sábado, 11 de mayo de 2024

Esta eclosión que me asombra

 




Estos días observo el florecer. Hasta ayer se sugería. De pronto eclosiona. Me pregunto cuál es su estado auténtico. Llamamos flor a lo que acaba de nacer. ¿Por cuánto tiempo? 

La belleza sin parangón de la manifestación definitiva de unos brotes nos desborda. Ya ha echado flores, decimos. Lo hemos estado esperando. Expectantes e incrédulos. Este año no sale, decían los agoreros. Todos nos quedamos admirados, sorprendidos, silenciosos. Un gesto orante. Luego las palabras elogiosas. Si no hablamos no nos sentimos alguien, no nos hacemos presentes. Pero el florecimiento no precisa articulación de vocablos. Solo nos pide sentir la sensación. Consecuentemente desarrollar un sentimiento. 

Los botánicos nos han explicado el proceso, pero nos cuesta comprenderlo. No somos la planta. No nos basta comparar el desarrollo, ese modo técnico y vital, de engendrarse y crecer de un vegetal con el de un humano. Nos aproximamos a ese otro mundo relacionándolo e incluso equiparándolo con el nuestro. Necesitamos que los demás mundos, las demás vidas del universo, nos ratifiquen. Somos torpes e ingenuos. Esos mundos pueden afirmarse por sí mismos. Sin necesidad de nosotros. A pesar e incluso en contra de nosotros.

Me quedo pensando si mi actitud ante este destello de vida, que es el final, no será una actitud de amor. Miro y vuelvo a mirar por todas partes. El capullo aún no brotado, la flor abierta con sus amplios y sedosos pétalos, su cáliz brindador, el recóndito pistilo pletórico de feminidad, los delicados pero efectivos estambres, los colores tenues, su verde corazón como testigo de un origen que volverá. 

Siento amor porque me abstraigo. Por unos instantes no soy un varón, ni siquiera un hombre. Me limito a entregarme como observador embriagado por una manifestación que me supera. Esta mirada tiene una vertiente opuesta. La flor no va a pasar de ahí. Va a acabarse en pocos días. No se mantendrá en el tallo. Habrá cumplido su ciclo, pienso. Yo también cumpliré el mío, me digo para establecer un nexo con ella. Vano intento, solo fantasía. Yo aquí, ella ahí. Pienso entonces en unas palabras de Alberto Savinio en su deleitosa Nueva enciclopedia: "El examen 'especializado' de cada género de amor nos dejaría probablemente con las manos vacías. Hay una razón ineludible que impide toda posibilidad de encuentro entre nosotros y el amor, y es que, en el instante mismo en que está a punto de nacer, el amor muere. ¿Muere solamente el amor de los sentidos, como por desgracia sabemos? No, también cualquier amor, incluso el de la riqueza, que muere en el acto mismo en que el hombre adquiere la riqueza".





25 comentarios:

  1. La eclosión de los seres vivos, viene ocurriendo desde la noche de los tiempos, una de forma mas bonita, otros más dolorosa, que se lo pregunten a las mujeres; esto no debe de asombrarnos, además hay siempre un hecho sobre los seres vivos, el pez grande se come al chico (evolución), y así vivimos, teniendo miedo unos de los otros.

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    1. Todo viene desde otros planetas, así que mira si la noche de los tiempos fue, o es, según se mire, larga. Lo que es obvio es que la evolución de todo tipo de especies en esta planeta, incluso a costa de desaparecer unas por intromisión de otras, es algo espectacular, el fundamento, diría yo. La adaptación al cambio es un principio que ha originado nuevas especies y ha permitido resistir a otras.

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  2. Florecen miles de flores, o quizás millones, fieles a su cita primaveral. Florece también la genista un poco retrasada este año. Está la naturaleza que da gozo verla. Y hay mucho amor en ello, un amor renacido que le hace sentir a uno envidioso del cielo y de la tierra.

    https://anoarra.blogspot.com/search?q=cobej%C3%B3s

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    1. Ciertamente la cita primaveral no deja de sorprenderme cada año. Flores que pasarán al anonimato durante el resto del año pero que ahora estallan proporcionándonos belleza visual, compañía y sentimiento. Espero que el sentimiento de las flores sea noble, que falta nos hace a todos.

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    2. Pasaré a leer el enlace, Francesc. Gracias.

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  3. Un texto bellísimo, imbuido de amor extasiado, subyugado; esa flor tan delicada y silenciosa te ha arrancado no sólo palabras, también mariposas en la barriga.
    Dejando el éxtasis botánico he cotilleando el lomo de los libros, qué orden presiento, tiene esa biblioteca! Y ese retrato que nos mira con el rabo del ojo, de quién es?

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    1. Sí, creo que llevo dos días conmovido por la eclosión. Hoy ha parido la tercera flor desde un único tallo. No hay palabras.

