domingo, 17 de octubre de 2021

Dos en el café de Rua Garrett (Serie negra, 37)

 


¿Y usted cree que este poema merece ser publicado? Mire, los poemas merecen ser escritos. Darlos a la imprenta es otro asunto. Pero, ¿y por qué quiere usted publicar? No sé, me parece un destino final acaso útil. ¿Final o inmediato? Bueno, tal vez tenga usted razón, de momento inmediato, porque el final sería que fuera adquirido el libro y eso siempre es un desafío, ¿verdad? Y un arma de dos filos. Suponga que su libro de poemas tiene acogida. Le pedirán sus lectores más. ¿Atendería sus deseos con libertad creativa o se sentiría forzado? Así que debe decidir usted, porque forzar no suele dar resultado, corre el riesgo de empobrecer las expresiones, abortar sus impulsos y reprimir la audacia de los pensamientos fugaces. Además, ¿no le basta con escribir para usted mismo? ¿No disfruta de esa sensación de desahogo que todo texto que sale de uno proporciona? Porque escribir es algo que te piden las emociones, la respuesta a una necesidad que se siente y que si no se da salida se frustra dentro de uno y arrastra al individuo al vacío. No sé muy bien qué decirle, aunque creo que no anda descaminado. Sin embargo esa otra necesidad que tenemos de que haya testigos que sepan de nosotros a través de un lenguaje de iniciados, que nos empuja a publicar, es algo muy poderoso. ¿Usted cree en los testigos de sus pensamientos y sensaciones o más bien en que le atrae exhibirse y ser supuestamente reconocido? La opinión ajena puede estar bien si lo que uno hace gravita sobre las vidas ajenas o, como otros dicen, sobre la sociedad y sus instituciones. Pero no creo que ese sea el papel de la poesía o de la prosa. Probablemente, y he ahí que también me preocupa que no tuviera acogida el libro, seguramente me afectaría demasiado. Sí, esa es otra posibilidad, mas ¿le impediría eso seguir escribiendo? Entonces es que usted no sería verdaderamente auténtico, y mire que refuerzo el significado. Porque escribir debe ser ante todo sentir, acierte mejor o peor a expresar lo que se le haya ocurrido. Conviene escarbar dentro de uno, separar lo sustantivo de lo adjetivado, yo mismo no tengo claro todavía si hay que dar prioridad a ordenar las ideas o a estallar espontáneamente con las palabras. A medida que los años me acucian más valoro el reducido espacio del que dispongo y cada tiempo justo que se me concede. ¿No le obsesiona a usted lo que queda viejo y le entusiasma cuanto pretende surgir como renovador? ¿Renovador, dice? El que escribe no sabe si renueva, renovar es un verbo inquietante que los críticos literarios utilizan a veces en falso o que los filólogos, andando los años, deciden denominar para sus clasificaciones. No me intereso sobre si mis escrituras alientan pasados o inventan futuros; mis escrituras se limitan a dar forma a pensamientos desordenados, a sensaciones que no quiero o puedo olvidar, a sentimientos que rescato de cuanto se ha diluido o que dejo al albur de invenciones en las que me consuelo. Usted escribe entonces para su supervivencia solamente, por lo que veo. Para no perder un mínimo sentido de la vida. ¿Y por qué no? Le diré más, aunque le parezca exagerado. Lo hago para no enfermar. Escribo para curar. Porque el hombre es una herida en constante tratamiento. Cuando uno cree que ha sanado de algo que le trae a mal traer se encuentra con que algún suceso o circunstancia nuevos le lacera. Pero usted, como yo, puede afrontar cualquier acontecimiento. Afrontar, sí, hasta cierto punto, aunque no siempre tengo interés en ello. Y resolverlo, ¿usted cree en esa posibilidad cuando no es fácil que cualquier incidente esté solamente en manos de uno? Ya sé lo que piensa ahora, lo acepto. Escribir no sirve ni para afrontar ni para resolver. Sirve solamente para desviar un día más algo tan inherente y pegajoso como es la angustia. Y principalmente el tedio.




 

36 comentarios:

  1. Opiniones hay como culos, infinidad.

    Saludos

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    1. Suele ocurrir incluso con dos que se encuentran. A veces coinciden pero cada cual trata de defender sus criterios.

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  2. Yo sigo sin saber hasta qué punto no es cierto exhibicionismo eso de editar poemas. Pero sin ediciones, la poesía sería como los diarios adolescentes.

