domingo, 28 de mayo de 2023
Agitata da due venti, Vivaldi por Cecilia Bartoli
jueves, 25 de mayo de 2023
Diario de Egon. Malas caras
Malas caras a mi retorno. Vera y Anja han dado por hecho lo que no he comprometido. Puedes hacer lo que quieras, eres el jefe, me espetó esta de modo turbulento, pero ¿no te bastamos nosotras? Vera, más templada, pero no con menos ceño, se dejó caer sibilina. Ya sé que no tienes por qué consultarnos, pero una deferencia con nosotras no habría estado de más. ¿O acaso no valoras nuestro esfuerzo? Anja, ya salvaje del todo: ¿Siempre carne más joven para tus lápices afilados, Egon? ¿Has visto en esa de Praga una flexibilidad superior a la nuestra? ¿O es que te apasionan últimamente los cuerpos a medio hacer? Silencio por mi parte. El artista es él, Anja, dijo Vera sin ánimo de zanjar aquella muestra de agresividad a dúo. Pero no el amo, y si prescinde de nosotras o nos deja en segundo plano ya pagará las consecuencias. Las chicas de última generación muerden más y aceptan menos, dijo con una mirada afilada, mientras sujetaba por la cintura a su compañera.
Me pareció fuera de lugar este acoso verbal y salí impetuoso del taller. No he vuelto a pisarlo en todo el día. Lo que más me molesta es que vuelen las noticias falsas y que los incautos las tomen como verdaderas.
(Dibujo de Egon Schiele)
martes, 23 de mayo de 2023
Diario de Egon. Dimes y diretes
Nada he escuchado en Praga que no hubiera oído antes en mi ciudad. Opiniones divergentes, controvertidas, sobre mi obra. Como en cualquier otra parte. No me cabe duda que la asistencia más numerosa se ha sentido atraída por ver a mis mujeres desnudas. Más que las formas de sus mujeres, que son perfectas y exultantes, me comentó un crítico, resultan sumamente interesantes y seductores los movimientos de que las dota. Eso resalta el potencial erótico. ¿No ve nada más?, le repliqué un tanto hastiado de que solo llamase la atención el retrato de las modelos. ¿No le interesa indagar en cómo los perfiles de un cuerpo pueden ser compatibles con colores, por ejemplo? ¿Y tampoco ve sentido en mis autorretratos? ¿No le interesa saber cómo un hombre se está descomponiendo permanentemente ya sea mostrando sus movimientos o adelgazando sus extremidades o simplemente incidiendo en miradas perturbadoras? El crítico me dio la espalda y volvió hacia la zona donde los cuadros de mis modelos recababan, como un espectáculo de feria, el entusiasmo general. Aquella conversión en mirada pornográfica de lo que solo pretende ser por mi parte una exaltación de la sana desnudez de los cuerpos, y por lo tanto de la justa verdad de estos, me abatió un poco. Aunque no cabe esperar otra cosa de las mentes tradicionales y obsesas. Por supuesto, ha habido excepciones que han sabido prospectar con más inteligencia en mis intentos. Usted parece torturarse cuando se representa a sí mismo, me comentó un joven estudiante de arte y oficios. Pero creo que dibujar a la mujer le redime. Le sonreí, presa de cierto asombro. Usted, joven, le contesté afable, no puede saber aún cuán larga mano tiene la tortura que nos inflige la visión del mundo y de los individuos. Pero aun cuando uno no puede escapar de ese destino sí debe buscar paliar los sufrimientos más íntimos. El joven estaba por el debate. ¿Quiere decir que un artista debe sufrir para lograr una obra meritoria? Me quedé pensando pero abrevié. Quiero decir que si el artista al dibujar tiene que bajar a los infiernos no debe dudar. Los abismos están dentro de nosotros y entregarse a la ejecución de la obra si no salva al menos hace la vida llevadera. Solo cabe esperar redención de uno mismo.
(Dibujo de Egon Schiele)
sábado, 20 de mayo de 2023
Loa de la duda. Bertolt Brecht
Loa de la duda
¡Loada sea la duda! Os aconsejo que saludéis
serenamente y con respeto
a aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa.
Quisiera que fueseis avisados y no dierais
vuestra palabra demasiado confiadamente.