      El retrato es la portada de un libro titulado precisamente "El retrato del Renacimiento". Un retrato de un hombre, obra de 1472/1476 del pintor Antonello de Messina. "Nacido en Sicilia, formado en Nápoles y activo durante varios años en Venecia y Milán, está considerado como uno de los introductores de la pintura al óleo en Italia" (De Wikipedia)

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  4. Nunca se es suficientemente rico para quedar satisfecho, nunca lo suficientemente pobre para no ser generoso, tampoco la belleza es tal, que nos deje plenos, pero observar una flor en toda su magnitud nos inunda en sentimientos -a mí me sucede-.
    Tengo una planta que florece cada cierto tiempo -siete años, creo- la primera vez esperé entre emocionada e impaciente, la vi florecer y me sentí satisfecha- hice un buen trabajo decía. -la cuidé bien-, decía, pero no fue suficiente, en el.proceso, de una planta se hicieron muchas, ahora cada año, alguna de ellas florece, dos, en ocasiones.
    El tiempo es tan reducido como enriquecedor.
    Ni siquiera sé lo que estoy diciendo, será la hora?, quizás que no he dormido, no hagas mucho caso a mis delirios .

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    1. Nada es pleno, la mayor parte de las veces resulta inalcanzable casi todo, pero el margen de sentimientos es embriagador y amplio. Propugno por que la belleza, o su contemplación, nos aporte nobleza, bienestar íntimo y, como bien dices, generosidad, sobre todo en el sentido de entendimiento. Las plantas nos sorprenden, sonmás resistentes de lo que nos pensamos, siempre hay un brote incluso en la maceta que parece agostada. Es para pensar en ello y trasladar la reflexión a nuestras vidas, ¿no crees?

      No, has dicho cosas sensatas, de delirio nada.

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  5. "Necesitamos que los demás mundos, las demás vidas del universo, nos ratifiquen" Me quedo con esa frase.

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    1. Es parte de la prepotencia humana moderna, pensar que la naturaleza tiene que estar a nuestro servicio, en lugar de aceptar sus leyes y adaptarnos a ellas.

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  6. Mesmo nos ambientes mais agrestes, a flor encontra uma forma de florescer...
    Há uma lição a aprender... e que a humanidade não compreende...
    Interessante como sempre...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Hay planmtas, como animales, como bacterias, etc. que encuentran su hábitat en los lugares que a nuestros ojos son inmexplicables, pero es que hay tantoas vidas, tantas especies...Obrigado, Marta.

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  7. La flor, como la juventud, durará lo que un suspiro, pero el recuerdo quedará.

    Saludos,
    J.

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    1. Y la satisfacción de haber disfrutado de su presencia unos días. Y así es todo en la vida.

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  8. La vida eclosionando nos recuerda que estamos vivos. No existimos sin la conciencia de lo que nos diferencia de una planta, flor o paisaje. Aún menos sin conciencia de que los otros siempre es un nosotros.

    Un muy buen texto. Un abrazo grande

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    1. Hoy día resulta inconcebible vivir sin eso llamado conciencia de vivir. Aunque hay cada tipo por ahí que parece no tenerla. Por ejemplo, algún trol maníaco que otro que no tiene dos dedos de frente.

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  9. M'agrada molt aquesta cita final. Sempre ho dic, com els eufemismes l'amor neix morint. Però com que tot es pot veure de més d'un costat, penso que només acaba el que no ha existit mai.
    És molt lírica aquesta entrada que has escrit, això ja ho tenen les flors.

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    1. Estoy descubriendo últimamente a Savinio, así que algunas cosas se le pegan a uno. Mira, todo nace como nace, floreciente y aparente, con expectativas, pero lleva inherente una marca pasajera que en unos casos se muestra pronto y en otros dura años. Pero en el recorrido van quedando .cayendo, muriendo, agotándose- infinidad de comportamientos, aspiraciones y vidas.

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  10. El amor a la flor eclosionada no muere con la flor, queda en ese instante y nutre a ambos, a la persona que observa la flor y a la flor misma. Es embelesamiento.
    La muerte sigue siento misterio, también para la flor.
    Muy bello el texto, totalmente en consonancia con la flor.

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  11. Pero el instante es siempre instante. Que uno recuerde con gratitud y placer el instante no evita la muerte ya sucedida. Como con los familiares o amigos.

    Creo que el misterio no es tal, sino solo perplejidad humana. ¿Nos angustiamos acaso por no haber estado en el mundo antes del nacimiento? Entonces ¿por qué penar o generar misterio con esa nada donde la vida que ha estado deja de hacerlo y retorna a la nada? Gracias, Milena.

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    1. Es verdad, es perplejidad... quizás asombro y desconocimiento.

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    2. Hablo de lo que voy descubriendo y palpando, luego sacando conclusiones.

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