepto masa, pero en el contexto del relato y de un tiempo había que incluirlo, era representativo de un lenguaje de una época.

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  9. Habría que aprender del pasado y evitar a los que pregonan mesías.

    Ander

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    1. Las nuevas generaciones desconocen el pasado (en la enseñanza y en los medios se hace poco para divulgar hechos y analizarlos, y en las redes ni te cuento) y las generaciones medianas parecen haber sabido poco y lo que conocieron de cerca muchos lo niegan. Así que mala cosa, Ander.

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  10. Todo el mundo opina sobre todo y muchas veces sin saber de qué se habla. Else, sigue siendo maravillosa.

    Un abrazo enorme, Fackel.

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    1. Se opina a la ligera y además basando la opinión en lo que cuentan los desinformadores de redes, prensa poco profesional, youtubers y otros zascandiles de la miseria intelectual.

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  11. Muchas veces las ideas están más claras en el pensamiento que en las palabras que finalmente las expresan, por eso se generan tantas "interpretaciones" sobre lo que tal o cual dijo, no dijo o quiso decir.
    Y por lo general son los más cercanos a uno quien peor nos entiende.

    Saludos,
    J.

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    1. Podemos imaginar las ideas como expresión del pensamiento bullendo en una especie de horno o crisol, unas veces salen, otras no, no siempre bien elaboradas ino más bien defectuosas e incompletas.Los que sueltan palabras a lo loco luego buscan rectificarlas. Lo vemos en nuestro entorno aunque se aireen más las del mundo político, tan víctimas del propio juego. Lo de los cercanos...pues suele pasar lo que dices, pero ahí juega otra cosa: que nos volvemos todos un poco sordos.

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