    Un abrazo y por la poesía, que existe aunque no se plasme en tinta. Un abrazo

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    1. El exhibicionismo, el mirarse al ombligo y buscar que los demás lo vean, la apuesta por sentirse reconocidos por otros, la necesidad de que haya testigos a nuestro alrededor de cualquiera de nuestras obras es algo extendido en cualquier individuo y actividad humana. No solo en escritores, también en ciertos cargos de empresas o en profesionales de ramas equis. Ahora bien, que en el mundo de escribir/publicar abunda esa necesidad de que circule, aunque sea minoritariamente, una obra personal es un hecho. Otros exhiben a sus propios hijos, ¿no? Y no te cuento cuando los hijos son mayores y tienen trabajo: padres o abuelos subliman, incluso elevan su posición más allá acaso de la realidad. Estoy harto de verlo todos los días. Pero este es otro tema, donde la competitividad juega lo suyo. Por la expresión en general, sin límites, como una conquista no solo personal sino social y política. Cuántos textos no pudieron publicarse en el pasado o fueron destruidos porque no gustaba a los poderes, los estamentales o los estatales o religiosos.

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  3. escribir es necesidad, también de compartir, luego están los "colaterales"...

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    1. No te lo discuto. Y los colaterales seguirán estando, supongo. Toda necesidad exige por otra parte una satisfacción. Cada cual sabe- Es biología pura.

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  4. La vanidad va implícita al ser humano. Domarla es lo que cuesta. Me he dado cuenta que cuanto más sabe una persona, cuanto más culta es, cuanto más preparada, más intenta alejarse del barullo.
    Salut

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    1. Uno no sabe muy bien si sabe algo, pero sí que el barullo obnubila mucho. Personalmente yo me he ido apartando de muchos espacios del mundanal ruido. Creo que los años traen aprendizajes impensables antes. Por ejemplo, la paciencia, la cautela, la prudencia, el desinterés por lo que no es interesante...etcétera.

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  5. Abortar impulsos y reprimir audacia, ¡que horror!
    Solo hay que vencer la pereza.
    Si tuvieras que escribir cada día lo único que te bloquearia sería la obligación sin ella podrías escribir cada día.
    ¿Los que escriben basándose en experiencias o sentimientos , se agotan enseguida?
    ¿Siempre hay temas y se puede escribir siempre algo sobre esos temas?
    Tu siempre escribes, y mucho sobre temas vagamente inspirados en imágenes, y siempre (o casi siempre, contrapuntas), para estimular l opinion. Pero siempre sacas temas, lo cual tiene mucho más mérito de lo que la gente piensa. Y además tienes un estilo definido (escribir los diálogos sinpuntuartodoseguido, es lo más formalmente caracteristico).
    Escribir para uno mismo , sin mostrarlo, no creo que sea ni terapeutico(bueno, excepto los diarios).
    Saludoss

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    1. Te reconozco que me entrego a los impulsos de las sugerencias. Las fotografías son meros medium en algunos casos. Como espoletas que me animan a entregarme a alguna ocurrencia. Las experiencias no se agotan enseguida, porque no se trata de relatarlas sino de recordarlas, y todo recuerdo implica visiones diversas y dispersas. Los recuerdos, como los libros leídos, cambian a medida que avanzamos en edad. Nada permanece igual, ni los recuerdos, ni las interpretaciones, ni los sentimientos...Así que no tienen por qué agotarse las posibilidades de escribir. ¿Sabes que en música hay lo que se llama variaciones sobre un tema? También en escrituras y probablemente en muchas cosa de la existencia. Me hago cargo de que incido y reincido en cantidad de temas, pero es que me lo paso bien buscando algún matiz que antes no se me había ocurrido.

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  6. Me pregunto cuanto hay de ti, en ese diálogo. Tanto en el que pregunta como en el que responde. No necesito respuesta ya que trabajo tengo con las partes en que me veo.

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    1. Pero si yo solo pretendía hacer hablar -osado de mí- a los personajes de la fotografía, pues yo estaba cerca de su mesa y les escuchaba a saltos y un café en Rua Garret siempre es una invitación a la calma (por supuesto habría que matizar en qué año)

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  7. El mejor regalo para el que publica es ser leído...

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    1. Por supuesto y todavía mejor si es leído bien. Claro que podría preguntarme: ¿y qué es leer bien? ¿Acaso un lector logra siempre interpretar una narración?

