sábado, 29 de abril de 2023

Diario de Egon. Invisibilidad

 


Hoy Karl, el amigo galerista rebelde, ha abierto una exposición muy particular con algunas obras mías. La denomina exposición demediada. Apuntes, bocetos, retratos a medio hacer, cuadros inconclusos. Es parte de tu personalidad, me dijo para convencerme de que los exhibiera. Los visitantes se extrañaron y ponían caras irónicas. Esa extrañeza, cargada de opinión disidente, me satisfacía. Apenas se retrata usted, me dijo uno. Da la impresión de que incluso se expulsa de sí mismo, arriesgó un pedante. A mí me parece que hasta le da miedo completar el trabajo, ¿tan inseguro se siente?, soltó un gacetillero que no tenía mucha idea y, sobre todo, nulo interés. Devolverles a todos una sonrisa me resultaba un sacrificio. Pero de esas cortesías se encargó Karl. Esa gente que no se esfuerza en comprender los caminos actuales de una representación libertaria de la vida ignoran que no hay retrato completo. Por muchas aproximaciones aparentes que se busquen, por muchos abalorios y vestimenta con que se adorne una figura, por más caracterizaciones psicológicas que se intenten plasmar en un personaje, por tanto detalle de época que se registre para situar la escena, nunca jamás está completo un retrato. A mí ese concepto de la pintura no me ha interesado. Además un retrato es siempre una ficción, al gusto del retratado que paga. Incluso de los aduladores que elogian y gustan de los realismos tan falsos y decadentes. 

Vera y Anja estuvieron cerca, coqueteando entre sí. En un momento dado las he pillado completando con cuchicheos algunos de mis trabajos incompletos. Amigas mías, las he interrumpido, me gusta verme de ese modo, camino de la invisibilidad. ¿Como si fueras por ahí perdiendo el cuerpo y sus facultades?, dijo Vera descaradamente. Anja no se quedó atrás. Si te partes, ¿cómo van a responder los sentidos y practicar las habilidades para que nos puedas seguir dibujando? A ambas les dio la risa. Tanta complicidad me aturdió un poco, pero la ignoré. Mirad, os sacaré de dudas, les dije. Hoy hemos venido aquí a ver al hombre invisible que dispone de la propiedad de reencarnarse cuando le place. Nunca será un individuo completo y menos un hombre total. No quiero decepcionaros. Oh, no te lo tomes a mal, Egon. También nosotras nos queremos incompletas, maestro, han dicho con esa espontaneidad que ambas mujeres manifiestan cuando salen alocadamente del cartapacio.





(Imagen de Egon Schiele)

22 comentarios:

  1. Anja y Vera han solucionado sus conflictos, incluso han llegado a una complicidad. Tal vez a algo muy cercano, intenso. Por lo menos, es lo que percibe Egon.
    Quien piensa que está teniendo un nuevo desafío. O un par.
    Aunque a pesar de las risas, ellas le tienen consideración, no lo desprecian.
    Saludos.

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    1. Tal vez por la cuenta -¿sobre todo laboral?- que les tiene. Nunca nada es tan simple.

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  2. Pero con el gesto que expresa en el rostro parece que goza de la diversidad de opiniones, incluso las provoca y eso le satisface.

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    1. Los artistas se traen su juego, este no iba a ser menos, y la visión de las cosas es tan contradictoria...

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  3. Anja y Vera han despertado nuevos sentimientos en Egon. Aunque no parece estar disgustado ante la nueva situación.

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    1. Tal vez sea un aprovechado. Dos modelos como ellas no hay muchas, al menos responden a sus directrices. A sus pretensiones.

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  4. Yo creo que lo más interesante de esta y muchas exposiciones es ponerse al lado , bueno, cerca de los círculos y escuchar lo que comentan, sobre todo entre ellos.
    Y ya... si eres el autor y te interpretan las obras debe ser la repanocha
    Abrazoo

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    1. Puede ser interesante y tener mucho autocontrol ante las versiones subjetivas de cada espectador. Al fin y al cabo ni siquiera el autor estará muy seguro del todo en sus intenciones, o al menos en el resultado.

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  5. ... un trío, pero que muy interesante, y competo, para formar el equipo modelo-artista, no?... Egunon, Fackel

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    1. Los caminos del arte son inescrutables...hasta que se escrutan. Bien estar, Soco.

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  6. Nada está completo....nada é simples...e o interessante é ouvir, discutir os pontos de vista...é abrir a porta a realidade e ao seu oposto.
    Como sempre, interessante.
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Eso siempre, Marta. Muchas veces escuchando a otros también nos escuchamos a nosotros mismos, a lo callado y oculto que llevamos dentro y no habíamos descubierto. Pero no es frecuente.

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  7. No debe ser fácil exponerse al juicio ajeno. Aunque se lo encare como acto de rebeldía, siempre es grata y buscada una caricia. Un abrazo

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    1. Cualquier novedad, y más si altera o incluso revoluciona la expresión tradicional, va a encontrar detractores, pero un artista o un pensador no deben dejarse afectar. Salud.

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  8. M'has fet pensar en el que deia Gaudí a un dibuixant, que mai no se'n sap prou. I també diuen que un poema no s'acaba mai. Encara que només sigui en els lectors que té.

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    1. Tal vez los límites están en lo que cada receptor decida. En general no se sabe lo suficiente que se desearía en ninguna materia. Pero en todas las materias se ha avanzado. La expresión literaria, como cualquier aspecto de la vida, nunca es coto cerrado.

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  9. Dices que "la opinión disidente te complace". No es para menos, dicha opinión demuestra que tu texto ha provocado un eco en alguien...
    Saludos cordiales

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    1. Lo dice el personaje. Pero puedo hacer mío su criterio. Apreciar la disidencia es un avance, ¿no crees? Pero importan tanto los argumentos y cómo se argumente...

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  10. Aunque se lo intente, nunca se logra comprender la sensibilidad de un artista. Para peor, en cada caso siempre es diferente.

    Saludos,
    J.

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    1. Ya les cuesta a ellos mismos comprender cómo encauzar su sensibilidad: acaso sea ese el secreto a la carta de cada uno de ellos y su traducción en perseguir la obra.

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  11. Debe ser interesante poder hacerse invisible y circular por entre los espectadores de la obra de uno y reencarnarse y aparecer cuando le plazca :-). Un abrazo.
    Pd- Excelente la serie al completo.

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    1. Es una de mis más antiguas fantasías, ya desde la infancia, cuando leí El hombre invisible, de Jules Verne.

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