Leed la historia. Ved
a ejércitos invencibles en fuga enloquecida.
Por todas partes
se derrumban fortalezas indestructibles,
y de aquella Armada innumerable al zarpar
podían contarse
las naves que volvieron.
Así fue como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible,
y un barco logró llegar
al confín del mar infinito.
¡Oh hermoso gesto de sacudir la cabeza
ante la indiscutible verdad!
¡Oh valeroso médico que cura
al enfermo ya desahuciado!
Pero la más hermosa de todas las dudas
es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza
y dejan de creer
en la fuerza de sus opresores.
¡Cuánto esfuerzo hasta alcanzar el principio!
¡Cuántas víctimas costó!
¡Qué difícil fue ver
que aquello era así y no de otra forma!
Suspirando de alivio, un hombre lo escribió un día en el libro del saber.
Quizá siga escrito en él mucho tiempo y generación tras generación
de él se alimenten juzgándolo eterna verdad.
Quizá los sabios desprecien a quien no lo conozca.
Pero puede ocurrir que surja una sospecha, que nuevas experiencias
hagan conmoverse al principio. Que la duda se despierte.
Y que, otro día, un hombre, gravemente,
tache el principio del libro del saber.
Asediado por un rugir de órdenes, inspeccionado
en su virtud, examinado por barbiluengos doctores,
conminado por seres radiantes munidos de áureos distintivos,
intimidado por solemnes Papas a golpe de libro escrito por el propio Dios,
instruido
por impacientes maestros, el pobre oye
que es éste el mejor de los mundos, y que la gotera
del techo de su cuarto fue prevista por Dios en persona.
Verdaderamente, le es difícil
dudar de este mundo.
Bañado en sudor, se curva el hombre construyendo la casa en que no ha de vivir.
Pero también suda a mares el hombre que construye su propia casa.
Son los irreflexivos los que nunca dudan.
Su digestión es espléndida, su juicio infalible.
No creen en los hechos, sólo creen en sí mismos. Si llega el caso,
son los hechos los que tienen que creer en ellos. Tienen
ilimitada paciencia consigo mismos. Los argumentos
los escuchan con oídos de espía.
Frente a los irreflexivos, que nunca dudan,
están los reflexivos, que nunca actúan.
No dudan para llegar a la decisión, sino
para eludir la decisión. Las cabezas
sólo las utilizan para sacudirlas. Con aire grave
advierten contra el agua a los pasajeros de naves hundiéndose.
Bajo el hacha del asesino,
se preguntan si acaso el asesino no es un hombre también.
Tras observar, refunfuñando,
que el asunto no está del todo claro, se van a la cama.
Su actividad consiste en vacilar.
Su frase favorita es: «No está listo para sentencia.»
Por eso, si alabáis la duda,
no alabéis, naturalmente,
la duda que es desesperación.
¿De qué le sirve poder dudar
a quien no puede decidirse?
Puede actuar equivocadamente
quien se contente con razones demasiado escasas,
pero quedará inactivo ante el peligro
quien necesite demasiadas.
Tú, que eres un dirigente, no olvides
que lo eres porque has dudado de los dirigentes.
Permite, por lo tanto, a los dirigidos
dudar.
*Fotografía tomada de la web de LEMO, Lebendiges Museum Online
jueves, 18 de mayo de 2023
Diario de Egon. Alena o el desasosiego
lunes, 15 de mayo de 2023
Diario de Egon. Las afinidades electivas
Praga, entre brumas y silencios. El clima y mi estado crítico se compenetran, pero eso no quiere decir que me consuele. Más bien se duplican mis inquietudes. De momento el contacto con algunos artistas locales me proporciona satisfacción. Y lo más sorprendente es que ellos admiten mi carácter y mis reservas. Aunque he recorrido la zona de las nuevas construcciones, muy al gusto y a la moda de los arquitectos de esta época, no me han apasionado en exceso. Sin embargo veo que no van a la zaga de Viena, y que se dan un baño de simbolismo extraordinario.