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  8. Saludos Fackel, me has dado qué pensar. Quizá hayas leído algún poema que he escrito, no lo sé. Pero tengo intención de hacer una pequeña publicación de los poemas que he escrito hasta ahora para compartirla con la gente que creo me estima. Yo haré la encuadernación. Pero sé que incluso en algo tan hasta cierto punto íntimo existe esa exhibición de la que hablas, que es parece muy natural en los humanos.
    Pero creo que lo que más me llamó la atención son las primeras líneas, eso de que quizá los poemas sólo merezcan ser escritos. Me dejas pensando. Aunque sí creo que si la poesía no se publicara nos perderíamos de mucho. Hablo, sabrás, de verdadera poesía, no de la mierda que pulula en redes estos días y que así la proclaman.
    Un abrazo.

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    1. Es cierto que hay abundancia de poesías y textos varios, y no solo de carácter que se pretende literario sino de divulgación de política o de estética. Toda abundancia implica que es difícil llegar a muchos textos. Hay que seleccionar. Y el criterio es siempre personal, subjetivo, y además cambia a lo largo del tiempo. Uno no tiene ahora interés pleno por temas que tenía hace veinte o treinta años. Y viceversa, uno se interesa ahora por temas que apenas supo ante ni trabajó, y te citaría que ahora me vuelco más en conocer sobre la historia o el arte porque en parte hay estudios más sabios, digamos. Y otro tema que me apasiona es llegar a conocer más los clásicos. Creo que en ellos ya hay un camino recorrido importante para nuestro acervo personal. Los clásicos nos evitan perder el tiempo y que diverjamos en lecturas fútiles. Pero ya digo, esto es una búsqueda que dura toda la vida, con dos puntos en el eje: conocer algo más y gozar lo máximo posible. Gracias por pasar por aquí Gildardo. Un abrazo.

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  9. A leitura de qualquer poema depende do leitor...E há quem nunca tenha lido um livro seja de poemas ou prosa...Para mim, escrever é um estado de alma e evoluí com o tempo. A interpretação de hoje deste poema pode ser completamente diferente amanhã...porque a perspectiva da vida é diferente...
    Interessante como sempre...
    Obrigada pela visita
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Para mim, escrever é um estado de alma e evoluí com o tempo. A interpretação de hoje deste poema pode ser completamente diferente amanhã...

      Estado de ánimo, necesidad de convertir en palabras sensaciones o percepciones, sentimientos o afectos que nos suscitan paisajes o personas o problemas...El abanico está siempre dentro de nosotros y hay que abrirlo y airear el interior: las ideas, los miedos, los fantasmas, las atracciones, los deseos...

      Gracias por sugerir.

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  10. Una magnífica reflexión sobre la escritura y su divulgación. Yo me atengo a Cervantes, ya sabes, no hay libro mal que no contenga algo bueno, aunque sea la lección inversa.

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  11. Me ha encantado tu reflexión y yo que escribo a ratos me ha dado para pensar y mucho. En mi caso es tabla de salvación y necesario, tanto como respirar.

    Un placer leerte.

    Abrazos.

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    1. Pues me parece formidable, ya es mucho para lograr tus objetivos. Saludo a Rita.

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  12. Si no se editan...
    ¿Cómo los disfrutamos?

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  13. Interesante pregunta, ¿Porqué escribimos? y cada uno tendrá sus motivos, desde luego, para mí, resulta liberador. El publicar o no creo que responde a motivos diferentes, en cualquier caso creo que en parte sirve para alimentar nuestro ego. Para dejar constancia de nuestro paso por la vida nada mejor que un nombre escrito sobre la cubierta de un libro (se lea o no).
    Un saludo.

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    1. ¿Y quién te dice que no es más duradero un árbol o un hijo? Un nombre en la portada de un libro: me quedo pensando.

      ¿Y quién nos garantiza que un fenómeno u otro u otro van a ser más persistentes?

      Gracias, Ángel y acepta siempre mis ironías.

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    2. Fackel, claro tienes razón, pero creo que esto es algo... como más íntimo, no sé.
      Los hijos son motivo de orgullo, casi siempre, en cualquier caso su autoría es compartida.
      En cuanto a los árboles, qué algunos he plantado, aún pudiendo vivir muchos más años que nosotros, hay algo en nuestra relación con ellos que a mí me transmiten sensación de precariedad.
      Un libro con tu nombre debe ser como un mensaje en la botella con el que te proyectas en el tiempo.
      Un placer leerte siempre.

