sábado, 23 de octubre de 2021

Uno para todos y todos para el tebeo (Serie negra, 39)

 



Y entonces nuestro héroe cayó, cataplás, por el profundo acantilado, donde desapareció sin dejar rastro. Oh, pero ¿muere ahí?, corta la hermana del Chibilo. No creo, hay más páginas, además los héroes no mueren. ¿Cómo que no mueren? Dice mi padre que hay héroes que no sabremos de verdad si lo fueron pero les pusieron ese nombre después de haber muerto. Pero esos son, si lo fueron, le digo, otra clase de héroes, que a su vez mataron a otros héroes, que tampoco sabemos si iban de eso o solo de pringados, pero a nosotros los que nos interesan son los que leemos en los tebeos. Sigo leyendo, ¿no? Sigue, sigue, dicen todos al unísono. Los compañeros del marino le echaron en falta al pasar las horas. Tenemos que salir en su busca, dijo uno. Hay que recorrer el litoral entero si es preciso, ordenó el que quedó al mando. Y vosotros, zarpad y seguid despacio la línea de costa a corta distancia por si se le ve náufrago. ¿Y cómo lo van a hacer?, interrumpe la pequeña Sabina, que me hinca el codo empeñada como está en no perder de vista las viñetas. Porque como la costa sea tan riscosa como la nuestra lo van a tener difícil. ¿Quieres callar?, la impelen todos. No te adelantes, deja que la historieta nos lo cuente. Callad chicos, que sigo. El lugarteniente del navegante dispuso entonces que unos salieran con la embarcación a recorrer el peligroso perfil de aquella tierra ignota. Sortead con cuidado las rocas, gritó a los suyos. Mientras, en tierra, una fila de hombres va registrando las oquedades y los matorrales de los acantilados, buscando una señal de vida del capitán. De pronto el cielo se cubrió de nubes. Lo que faltaba, gritó el timonel, como arrecie la lluvia y soplen los vientos violentos del Oeste vamos a seguir el mismo destino que nuestro jefe. La tormenta empieza a descargar sobre los intrépidos marinos. Desde la nave, movida a capricho por un oleaje cada vez más desenfrenado, la mermada tripulación trataba de vadear los farallones. ¿Qué son los fara...eso? Esta vez, fue el Chibilo mismo quien preguntó. Parece que fueras de tierra adentro, le reprocha El Chato. Pues algo así como rocas del mar, que me ha contado mi primo el que sale de pesca de bajura en las madrugadas. ¿Sigo o no sigo?, y les miré serio a mis oyentes, porque si seguís preguntando no acabaré nunca de leeros la entrega. Los relámpagos se cernían feroces sobre la nave. Los nautas, hombres curtidos en mil azares y dificultades, se amedrentaron. De esta no salimos, Olaf. Confía en tus fuerzas, le grita Erik. La voz del segundo se extiende a lo largo de la cubierta. Sujetad con fuerza los remos. En ese momento, un rayo cae al borde mismo de la nave con una violencia inusitada. ¿Qué es inusitada?, vuelve a interrumpirme la que me mete el codo hasta el riñón. Pues no sé, digo, me has pillado, pues será eso, algo más violento que lo violento o que no te esperas que sea tanto, no sé. Sigue, que está emocionante. La nave, maltrecha, a punto está de zozobrar, pero una ola benévola la mantiene a salvo de la acometida. El rayo extiende una luz rápida muy potente sobre el tramo de costa. El timonel lanza un grito. Allí, allí. Parece un cuerpo tendido en una cala. Vamos, gritan los marinos. No seáis imprudentes, estamos en la parte más escabrosa, podemos irnos a pique, clama otra voz angustiada. La Gemma no puede callar. Angustiada ¿es lo mismo que estrecho? Hala, le responde uno de atrás; eso es angosto, pero luego te lo explico, ahora escucha, que está emocionante. Puede estar vivo, interviene otro marino, hay que llegar a él. El cielo oscurece todavía más. La caída de rayos es pertinaz. ¿Alguien me puede explicar qué es pertinaz?, pregunto yo entonces. Todos mis amigos se encogen de hombros. ¿Nadie lo sabe? Pues continúo.  Por Odín, no os dejéis vencer por la furia del cielo. La nave es levantada en ese instante por un oleaje encrespado que no parece tener fin. Ni salvaremos al capitán ni nos salvaremos nosotros, se dicen unos a otros con desesperación. La viñeta de la gran ola lanzando al cielo la embarcación nos deja a todos maravillados, ciegos. Está a punto de romperse en dos, salta Toñín. Leo. El cielo oscuro y el océano cubren a la tripulación. Los osados navegantes están a un paso de perder el control. Paso página. Y de repente aquel latiguillo de otras veces. ¿Conseguirán los valientes marinos imponerse al temporal? ¿Encontrarán vivo a su jefe? ¿Llegarán alguna vez al reino prometido? (Continuará en el próximo número) 

