miércoles, 24 de abril de 2024

Aquel que lancea al dragón me dio la espalda

 


Me importa un pito que el personaje que lancea al dragón me haya vuelto la espalda. Lo bueno de que alguien te vuelva la espalda, sea animal fantástico o figura de leyenda, es precisamente que les ves por atrás. Y por atrás su entidad se desvanece. Nadie adoraría, en el transcurso de los siglos de culto a los ídolos, a unas imágenes huecas, aplanadas, sin terminar. El envés de las cosas o de los individuos, aun existiendo, no gusta. El otro lado de la vida espanta. Nadie me ha regalado en la fecha típica, que ha prendido solo y de modo parcial en el resto del país, un libro y tampoco una rosa, ni siquiera de papel, y no por ello me he sentido menos objeto de solicitud. Lo cual no quiere decir que me hayan solicitado. Además, nunca me falta el perejil en casa, y me viene el recuerdo de aquel piropo de la madre en mi infancia: perejil de todas las salsas que, en ocasiones, también lo fui de algunas grasas. Tal vez, a determinadas alturas de la edad, uno debe acostumbrarse a ver los acontecimientos, y no digo ya las situaciones, las personas o los objetos, por el lado de su espalda. Porque en todo hay un lado trasero. Probablemente en esa visión posterior haya más autenticidad y significativas claves para comprender cuanto compone la vida y nuestros comportamientos. De una mirada de frente ya sabes lo que te esperas: el héroe -o quienes se creen que lo son- amaga con rejonear al ser fabuloso. Pero el ser fabuloso -todo lo que nos sale al encuentro en cualquiera de sus formas- se resiste, se retuerce, se envuelve bajo los cascos equinos y la furia que pretenden acabar con él. Y esa especie de saurio con procedencia en el tan lejano como metafórico árbol del bien y del mal sabe que desgasta a su perseguidor. Pobre héroe inconcluso cuyo desgaste advierte la fiera maligna. Pobres de nosotros cuando mantenemos nuestra credulidad con quienes nos ofrecen su rostro con mirada de ingenuidad, de condescendencia e incluso de aparente bondad. Y que hacen gala de palabras que fingen entendimiento y acuerdo con las nuestras. Habrá que observarles por la espalda, que es realmente el espacio que desmiente la apariencia, muestra las debilidades y denota las insuficiencias. Alguno dirá: más que la espalda hay que mirar en la trastienda. Bueno, acaso a eso me refería. Mas no siempre llego a ese extremo de curiosidad. Uno va aprendiendo a ver venir al otro.




*Fotografía de un San Jorge y el dragón, tomada en la exposición "Almacén. El lugar de los invisibles’ del Museo Nacional de Escultura de Valladolid en 2019.


26 comentarios:

  1. El envés de las cosas, la rebotica de nuestras entrañas. Siempe considero que somos poliédricos. Ser humano implica tener muchas caras, algunas oscuras y otras luminosas. De Sant Jordi, su leyenda, como sabrás hay un resumen en la casa Batlló de Gaudí.

    Aquí, y en Reino Unido, que ahora no sé cómo se llama, San Jorge es un personaje legendario, y sobre él hay leyendas varias. Pero del derecho o de revés, uno sólo es lo que es y anda siempre con lo puesto, Serrat dixit. Con la cara que ofrecemos en cada ocasión. Que no es ponerse máscara alguna :-). Un abrazo.

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    1. Hay quien dice que uno es lo que es e incluso lo que no es, porque la inhibición, por ejemplo, también define a un individuo. Me gusta echar siempre un vistazo a lo oculto, a lo que quedó adherido a otro espacio. Fíjate que ahora con los rayos X y los TAC hasta se detecta cómo lienzos importantes de pintores importantes han tenido previamente otra escena pintada o al menos un boceto. ¿De cuántas capas se componen los objetos, los paisajes y las personas? Un tema a tener en cuenta y a gozar y distinguir. La vida humana es apasionante, no obstante la parte dolorosa que incluye. Gracias, Mpau.

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    2. La mente todo lo construye, lo inventa, o lo recuerda a su manera, es fascinante. Ahora se puede estudiar el cerbro en activo, y conmueve ver cómo ante pérdidas de masa cerebral, otras zonas abren nuevas conexiones neuronales. Somos infinitos, a veces para mal.

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    3. O ilimitados en nuestra limitación. En el cerebro está el mundo.

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  2. Hasta de los cuadros, nos gusta ver qué hay en el reverso.
    Todo tiene una doble cara, las personas también, aunque nos creamos los más nobles y sinceros seres posibles.

