miércoles, 28 de diciembre de 2022

Crónica de un jugador de tlachtli

 





"...Se ha dicho de nosotros, los jugadores de tlachtli, que si ganábamos seríamos sacrificados a los dioses, pues estos no podrían soportar otros triunfos que los obtenidos por ellos mismos. No ha sucedido. También se ha dicho que éramos fieles servidores de los sacerdotes y unos privilegiados cuya única función consistía en recrear las contradicciones del universo, pero ocultarlo para que pocos tuvieran conocimiento. Esto ha ocurrido. Sin embargo la gente del lugar viene hasta esta cancha, consagrada y protegida por la serpiente divina, a disfrutar de nuestras habilidades. ¿Hay algo más excelso que el buen hacer en un ejercicio o en un trabajo? Mientras dura el juego todo el mundo se vuelca en identificarse con nuestro esfuerzo, y admira la agilidad y el acierto desplegados. La emoción del espectador nunca es ni puede ser como la de los contendientes, más intensa y comprometida. Jamás los espectadores podrán sentir la vorágine de nuestros saltos, la precisión de los lanzamientos, el golpe efectivo de la pelota, la habilidad para mantener esta en movimiento, su diestro y veloz paso por el aro, la concentración aleatoria de los cuerpos. Ni el agotamiento y la transformación que sufrimos, como si estuviéramos habitando un territorio donde hubiera que recrear todo de nuevo. Las tradicionales creencias han logrado convertir este lugar en una cosmogonía donde todo cabe. Nadie sabe hasta qué extremo llevamos nuestra fuerza y más allá de qué límites se dispersan nuestros recursos. Victoria o derrota sacan de quicio a los espectadores, pero para estos solo se trata de cómodas miradas donde nada arriesgan, salvo las apuestas. Sin saberlo expresamente, están contemplando a través de nuestra pugna la sucesión de enfrentamientos, fricciones y desgastes que la propia naturaleza de la Tierra y la contradictoria constitución de los hombres presencia todos los días. Sin darse cuenta, están conjurando, entregados al seguimiento pasional del juego, cada elemento variable que les da y les quita algo de su vida cotidiana. Nosotros somos los iniciados en el saber de las leyes ocultas. Nosotros somos los contrarios durante un tiempo en que el juego sustituye a la inercia de los días, mientras ellos agudizan sus afanes por la supervivencia, espoleados por la lucha interior y profunda entre sus aspiraciones y sus limitaciones..." 



 (Fragmento del texto anónimo Crónica de un jugador de tlachtli)

34 comentarios:

  1. Ignorando el juego me has hecho recordar a los jugadores de Chichen Itzá. En la pasión que ponían en esas esferas pétreas. Bueno, para curiosidad quien ganaba, el capitán del equipo, era el degollado como ofrenda a los dioses, y no quien perdía como yo había creído.

    Un abrazo y felices fiestas

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    1. Había componente ritual religioso en el ulama, el juego de pelota de aquellas culturas. Así que cabe esperar significados y significantes diversos de tal ejercicio. Por un buen 2023.

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  2. He tenido que buscar de que se trataba este juego, la verdad que muy curioso y difícil de jugar, no me extraña la intervención de los envidiosos dioses, incapaces de sufrir superación alguna, por unos simples mortales, encima mermados en su capacidad anímica, por jugarse la vida.

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    1. He sido siempre aficionado a la pelota, que es tan vasca como castellana, e incluso de joven he jugado por diversión, y ahora si puedo veo algún partido televisado. Y entonces pienso en el tlachtli y la dificultad que entrañaría y me descubro.

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    2. Había jugado, in illo témpore, a la pelota con la mano desnuda, encallecida por el juego, contra una pared verde espmeralda que ahora sería ecológica. ;)

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    3. Eso lo he vivido, con la consiguiente hinchazón de las manos, pero con la suerte de la agilidad y carrera con que los años jóvenes me obsequiaron. ¿Dónde quedó todo aquello?

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    4. Pues tienes razón: si se recuerda algo queda aún con apariencia de vida (reflexiono)

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  3. Un juego que ha evolucionado con el tiempo, en aquel se podian jugar hasta la vida, en los de hoy, te juegas el dinero.
    Saludos

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    1. Se ve que el criterio "deportivo" ha variado entre siglos y culturas, pero ya sabes que lo crematístico impera hoy por doquier en el deporte poco edificante además.