Oh, qué fastidio; maldita sea. Habrá que espera a otra semana, nos consolamos en grupo.  




(Fotografía de Willy Ronis)

32 comentarios:

  1. Pues a esperar la próxima semana. Saludos

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    1. Así era, tensión contenida hasta la siguiente entrega, pero lo bien que lo pasábamos...Saludo.

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  2. Cuento leído en comandita, en el que el más espabilado alecciona al resto. Cómo tiene que ser. :)

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    1. Interlocutor o médium a veces entre el tebeo y los lectores-espectadores. Qué tiempos aquellos.

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  3. Me imaginé chavales alrededor de un tebeo de esos que mantenían la mente lejos de la realidad. Qué heroes no se fueron ya...qué días de infancia compartiendo tebeos y meriendas no se llevó el tiempo...

    Un abrazo

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    1. Creo que en lo que a mí respecta creí más en los héroes de tebeos que en los supuestos héroes que nos vendían los del establishment hispánico. Y dentro de los héroes o simplemente contendientes me simpatizaban más los perdedores, pero es otro tema que algún día contaré. Buen descanso, A.

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    1. Sospecho que lo dejamos ya para la próxima vida. Pero qué deleite aquellas lecturas individuales y grupales.

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  5. En el siguiente número, los esforzados escandinavos encontrarán sin duda la nave de Sigrid de Thule, que navega con sus guerreros en busca de El Capitán Trueno. Y luego todos se harán amigos.
    Saludos.

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    1. Pues te juro que no tuve en mente al citado capitán y eso que era de mis tebeos favoritos. Creo que los nombres nórdicos han llegado por azar del subconsciente, tras haber leído que los vikingos habían llegado en el año mil a América.

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  6. Me ha recordado al capitán Trueno, Crispín y la bella Sigrid. Yo era la cuarta entre mis hermanos y en cuanto el mayor se lo dejaba en algún rincón lo leía fascinada. Lo de las tormentas y la costa llena de rocas debía ser recurso común. Qué tiempos!!
    Un abrazo Fackel

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    1. Fueron unos relatos muy emocionantes, también los de El Jabato, pero había tantos, aunque reconozco que Roberto Alcázar y Pedrín, que eran muy simplones y planos, tanto en forma, dibujo como mentalidad, también me encandilaron un tiempo. Y Hazañas bélicas tenían buenos dibujantes y tramas. En fin, fue todo un proceso de formación, no hay que desdeñar el valor de los tebeos en absoluto. Ah, también pillábamos a veces los de chicas, Azucena, Florita, pero nos parecían menos apasionantes, seguro que me equivocaba.

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  7. Veo que no soy el único que ha tenido el "flash" del Capitán Trueno. Añado al Jabato. Que bien se lo montaban las editoriales, interrumpiendo hasta la próxima semana en el momento álgido de la aventura.
    Eran aquellos tiempo, un tanto grises, en los que si no había en el bolsillo las cuatro míseras monedas necesarias, tratabas de leer lo que podías en el ejemplar colgado con pinzas en el quiosco. Hasta que el quiosquero te arreaba una hostia en el cogote. (Maltrato infantil, sería hoy día; entonces, unas risas del señor Andrés que salía de misa de doce)