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    1. Yo lo intento siempre, aunque a veces nos esté vedado o inaccseible el reverso. En el caso de esta imagen es que precisamente se trataba de una exposición donde se mostraba la parte llamemos falsa o inacabada de las imágenes religiosas que a millares han copado iglesias. Y era alucinante y precioso ver ese detrás de y debajo de y la parte de truco que tiene hasta lo que iba de más sacro, a decir de la doctrina al uso. Te paso enlace

      https://espaie.cat/es/projecte/almacen-el-lugar-de-los-invisibles/

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    2. Muchas gracias, vistas así, como material de almacén, pierden su sacralidad.

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    3. Ay, la sacralidad, cuánto cuento.

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  3. Hay otra versión en que San Jorge mataba a la princesa y se liaba con el dragón, pero no está confirmada, aunque es igual de inverosímil que la versión oficial. Ayer en casa hubo más de una rosa para mi mujer, los nietos mayores se apuntaron a la fiesta, o sea que tenemos 3

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    1. No está mal, cuando las intenciones se materializan mejor que mejor.

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  4. Todo tiene dos caras, la cruz y la cara, y no sabemos cual es la mejor.
    Saludos.

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    1. A veces descubrimos caras y cruces sorprendentes y que van a la contra de sí mismas.

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    1. ¿La bondad por naturaleza? No sé, no sé. La segunda parte de la frase, seguro. Agudo tú.

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  6. Fáckel:
    como ya está todo inventado, dicho, pensado y expuesto, seguro que hay por ahí un estudio sobre la importancia de las partes traseras, (y no hay por qué sobrentender únicamente el trasero de una buena moza o de un buen mozo, para gustos etcétera).
    Un buen ebanista es el que se esfuerza tanto en la parte anterior de un armario como en la posterior.
    Un buen amo de casa es el que limpia por igual el fondo como el culo de la sartén.
    ¿Quién no le ha dado la vuelta a una estatua para ver cómo queda por detrás?
    Y, como dice el refrán popular, si la vida te da la espalda, tócale el culo.
    Salu2 anterioposteriores.

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    1. Se pueden sacar muchas conclusiones del lado trasero u oscuro, que dirían otros. En esta vida todo es metafórico en lo sacro y en lo pagano, que para el caso es lo mismo. Me gusta reflexionar sobre el más allá de la apriencia. Otro día te muestro otra.

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  7. Sin embargo, nos guste o no, la espalda es una parte importante del todo. ¿Por qué ignorarla?

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    1. Por supuesto. Sucede como con los pies, no los vemos en cualquier momento, son imprescindibles y hablan (a veces cantan)

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  8. la espalda... sugerente y misteriosa en el amor, en el tiempo...

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    1. En su geometría, en su perímetro, en su erguimiento, en su robustez, en su fragilidad...

      "Había un hombre al que conocí en la negra espalda y oscuro abismo del tiempo..." dice M P Shiel en su fantástica y extraordinaria novela "La nube púrpura". He ahí el tiempo, con espalda y abismo.

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  9. Este texto te salió doble sin querer, claro; y es que la respuesta que entregas a un comentario de una participante, se vuelve la llave que abre este segundo vistazo de un asunto que te ocupa y preocupa. Créeme al decirte escribiendo, que me apropiaré del texto y aquella respuesta. Y a propósito de espaldas, dale un vistazo a una fotografía realizada por Man Ray a Kiki Montparnasse.
    Saludos y gracias.

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    1. ¿Te refieres al comentario con la cita de Shiel sobre la negra espalda del tiempo? Aprópiate por supuesto de lo que desees, por supuesto.

      La foto de Ray a Kiki ¿es la de la espalda como violín?

      Sobre imágenes de Ray te paso enlaces:

      https://laantorchadekraus.blogspot.com/search?q=man+ray

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  10. Estos falsos héroes viven aparentando ser lo que actúan desde el escenario de las apariencias, ocultando su verdadero ser para el publico ingenuo que los observa desde el estudiado ángulo que se les ofrece. Un abrazo

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    1. No me cabe duda, Neo. Aguanta el tirón de lo que os ha venido encima.

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  11. "El envés de las cosas o de los individuos, aun existiendo, no gusta. El otro lado de la vida espanta": la vida com una roca de duresa envoltada de vels de felicitat. Tots cerquem d'embolcallar amb l'empatia la nostra abstracció, crec.

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    1. Me ha gustado esa expresión de la vida como roca dura envuelta en velos de felicidad. Creo que es la necesidad de compensar y equilibrar, si se puede, lo duro y áspero, para no perecer ni amargarse.

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