Mi galerista y algunos artistas de la bohéme me han llevado por los antros y tabernas de la ciudad vieja. Cuando observo las edificaciones decrépitas me pregunto si no será la propia naturaleza del tiempo la que traerá la justa deconstrucción, no solo de los elementos físicos sino de las ideas y los valores. No sé si esa nueva modernidad, más formal que cambiante, que se empeñan en hacer perdurable resistirá tanto como muchos edificios de siglos, pero la vanidad, como el empeño, no tiene límites.
Hoy he conocido a Jaroslav, un escritor local, que no provinciano, bastante peculiar. Él no sabía de mi obra, del mismo modo que yo no he leído nada de lo que ha escrito. Es un personaje cuya mente bulle literaria e inconformista, diría que incluso harto satírica. Su vida ha sido variada y turbulenta. La experiencia acumulada es la verdadera musa, Egon, me ha dicho, no hay nada más. Eso y el esfuerzo al recrear otras vidas en la literatura. Aunque cometas errores, no te arrepientas jamás. Los deslices y las incomprensiones también sirven. Sobre todo para traducir las fantasías y las ensoñaciones en una obra. Yo lo intento con mis escritos y por lo que parece tú lo procuras con tus cuadros. Es increíble cómo las sucesivas y espumosas Pilsen han propiciado una conversación tan estimulante.
Estos días no echo de menos a mis modelos. Las distancias relajan las tensiones. Espero que esté viniendo bien a ambas partes.
También me han presentado a Alena S., sobrina de Emil, uno de los artistas más activistas de la ciudad. No sé qué le dirían o qué conclusión habría sacado de mis obras expuestas que se me ofreció como modelo. Te veo demasiado joven para el oficio, le comenté. Respondió con desparpajo la chica. ¿Acaso un retratista tan sagaz como usted puede ignorar que todas las edades tienen su punto? Por un momento me desarmó. Luego pensé que probablemente sacaría buen partido de su belleza orientalizante. Pero esa juventud aún demasiado tierna, si bien tan atractiva, me confunde. Podría resultar imprudente aceptar la propuesta. Además no tengo pensado permanecer más tiempo del previsto en esta ciudad.
(Autorretrato de Egon Schiele)
viernes, 12 de mayo de 2023
Así que esto era morirse
miércoles, 10 de mayo de 2023
Diario de Egon. Viaje a Praga
Ausente unos días para una exposición en Praga. El viaje me debe servir para reposar el ánimo. Abandonarme a pensamientos contradictorios es menos oneroso si se realiza en la distancia. Pienso en proyectos, en las obras realizadas, en el estímulo de mis modelos. Si vendo o no vendo no me obsesiona. Más bien me preocupa si lo que dibujo permite avance o procura retroceso. Inevitablemente me asaltan mis recurrentes pulsiones con nombres de mujer. Con la excusa de Praga intentaré relajar mis agobios. Últimamente todo me desborda menos mi mano que permanece fiel. Que sabe trazar esbozos allí por donde va conmigo. Aún recuerdo la mirada turbadora, ¿o debería decir perturbadora?, de Anja cuando se lo dije. Se levantó del diván, se vistió con desdén, dándome la espalda, traicionando el último boceto. No sé con quién irás, comentó con simulada ira, pero al volver acaso no me encuentres. Tengo propuestas de otros artistas que me valoran. No me esperaba este arranque colérico, y aunque fingí que no me afectaba me mostré áspero con ella. ¿Y quién ha hecho que te valoren? ¿A causa de qué te reconocen? Además tampoco tengo inconveniente en que sirvas de modelo para otros. Pero seguro que desde unos lápices o unos pinceles diferentes a los míos no serás ya la misma.
Se presentó a escondidas en la Estación Central cuando ya partía el tren. Nos observamos con un silencio castigador. Pude ver claramente la mirada iracunda de Anja. Oscura, pero también demasiado húmeda.
