domingo, 29 de septiembre de 2024

Ecos lejanos, 12

 



Las respuestas, siempre la obsesión por las respuestas, le digo con voz tenue. Un reclamo que no llega a ser atendido de manera completa nunca. El pasado es borroso y glacial como este paisaje. Para tener respuestas tendríamos que haber visto con claridad entonces lo que había en juego. No solo los huecos que se abrían en el enemigo sino la capacidad de este para taponarlos. Tampoco supimos ser conscientes de nuestras limitaciones. Lo peor en un combate es no calibrar los medios y adecuarse a las perspectivas. Así que no era posible, nos obnubilábamos con ideales que perseguían un buen fin pero que no podíamos convertir en algo estable. Y ellos, o bien eran más fuertes y resistentes que nosotros o nosotros más frágiles de lo que nos pensábamos. 

La mujer ha puesto su brazo sobre mi hombro, sus dedos bailotean con un compás relajante en mi cuello. No podíamos ignorar el momento, dice, ni mostrarnos insensibles antes las demandas de todo el mundo. Se exigían respuestas, era innegable. Acaso nos equivocamos al no conformarnos con soluciones a corto plazo o bien porque el campo enfermo que se había abierto no permitía pequeñas curas sino que urgía una cirugía radical. Una cirugía que se volvió contra nosotros, mujer. Pero solo en un sentido, me interrumpe. Sin aquella situación yo no me hubiese acercado a ti y tú no te hubieras dejado arrastrar como un curioso que se manifestó inseguro de sí mismo.

Hay un silencio más gris que el del exterior de la casa. La conversación adquiere un tono no menos ceniciento. Ya nada es lo mismo, dice de pronto ella. Los cuerpos son otros, las ilusiones ni siquiera son. Nos alejamos de personas que era decisivas en nuestras vidas. Tú y yo hemos sido un ejemplo. Pero ha existido un cordón umbilical secreto entre nosotros, le interrumpo. Te he recordado, te he deseado, te he invocado. No me cansaré de repetirlo. Lo que ha sido no podía ser de otro modo, dice. Y ya ves en qué hemos devenido. 

Sí, nuestras vidas han estado acompañadas de infinidad de individuos, interferidas, obligadas incluso. De personas y quehaceres. Bordeando la supervivencia con desplazamientos, trabajos precarios, cuando no sometidas a humillaciones y entre ellas, sin duda, la peor de todas, la privación de la libertad. Aferrándonos a recuerdos gratos para no perder la esperanza. Ha sido una vida ocupada todos estos años, muy tensa, ingrata. Una existencia transgredida por otros, anuladas para nosotros. Dime que no ha sido una vida de soledad en el fondo, porque no estábamos como referencia física el uno del otro, solo imaginaria. ¿Bastaba la memoria para consolarnos? Cuanto intentamos ser y hacer en su día quedó en el aire y lo hemos heredado como un castigo.

Se me han congelado las palabras. Una vena amarga me atraviesa y confunde. Ella se me planta de frente y me lo suelta. Por cierto, si hubiésemos tenido un hijo, ¿habría sido hijo de la revuelta?




*Fotografía de Inés González

20 comentarios:

  1. Seria um filho de amor, a quem se ensinaria que manter a mente aberta, escutar os outros e a si próprio ... é um passo (pode parecer débil, mas é forte) para manter Paz...
    Beijos e abraços
    Marta

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  2. No es la pregunta, sino la respuesta la que incendia el edificio, decía Jabés.

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    1. Las respuestas son incendiarias, sobre todo cuando se concatenan.

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  3. Inés González Soria29 septiembre, 2024 15:10

    Cuánta angustia desprenden estos diálogos amarrados, atrapados en un pasado que los ha calado como esa nevada que se presiente sin tregua fuera de la ventana. Es una especie de crónica de los pobres amantes, donde ni los cuerpos ni los recuerdos pueden liberarlos de una profunda derrota. Seguramente la peor síntesis de vida es la derrota.

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    1. Pero cuánta vida hay en los pobres amantes, y no te digo si son perdedores. La derrota es síntesis de vida, no me cabe duda y me pregunto si tiene más grado de conciencia quien la conoce que los felices (aparentes)

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  4. "Se me han congelado las palabras". Esta frase la expresé en cierta ocasión y los interlocutores se me quedaron mirando como si fuese una especie de E.T.

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  5. La memoria, siempre la memoria, impulsándonos a ser, o impidiéndonos de ser. No seríamos nada sin ella, pero muchas veces tampoco lo somos precisamente por ella.

    Saludos,
    J.

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    1. Más que la memoria lo que puede impedir o facilitar es la capacidad de interpretarla que tengamos cada cual.

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  6. Obviamente. Hubiera sido fruto de estar juntos y revueltos.
    O me he saltado capítulos o has dado un salto temporal digno de star trek.
    Y hablando de series, me has recordado una , The americans, más bien por lo que acaban pensando los protagonistas, esa ilusión, evolución y apagamiento, sin soluciones, solo opciones. Aahh, y aquí sí que eran espias, los dos
    Abrazooo

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    1. Ni te has perdido ni he dado salto, o sí, pero viene desde atrás, cada capítulo tiene lugar en dos tiempos diferentes, alternativamente, o eso se pretende. Por ejercitar que no quede. Supongo que tiene algo de puzzle como la vida misma que más bien es un rompecabezas.

      Voy a buscar The americans esos a ver de qué van, si es accesible, claro. Te diré que hay series, la mayoría yanquis y en menor medida british, cuyos guiones son de una calidad extra. Verdaderos escritores.

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  7. El encuentro, después de una vida de recordarse, desearse e invocarse, suele ser distinto a cómo se ha imaginado, porque ese lazo que nunca se deshizo se va tiñendo de reproches, o frustración, o melancolía por lo que pudiera haber sido si hubiera sido diferente... Sale caro ese encuentro.

    Besos

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    1. La búsqueda de la segunda oportunidad tiene sus riesgos, tal como señalas. Gracias.

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  8. Las respuestas son peligrosas, a veces es mejor no saber y más si al otro se le congelan las palabras. Maravilloso texto, me deja en modo reflexión. Un placer leerte, Fackel.

    Un abrazo.

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    1. Los peligros nos acompañan siempre preguntando, respondiendo o callando. C'est la vie.

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  9. Siempre hay una nostalgia atractiva y desoladora en el recuerdo cuando se carga de preguntas. O de silencios

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    1. Incluso mucho más que no se revela nunca, salvo en esos instantes casuales de reencuentros, y no siempre.

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  10. Fáckel:
    no sé quién dijo que son más importantes las preguntas que las respuestas. No obstante, todos queremos respuestas, aunque sean mentiras, a veces.
    Salju2.

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    1. Las preguntas bien planteadas. Todo consiste en saber enunciarlas, pero estoy contigo en que nos gustan las respuestas que nos mientan (hasta cierto punto, aunque hay gente que traga hasta la hez)

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