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    1. Y si no recuerdo mal casi todos los tebeos venían de autores y editoriales radicados en Barcelona. El tebeo entero de mi familia era TBO. A mis padres la Familia Ulises les encantaba, eran entrañables y como reflejo de cualquier familia. Y ya que cuentas lo de hojear los tebeos colgados, uno de mis pasatiempos favoritos a la vuelta del cole era dar mis vueltas al quiosco, y eso cada día. La ilustración, hermano, que para uno empezaba a tener algo de Ilustración, sin que aún supiera el común de los españolitos lo que era Ilustrarse con mayúsculas. Tiempos grises y negros para muchos. En fin. Algunos se ve que hacen porque vuelvan, ojalá yerre.

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    2. Si editoriales en Barcelona ¿será que los catalinos somos muy cuentistas?
      De lo gris, mucho me temo que no yerras, pero espero que no lo consigan.
      En šā' Allāh !!

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    3. Supongo que la tradición de publicar y con ilustraciones venía de muy atrás, no solo en Cataluña, pero lo cierto es que probablemente hubo en Barcelona inversores de prensa infantil que permitieron aquellas creaciones tan extraordinarias.

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  8. Há histórias fantásticas repletas de heróis com que sonhamos, representávamos em peças de teatro improvisadas na rua cheia de sol...
    Os meus Pais adoravam livros, passaram esse amor às filhas...
    Aguardo pela próxima semana...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Héroes y malvados, no había, no hay, relato de aventuras que no implique contrapartida. Hay benefactores arriesgados porque hay delincuentes peligrosos. Bueno, en aquellos tebeos de infancia todo estaba muy simplificado y se mantenía el halo de leyendas, que no siempre representaban lo que había sido realidad.

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  9. "Y cliffhunger, alguien sabe qué es?"
    Aprendían más vocabulario que en el cole, para que luego digan de los tebeos
    Saludoss

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    1. Término que desconocía, ya lo he mirado en internet. Aquel continuaré o en otro episodio habrá desenlace era la treta para estar pendientes y comprar el siguiente tebeo.

      Vocabulario, sí, algunas palabras propias de los autores del guión.

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  10. La clave para disfrutar la lectura estaba en la imaginación de cada uno, de otro modo los cuadritos apenas llegaban a ser recortes de escenas secuenciadas que poco decían
    =)
    Excelente la foto. Habla por sí sola.
    Que tengas una buena semana!

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    1. Pues sí, la imaginación personal. exigente y soñadora, pero las imágenes daban alas. Gracias, Neo.

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  11. Cómo me gustaban los tebeos. Buena parte de mi paga semanal se iba en ellos. ¿Dónde habrán ido a parar mis colecciones?
    Qué nostalgia me ha entrado.

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    1. Tengo esa misma percepción y esa misma pregunta, mira que tirarnos los tebeos los padres...Aún debo tener alguno.

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    2. Los míos, cuando creyeron que era ya mayor...

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    3. Y aquella creencia que tenían de que si nos ensimismábamos en los tebeos no estudiábamos...Como si fuera contradictorio. Ay, señor, que tiempos tan ingratos en algunos sentidos.

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  12. Els Tintins sempre mantenien l'interès pel llibre en la darrera vinyeta de cada pàgina. M'hi has fet pensar.

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    1. En cierto modo, Helena, los tebeos y cómics que reclaman ese "continuará" son reflejo de nuestra existencia cotidiana. Nos vamos a la cama con un "continuará". Y al día siguiente, ¿continuaremos? ¿seremos los mismos o el sueño habrá introducido un nuevo guion? La vida es una historia por entregas también.

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  13. Fáckel:
    ¡es maravilloso verse atrapado por una aventura literaria!
    Salu2.

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  14. ...y que fácil es imaginarte de niño, con la cara radiante y rodeado de ojos, interrogantes y asombrados.

    Y sí, me quedo con la idea de que la vida es un sueño por entregas, que esperas cada día alcanzar. Gabon.

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    1. ...y un "continuará " hasta que deje de continuar y no hay que darle más vueltas; eso sí, carpe diem en la medida de lo posible y según el criterio de cada paseante.

      Amets politak.

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