Vomita verdades aunque sean las tuyas y no calles nunca ni dejes de lamentarte aunque te repriman los que dicen que más te quieren, aunque sean los que menos te aman.
sed sobre sed Sólo ese verso se podría interpretar como imperativo (aunque creo que tú lo has insertado como sed, de sediento). Sed (por nosotros, o sea de vosotros) sobre sed… vamos, un modo de ser condescendientes sobre quien tiene sed, entendida esta como se quiera.
Imagen muy femenina: mirarse al espejo, atusarse el cabello o tal vez....cotillear. Espero que ninguna fémina llegue a este desafortunado comentario que tenía que haber escrito, si acaso, el pasado 28 de diciembre. Un abrazo
Esa imagen es tan masculina hoy como femenina, por mi parte no considero desafortunado el comentario, pero la imagen ha sido una excusa para adornar la entrada (no necesariamente acorde al texto)
Fáckel: da gusto escuchar a la gente que sabe hablar y que sabe contar cosas interesantes. No abundan. Me da grima es agente que hablar por los codos para no decir nada. Evidentemente, no es tu caso, aunque tu palabra, la que recibimos, sea escrita. Salu2.
Es complicado hablar, y más desapacible soportar a quien habla por los codos, pero los que me resultan insoportables son los que se creen poseedores de la verdad. Como si esta existiera. Y que encima ponen en duda las certezas, que estas, por el contrario, sí que existen.
Salud, Diego, gracias por acompañarme en los inicios de un nuevo año.
Me ha llamado mucho la atención la fotografía que nos pones y he ojeado algo de la obra de Saul Leiter, que no conocía y me ha gustado, especialmente ese gusto por las imagenes borrosas que tiene su atractivo. El texto lo encuentro desgarrador.
Imperativos incómodos pero quizá necesarios...
ResponderEliminarUn abrazo, Fackel. Feliz 2024
Imperativos instintivos, y los instintos son inteligentes también, aunque a veces a su manera. Por 2024 grato.
EliminarVomita verdades
ResponderEliminaraunque sean las tuyas
y no calles nunca
ni dejes de lamentarte
aunque te repriman
los que dicen
que más te quieren,
aunque sean
los que menos te aman.
Bien planteado. Pero hay cierto riesgo en vomitar verdades. No siempre ni todos quieren escucharlas.
EliminarImposible perecer en el olvido, con palabras que manchen, de esa forma.
ResponderEliminarPuede ser, pero el olvido es tan sibilino...
Eliminarsed sobre sed
ResponderEliminarSólo ese verso se podría interpretar como imperativo (aunque creo que tú lo has insertado como sed, de sediento).
Sed (por nosotros, o sea de vosotros) sobre sed… vamos, un modo de ser condescendientes sobre quien tiene sed, entendida esta como se quiera.
Manuel.
Ese sed sobre sed es ambivalente, o dual. Tal vez no es ahí imperativo, pero el imperativo nos persigue cada día.
EliminarEl espejo es el único instrumento que trasforma los monólogos en diálogos.
ResponderEliminarSalut
Sin duda, a veces en el trecho de bajada en un ascensor se producen diálogos que son monólogos de apenas unos segundos.
EliminarEl olvido es perdón. Qué gran obra nos dejo Leiter. ¿Hace frío por allá?
ResponderEliminar¿El olvido es perdón? ¿Lo ves así? Leiter es impresionante, espero poner más imágenes suyas, son tan sugerentes...
EliminarFrío, hará más, pero es peor el frío interior.
Imagen muy femenina: mirarse al espejo, atusarse el cabello o tal vez....cotillear.
ResponderEliminarEspero que ninguna fémina llegue a este desafortunado comentario que tenía que haber escrito, si acaso, el pasado 28 de diciembre.
Un abrazo
Esa imagen es tan masculina hoy como femenina, por mi parte no considero desafortunado el comentario, pero la imagen ha sido una excusa para adornar la entrada (no necesariamente acorde al texto)
EliminarUn poema que nos invita a pensar sobre lo que se dice, y nos dicen, y nos decimos.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz jueves
Un poema aleatorio, tal vez. Buena jornada, sí.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarda gusto escuchar a la gente que sabe hablar y que sabe contar cosas interesantes. No abundan. Me da grima es agente que hablar por los codos para no decir nada.
Evidentemente, no es tu caso, aunque tu palabra, la que recibimos, sea escrita.
Salu2.
Es complicado hablar, y más desapacible soportar a quien habla por los codos, pero los que me resultan insoportables son los que se creen poseedores de la verdad. Como si esta existiera. Y que encima ponen en duda las certezas, que estas, por el contrario, sí que existen.
EliminarSalud, Diego, gracias por acompañarme en los inicios de un nuevo año.
Si la boca no sangra paraules que taquin no arriba al lector.
ResponderEliminarImporta identificar la sangre de las palabras con nuestra propia sangre. ¿O nuestras propias palabras?
EliminarMe ha llamado mucho la atención la fotografía que nos pones y he ojeado algo de la obra de Saul Leiter, que no conocía y me ha gustado, especialmente ese gusto por las imagenes borrosas que tiene su atractivo.
ResponderEliminarEl texto lo encuentro desgarrador.
Un abrazo y buen fin de semana!!
Sí, las imágenes borrosas o difuminads, hay de todo, y el tono del color también me agradan mucho. Y el texto, bueno, es lo que es.
EliminarPero antes de morir la palabra vive, y dice, ama o lastima.
ResponderEliminarTodo eso y con todos sus matices, sí.
EliminarFabulosa petición.
ResponderEliminarImperativa, incluso desgarradora.
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