miércoles, 21 de febrero de 2024

Ejercicios de instinto (Necesidad)

 


El viajero lo encontró en el árido camino. 
Ese árbol agostado, dijo al nativo, es un capricho. 

El hombre de la tierra no torció su rostro 
ni hizo mueca alguna. Secamente habló: 
este árbol es la necesidad.

¿Quién lo necesita en estos parajes desolados?
preguntó con insolencia el visitante.
El suelo que lo sustenta y cuanto hay debajo,
no dudó en responder el lugareño.
No será la sombra del bosque que usted sueña
pero es testigo de otro mundo que jamás conocimos.

El otro no cejaba. Es un árbol viejo,
y poca vida puede consumar ya
salvo esperar paciente su exterminio.

Imperturbable el indígena, le atajó.
Lo viejo no es la muerte, señor,
y enarcó manso su arrugada frente.
Esta especie tiene hambre y sed de vivir,
no como muchos hombres que no aprecian los días. 
 
No está el venerable arraigado en el sendero 
para la mirada del turista ni para desprecio 
de los buscadores de tesoros menos dignos.
 
Por sus raíces y sus ramas corren misterios
que el sol y la ventisca respetan.
¿Acaso usted y yo sabemos de los secretos
que nutren su resistente feracidad?






*Fotografía de Juan Carlos Gargiulo

26 comentarios:

  1. Me recordaste a Machado y el viejo olmo. ¿Qué sabe el visitante de lo que sí vio el viejo árbol o del ecosistema que constituye su sola presencia?, somos torpes juzgando a vista de pájaro.

    Buen poema. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. He leido este aforismo sobre la necesidad dicho por San Agustín: "La necesidad no conoce leyes." será por eso que los viejo no es la muerte.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez olvidó decir el de Hipona que la naturaleza tiene sus propias leyes.

      Eliminar
  3. Aislado en medio del paisaje urbano
    hay un árbol desnudo cerca de casa
    ni una hoja ha brotado de sus ramas
    secas y desgarbadas.
    Torcido como está, un palo le sujeta
    y un perro se acaba de mear
    en el suelo que le acoge.
    Envidioso observa a los demás que
    satisfechos, sus hojas lucen ufanos
    ofreciendo su sombra
    a quienes buscan el resguardo.
    Un empleado de parques y jardines
    llega con la furgoneta y un serrucho
    lo sierra por la base y lo carga detrás.
    El árbol desnudo cerca de casa, ha traspasado
    esperamos que a mejor vida.
    En el suelo una placa metálica avisa.
    "Este árbol ha sido cortado,
    por falta de rendimiento,
    pronto pondremos otro,
    de la misma especie,
    y de mejor resultado",
    Palabra de ayuntamiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se ve que un árbol maltrecho o dañado nos afecta la psicología hasta poética. Precisamente hoy he visto una base de tronco talada en un paseo, y no me ha hecho ninguna gracia. Como poco un insulto, aunque alguna razón -peligro de caída de ramajes o el árbol entero- habrá habido o se habrá intuido. Pero sabe mal la amputación a ojo de paseante.

      Eliminar
  4. Nadie lo conoce, simplemente resiste.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un poco como con los humanos, ¿no?, aunque presumamos de acompañantes.

      Eliminar
  5. El árbol no ríe, el árbol no habla,
    el árbol no sabe. Solo vive.
    Los humanos, discuten,
    imaginan lo que ignoran, y así viven.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A los árboles no les interesa la dialéctica de los humanos, pero les afecta.

      Eliminar
  6. Estaban antes que nosotros y muy posiblemente seguirán estando en nuestra ausencia. Veteranos de la supervivencia, merecen un respeto que no les damos. Y es estúpido, porque sin ellos, difícilmente seguiríamos aquí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay, se han encontrado, incluso árboles fosilizados de otros períodos geológicos, así que mira si son anteriores y como dices irán más allá de nuestras carnes.

      Eliminar
    2. Hay dos "animales vegetales" que admiro: lo árboles y los cactus. Da igual la especie o como dice el nieto de mi amigo: "la marca" que sean.
      A veces me pregunto si no habrá alguno que sea "racional" y lo disimule (para meterse en líos con los "humasnos"

      Eliminar
    3. Yo los admiro (a los árboles) y los venero, jugaron un papel importante y digamos extraordinario en mi infancia, a los cactus en directo no los he tratado pero se me antojan dignos de culto también. No dudes que son racionales, aunque su racionalidad no encaje con la del animal humano.

      Eliminar
    4. es un poema muy veridico y profundo. realmente pocas personas sienten fascinacion hacia los arboles. aunque yo en mexico he notado que muchos dmiran ver a los cactus, nopales o bien los arboles de pirul.

      Eliminar
    5. Cuando veo las fotografías de Rulfo (el escritor) valoro la profundidad noo solo de los árboles o plantas sino del paisaje entero. Gracias, Kristal.

      Eliminar
  7. incisionesmúltiples23 febrero, 2024 12:03

    Magnífico poema que acompaña a la dignidad de ese árbol posiblemente patagónico o quizá de la zona de los lagos que abrazan Bariloche. Ambos hombres con visiones opuestas de la vida, dialogan; ¿y el árbol qué dice, qué opina, siente y cavila de estos susurros humanos? Porque los árboles y todos los seres que riegan y pueblan la tierra, sienten, vibran y se expresan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habrá que preguntar a ese mismo árbol o a otro de su cercanía para saber de sus sentires y sus sentimientos, de sus afanes y sus manifestaciones profundas.

      Eliminar
    2. no se si es lo que expresa dicho poema: que debemos entender el lenguaje de cactus.

      Eliminar
    3. Deberíamos vivir en un acercamiento al mundo vegetal, no solo visual sino de coparticipación. Pero eso parece pertenecer al pasado.

      Eliminar
  8. Me n'agraden molt "Lo viejo no es la muerte" i "Esta especie tiene hambre y sed de vivir,/ no como muchos hombres que no aprecian los días": visca la joia de viure.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad que cuesta mantener la alegría -el afán- de la vida a medida que los años van cayendo, tal vez porque nos condiciona el recuerdo de los años más jóvenes, con las aptitudes y las capacidades mejor dispuestas, pero hay que adecuarse a cada etapa. No resignarse a la pérdida de recursos corporales e inventar la manera de compensarlos. No claudicar antes de tiempo, solo la muerte es la muerte.

      Eliminar
  9. Lo viejo es sabiduría. Este viejo árbol lo que habrá visto y oído...

    Un abrazo, Fackel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no estoy tan seguro de que en todos los casos lo viejo sea sabiduría; tal vez más en los árboles que en ciertos humanos; tal vez. A mí de niño me escuchaban mucho los árboles, sí. Y yo a ellos.

      Eliminar
  10. Fáckel:
    tu entrada me recuerda un árbol ya seca pero erguido que me encontré hace poco durante una caminata. No me resistí a hacerle una foto. Le viene muy bien el poema.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Incluso los troncos secos de árboles son majestuosos.

      Eliminar