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    3. Y no te niego razón, Ángel. Los mensajes y las botellas se pierden a veces entre el oleaje del transcurso del tiempo. Aunque me has hecho pensar que cuántos textos antiguos se han descubierto al cabo de siglos. Naturalmente, la contrapartida: cuántos textos ancestrales jamás han llegado a manos de generaciones posteriores. Probablemente muchos más. Y estoy de acuerdo en lo de las plantaciones y su precariedad; por cierto no tengo experiencia de plantar árboles, como mucho de admirarlos y regar algunas macetas y huertas (no árboles pero al menos del reino vegetal)

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  14. ...Pienso que una de las finalidades del que escribe-sea en verso o en prosa- es comunicar, compartir. Lo que tú escribes en tus blogs, no es acaso así?...

    A mí, por ejemplo, me publicaron-editaron, mi primer libro de poemas compartido, así como algunos poemas sueltos, en revistas- algunas importantes, como "Escribir y publicar". Luego, mas que nada por ordenar, recopilar papeles sueltos con poemas, desparramados por bolsillos, bolsos, cajones, páginas en blanco de cuelquier libro...etc, etc...
    tengo editados dos libros de poemas y uno de relatos, que aún sin ponerlos a la venta, se han ido colocando, sin ninguna publicidad. Y voy haciendo limpieza de papeles, dispersos por ahí...

    Y, como muy bien dice Alfred "si no se editan, como los disfrutamos"?...

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    1. Nada más lejos de mi intención que llevar la contraria a lo que dices, que tiene su lógica, argumentación y sensatez.

      Reconozco que utilizo mi propio escepticismo para fustigarme amablemente. Pero no por masoquismo sino por eso, por me cuesta ser crédulo de casi nada.

      Y cuando comunicamos y tratamos de compartir, ¿qué pretendemos?

      No, no soy diablo, ni siquiera ejerzo de abogado del mismo, aunque tentado estoy.

      Un abrazo.


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    2. ...Qué pretendemos?. Pues eso: comunicar, compartir. Pasar una parte de tiempo expresando pensamientos, ideas, conocimientos, creencias... Enriquecernos con las ideas del otro. Coincidir, discrepar, polemizar, aceptar, rectificar. Sentirse tal vez identificado... En fin, hay tantos verbos para conjugarlos, vivirlos... Nos apasionan tantos temas, nos indignan o protestamos tantos otros... Y es tan agradable coincidir, tan apasionante, a veces, discrepar...

      Yo que soy mucho de pensar, siempre he echado de menos a alguien que piense conmigo, que confirme o discrepe,. Alguien cómplice de ideas, inquietudes, sueños... Alguien que te ayude a ser tú. No tiene nada de malo, no?...

      Buenanoche, Fackel

      (Ah, en tu último apartado, no entiendo bien, lo que quieres decir, ni porqué aparece el diablo.)

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    3. No tiene mayor significado ni sentido lo del diablo, a veces uno apostilla cosas así, por capricho.

      Y todo lo que dices antes, pues muy interesante, parte de este minidebate de las entradas que podría desencadenar otro mayor o más largo y de otro calado, incluso traspasando el valor de los verbos. Por cierto, creo que a lo largo de nuestra vida todos los que conocemos y tratamos ayudan o sirven o se prestan para conformar nuestros caracteres y personalidades, o dicho de otro modo, la propia evolución personal, ya sabes: pensamientos, pautas, actitudes, comportamientos, eso que vamos siendo.

      Boa noite.

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  15. Fáckel:
    me gusta el texto que has escrito porque condensas todas las dudas del escritor: ¿escribo para mí o para los demás? ¿El éxito me convertirá en siervo o podré seguir siendo libre en mi verso? ¿El fracaso me desalentará y no volveré a escribir más? ¿Escribo para ayudarme, para ayudar a los demás o para pasar el rato?
    ¿De verdad los escritores se hacen esas preguntas?
    Salu2.

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    1. Pues mira, tú ahora te las haces. Hacerse preguntas es la palanca que mueve la escritura. Los dogmas, no. La bloquean.

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  16. Escriure poesia és excel·lent per a ser feliç (no crec en la poesia trista, ni que el qui fa poesia hagi de ser una persona torturada), que em llegeixin i em valorin és de matrícula.

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    1. Cada cual debe saber para qué escribe, y qué espera y obtiene de sus letras.

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