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  4. Hay individuos que se postran a los pies de la inclemencia de los dioses, aceptan su impiedad y todos tan contentos. Los dioses antiguos son inclementes y los otros también. Los nuevos dioses son también inclementes y su poder es abstracto pero arremete cruelmente.
    Saludos

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    1. De abstracto el poder de las divinidades de mercado nada. Su concreción conecta con los individuos y la masa, aquel antiguo implicaba esclavitud mental de otro modo y el actual una adicción perniciosa. No triunfó el supuesto reino que iba a ser de este mundo, aunque algunos se lo crean.

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    2. Intenta ponerte en contacto con el jefe de alguna multinacional y verás cuán abstracto es el poder.

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    3. Con jefes de multinacional he tenido contacto. Con propietarios y accionistas, que son quienes designan al fin y al cabo a los jefes, no. Es un olimpo que no nos alcanza a los mortales.

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  5. Fáckel:
    esas reflexiones se pueden aplicar a cualquier deporte.
    De todos modos el juego debería ser siempre "limpio" y no veo yo limpieza por ningún lado.
    Salu2.

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    1. A cualquier deporte, conducta, modelos de vida presentes y etcéteras. Pero no. Hay mucha superficialidad actualmente y nadie saca conclusiones de casi nada. La religión mercado nos obnubila a todos porque encima nos hace creer en nuestro libre albedrío. Pobres tontos que somos.

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  6. Tengo entendido que era una competición violenta. Esperemos que no se reactive, que con la UFT ya basta y sobra.
    Un video por si no sabes de que se trata:
    https://youtu.be/Njme6MwDtpA

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    1. Me he quedado prendado del combate entre Zhang Wheili y Carla Esparza, pero el sometimiento al que sometió la primera a la segunda decidió la pelea. El Madison Square Garden al rojo y chino vivo.

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  7. Texto bien elegido. Acontecimientos disfrazados de intereses nacionales. Superficies pulidas para no distinguir los fondos.

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    1. Los disfraces imperan desde el principio de los tiempos. Antes lo eran solo en rituales, ahora en la vida ordinaria.

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  8. No sé porque entre las virtudes e interpretaciones teológicas tanto de jugadores como de espectadores, con canchas sagradas guardadas por serpientes no menos sagradas, ha salido por ahi, entre las cosas que comenta el cronista, como quie no quiere la cosa, el tema de las apuestas.
    Hablando de mercantilismo, quizá no hemos avanzado ni retrocedido mucho.
    Feliz año nuevo y suerte con "el niño"😜

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    1. Hombre, sí. Jamás la historia de la humanidad conoció un mercantilismo en calidad y cantidad como el de esta era. Y en cuanto al medio de cambio, ya sabes, desde el trueque a la moneda que a su vez ha sido muy diversa al intento de imponerse el pago virtual ha habido bastantes saltos. Obviamente, la esencia, el intercambio de bienes o de su valor simbólico decidido por los mercados, es una constante.

      Qué bien, aún no se ha impugnado lo de la lotería del niño como niño genérico, ¿o alguien ha lanzado ya la idea de lotería del niño y la niña?

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  9. La verdad es que no tenía ni idea de a qué deporte te referías con este nombre impronunciable ; ) pienso que lo que comenta el jugador es extrapolable a cualquier juego, sin ninguna duda lo mejor del deporte, de cualquiera, es practicarlo. Con el esfuerzo y la nobleza que ellos implica. Yo juego a padel y sin duda la buena competición es contra uno mismo... en el padel además no necesitas un estado físico espectacular, ni una gran técnica, con poquito te defiendes y como juegas con las paredes, hay un componente de estrategia que lo hace único...uno de 50 puede ganar a uno de 20, lo cual está genial para la autoestima ; ) A veces me pregunto si alguno de todos estos súper fanáticos del fútbol por ejemplo, de verdad juegan o solo lo ven. Me cuesta muchísimo entender estos fanatismos, que a la postre se parecen mucho a los religiosos ; )
    Espero que estés disfrutando de esta Navidad y que el 2023 a puntito de estrenarse te traiga todo lo mejor, al menos que nos sigamos leyendo ; )

    Un abrazo fuerte!