(Dibujo de Egon Schiele)
lunes, 8 de mayo de 2023
Postales simpáticas o/y antipáticas, según, de los últimos días
Esta foto es muy ilustrativa. La masa que desfila en la manifestación sindical del Primero de Mayo en Madrid pasa ante una terraza donde dos marroquíes, ajenos al espectáculo, toman, no sé si apacibles pero sí silenciosos, el café. También me asalta una interrogación. ¿Son dos clases obreras diferentes? Claro que eso me lleva a preguntarme: ¿existe hoy día una sola clase trabajadora?
sábado, 6 de mayo de 2023
Diario de Egon. Fetichismo
Se me ocurrió decírselo el otro día: me gustan los fetiches. Vera me tomó la palabra y hoy llegó interponiendo entre su piel y mi mirada sus iconos favoritos. Si algo tiene la ropa íntima, es que pone de acuerdo tanto a hombres como a mujeres, dijo exhibiéndose. ¿Crees que esa segunda piel es un intermediario?, pregunté. Apenas pensó la respuesta. De alguna manera lo es, no solo respecto al cuerpo de una sino con relación a la mirada ajena, en este caso la tuya. Me dio por la ironía. Entonces, si es intermediario, ¿también puede ser un puente? Depende de qué orilla se pretenda alcanzar, respondió aguda. Porque la que tú llamas segunda piel también es la mujer que llevo dentro. No supe qué decir y ella advirtió que yo estaba turbado. Rompió mi embelesamiento con dulzura. Aprovecha la visión y retrátame como tu fetiche, provocó adoptando su papel de modelo.
(Dibujo de Egon Schiele)
jueves, 4 de mayo de 2023
Diario de Egon. Diálogo con Anja
Hemos tenido una jornada intensa y difícil. Anja me lo hizo saber. Estoy para complacerte, pero o se te ocurre algo y agilizas tu mano o mi cuerpo se va a resentir de estas posiciones insólitas a que me sometes, me dijo al cabo de varias horas en que yo no encontraba la postura en la que quería inspirarme. Tras emborronar algunos pliegos al final no la encontré. Ella descansó y dimos rienda suelta a conversar, al fin y al cabo se trataba de alejar la tensión y las malas caras. Salió el recurrente tema de la exposición y Anja fue directa. ¿Te molesta que mucha gente tenga una opinión diferente y, sobre todo, controvertida sobre tus trabajos? Porque se te notaba a distancia que rehuías con desdén cada crítica. No escapaba de una opinión, dije, sino de una falta de atención y de una inmovilidad en la mente de ciertos individuos. Un cuadro es una visión subjetiva del mundo o, si prefieres, de la vida que uno percibe. Guste o no, es mi mirada y, aunque puedo entender que no todos los espectadores participen de ella, no pretende ser la interpretación correcta de lo que nos rodea y envuelve. ¿Acaso hay una mirada única que explique y proporcione gusto a todos? Lo real no existe como perfección sino como distorsión. Pero la gente no quiere admitir que nada está hecho definitivamente. Y que mi arte ofrece la posibilidad de entender que todo está por hacer, o si prefieres, haciéndose. Al menos en la materia plástica. Anja permaneció mirándome un buen rato, sin decir nada. No era por cansancio ni por abulia. Aunque le solicité su opinión, renunció a dármela. No sé qué decir, pero te entiendo, se limitó a comentar. Estas conversaciones nuestras me llenan siempre de curiosidad, Egon. Y de paso me relajan. Sabes hacer también mía tu manera de pensar. Me sublevé. No es mi intención que tengas que pensar como yo pienso, dije. Ni yo me siento obligada a hacerlo, me espetó, pero si no habláramos no entendería tanto tus exigencias cuando poso para ti. Y sobre todo cuando veo los resultados, porque compruebo que tu pensamiento es acción. Acaso entre la Anja a la que dibujas y te escucha y tú, dejó caer apaciblemente, se ha tendido un puente de ideas. O tal vez no sé si solo de ideas, y me clavó su mirada escrutadora. Se echó de espaldas sobre el diván. Me pareció percibir su torso con una blanca agitación.
(Dibujo de Egon Schiele)
martes, 2 de mayo de 2023
Voces del silencio oriundas de Tarteso
lunes, 1 de mayo de 2023
Devaneo sentimental
Hoy me siento inspirado por lo cromático más que por lo geométrico. Y aunque el color siempre suele adaptarse a unas formas y a unos volúmenes hoy quiero percibir, a través de una caprichosa memoria sentimental, que los colores también existen fuera de las geometrías. Aunque no siempre puedan escapar de ellas.
(Imagen de Kazimir Malévich)