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    1. Me temo, María, que para el sistema en vigor lo mejor del deporte es el negocio, el despilfarro, los millones circulantes y las inversiones en estructuras y demás.

      Pues sí, creo que todos los fanatismos, no obstante sus matices y registros, tienen el mismo carácter religioso y los seguidores tienen liturgias, rituales, dogmas, fe y... purgatorios.

      Pues salvo error u omisión, habrá que seguir leyéndonos, ¿no?, en 2023. Ya sabes, la sucesión del tiempo inventado por los humanos. A cuidarse.

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  10. Los aztecas tenían en este deporte toda una cosmovisión religiosa y de guerra. Jugarlo era difícil porque la pelota era pesada y hacerla pasar con un golpe en las caderas, codos y hombros por un aro, ufff. Los que perdían sabían que serían sacrificados...Los espectadores mientras tanto, apostaban...de aquello, no hemos avanzado nada. El ser humano siempre en pro de don dinero.
    Abrazos Fackel y, ¡Feliz año nuevo!

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    1. Tatiana, es manifiesto que la especie humana ha avanzado muchísimo. Lo ha hecho incluso bajo el imperio del beneficio, ganancia, dinero y propiedad de bienes. Un avance desigual, por supuesto, tanto en diferentes épocas históricas como en zonas del planeta. Y no se puede negar que la manera de desarrollarse las economías han sido compleja, contradictoria incluso, pero también ha obrado como motor de desarrollos, ya digo que muy desiguales. El desafío pendiente podría ser si algún día se superará ese imperio de una economía con límites, injusta y aferrada a la ganancia y el valor de cambio. Profundizando en el sistema que domina hoy y sus modos de producción, de distribución y de consumo, llamado capitalismo, comprenderemos mejor lo que sucede, pero no es fácil, no, saber de ello. Por el 2023 acorde a los deseos personales, un abrazo.

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  11. El tchatli es un juego de vida o muerte, por lo que deduzco de este hermoso texto, es una mirada abarcadora y religiosa de la existencia y, claro, ante esta riqueza simbólica, me estremezco solo en pensar en los jugadores.O sea, todos nosotros.

    Abrazos y un 2023 benévolo con los jugadores.

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  12. El texto como ficción no es lo que pienso, pero acaso podría pensar de ese modo de haber sido jugador de tchatli (aunque no lo creo tampoco) La neurobiología nos dirá mucho más de lo que somos andando el tiempo. Esta es una especie que no cesa, a pesar de avances y retrocesos.

    Por un benévolo y si se puede grato jugar la partida de la vida en 2023. Ojo a la pandemia que no se fue en absoluto, y visto lo de China hoy día...Un abrazo, Marga.

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  13. Hay contiendas y polémicas de las que prefiero ser un mero espectador. También las hay que me gustan y me agradaría ser partícipe de ellas. No siempre es fácil distinguir las unas de las otras. Por eso, los que pecamos de prudencia, nos abstenemos...

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    1. Cada cual sabe o debe saber cómo comportarse, y en función de los temas, límites de interpretación y valoración del entorno es buena y necesaria la prudencia. Entiendo que una extremada cautela no tiene por qué llevar siempre a abstenerse de opinar o participar. Habrá que distinguir o simplemente pasar.

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  14. Yo creía que los que perdían eran los sacrificados. Vaya uno a saber cómo era de verdad el asunto. Un abrazo

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    1. Ve a saber, pero se puede indagar, no está de más recordar que la muerte causada a otros fue propiedad de los aztecas como de otros pueblos y sus castas. Lo digo porque el tal AMLO a veces se olvida de que en el pasado del territorio que ahora habita hubo barbarie ya antes de llegar los españoles, y después de que estos abandonaran el país por la independencia. Salud y futuro.

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    2. Muy cierto, aspecto éste que intentan olvidar ciertos indigenistas

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    3. ¿Y qué decir de la matanza cotidiana que se está produciendo continuadamente en ese país? Qué pena. Que el nuevo año te sea propicio.

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