jueves, 30 de septiembre de 2021

Salomé y sus bautistas (Serie negra, 33)

 


Ay Salomé, Salomé. ¿Cuántas cabezas de orates y profetas has ofrecido sin que ningún rey entendiera por qué lo exigías? ¿Cuántos caprichos has querido colgar como trofeos en tu palacio? ¿Era tu venganza? ¿Tal vez tu vanidad? Cada testa colgada deja un reguero de sangre oscura que el tiempo reseca. Te entretienes pasando las yemas puntiagudas de tus dedos por sus rostros. Entreabres sus ojos perdidos, besas sus labios agostados, revuelves sus cabellos lacios, frotas la piel de sus mejillas azuladas, sujetas y atraes hacia ti sus nucas inertes. Mientras, sonríes ácida y triunfante. Pero una corriente de melancolía te embarga. Y en el roce de cualquier miembro de tu cuerpo con esos despojos preservas un botín que nadie podría entender y menos hurtar. Qué constitución tan hermosa la de este hombre, piensas contemplando uno de los trofeos. Qué pronunciación clara y precisa emitía la boca de ese otro. Este, con qué brazos posesivos me rodeaba, cuyas marcas no se han borrado de mi piel. Y aquel, cuánta sabiduría guardaba dentro de sí que yo marchité. Todavía sucumbo ante ese mendigo que no pude rechazar cuando sentí el hechizo de su mirada tratando de huir de la podredumbre.  Y este, este, ¿por qué acabaría con él si no volveré jamás a encontrar otra ternura como la suya? Tal vez quieres mantener a la vista cuanto te entregaron todos los hombres que mandaste borrar de tu presencia. ¿No querías que fueran de nadie más después de haber sido tuyos? ¿Sentías impotencia por no haber logrado retener cada una de sus cualidades? Y el rey y sus príncipes y sus funcionarios, cualquiera de aquellos que tenían poder, que es tanto como decir decisión sobre la vida y la muerte ajenas, ¿acaso podían proporcionarte una pequeña parte de lo que cada uno de los hombres que llegaron a ti te ofrecieron? Te revuelves contra la frustración, te sientes desposeída. La privación de un tacto, de una palabra, de un beso, de una cálida presión sobre tu abdomen, de una inteligencia que te abría a nuevos mundos, te angustia. Lamentas ausencias y no te consuelas con colgar efigies que ni son lo que encarnaban ni las sientes con la misma energía que las percibiste con su cuerpo entero. Ay, Salomé. Has eliminado amores pasajeros y urgentes, apartado afectos embriagadores, despreciado entregas que no escamoteaban el tiempo, desoído propuestas que cambiaban la abulia de la monótona seguridad por la riqueza contenida en los nuevos descubrimientos. ¿Vas a seguir dedicando tu vida a la contemplación ponzoñosa de los recuerdos?





(Fotografía de William Mortensen)

24 comentarios:

  1. Me pregunto si realmente existio Salome. O mejor aun quizas la chica existio, pero ya la escena del bautista descabezado podria haber sido un invento de la mente de algun evangelista.

    Es dificil saber con precision si esta decapitacion es un mito o una metafora o en lenguaje religioso una Alegoria

    Ahora bien ya como personaje literario Salome puede ser una combiancion de inocencia perdida, revancha y politica

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    1. Al menos Salomé, realidad o ficción, ha dado un juego literario y musical extraordinario. Lo demás, ¿cuántas verdades hay en los textos bíblicos, si hay alguna, o son solo aproximaciones proyectadas y convertidas en mito para uso y administración de las religiones monoteístas?

      La expresión tuya de ese cóctel de inocencia, venganza y acción política me encanta. Saludos.

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  2. "Vas a seguir dedicando tu vida a la contemplación ponzoñosa de los recuerdos" qué triste destino! aunque no olvidemos que la que pide la cabeza del bautista no es Salomé, sino su madre usando a su hija para sus pérfida venganza contra quien la señala como pecadora. Excelente reflexiones a partir de una curiosa imagen, Fackel. Un abrazo

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    1. Salomé se presta a recreaciones, con o sin madre, o acaso madre e hija eran una sola persona, como en la trinidad del mito católico. Las proyecciones artísticas -literatura, pintura, música- permiten que sigamos cada uno de nosotros soñando, proyectando, identificando símbolos de personajes que da igual fueran reales o inventados, pero que se ve que necesitamos para entender nuestra psiqué. Luego, el uso aparte que otros hagan para reforzar doctrinas, posiciones de poder e influencia, etc. no me interesa, ya están bastante desacreditados, pero aún influyentes. Gracias, Neo por seguir leyendo y opinando.

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  3. Conviene mantener la distancia con ciertas personas. Conocí a una Salomé, de nombre. Nosotros la llamábamos "Consomé".
    Un daludo

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    1. Qué bueno. Pero ¿por su sustancia o su liquidez?

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  4. Por lo visto hay varias formas de perder la cabeza por una mujer. Por enamoramiento, por maldad de la fémina y también por la maldad de la madre de la fémina.
    Vete a saber si todo esto no será otra cosa que un calentón misógino de Mateo y Marcos. Al fin y al cabo la Biblia es una fuente de contenidos "gore" fabulosa. No faltan ni los zombis voladores. Brutal!

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    1. Absolutamente de acuerdo, Nox. Algunos nos lo tomamos -gracia a la Ilustración y a la Revolución Francesa- por el lado lúdico y aún hay otros que se creen revelaciones. Si alguna vez se enterasen que las revelaciones son invenciones...

      Brutal, sí.

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  5. Siempre me impresionó la imagen de la cabeza del Bautista, en una bandeja. Era una de las enseñanzas religiosas que me costaba creer y desechaba mi cabeza de niñarebelde...

    Como metáfora, sin embargo, deben existir algunas Salomés, en la vida real, no crees?

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    1. En la vida real hay lo que hay, supongo que Salomés y facinerosos que degüellan a la mujer, lo cual me preocupa mucho más. Soco, los textos llamados sagrados son invención y nuestra fortuna hoy día es que podemos distinguirlo y no nos persiguen por discrepar.

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  6. Supongo que a Salomé se le atribuía todo el carácter de la "femme fatale" para tener una justificación fácil a lo que ocurrió (o no ocurrió, pero como si...). Pobres hombres, tan proclives a perder la cabeza y echarle la culpa por ello a la mujer...

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    1. Tal vez la tal Salomé fuera una profesional. Si pidió una cabeza determinada seguro que pidió otras.

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  7. Puede que la considerasen una mujer libertina, pero estoy segura que antes de cortar la última cabellera que le dió fama, fue una amante escelente y virtuosa en ello.

    Un abrazo, y feliz tarde

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  8. O mito da Salomé existe...talvez a explicação para a tentação, para a fatalidade...Na vida real, a violência existe e mata, não importa quem, quem se atravessa no caminho.
    Gostei muito.
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Fuera o no real el cuento de Salomé, no hay que desdeñar el papel de la madre incentivando la acción violenta, pero como eso ya está contado por el mito a mí me apetecía mucho hacer una disgresión de lo oculto. Porque todo individuo, hombre o mujer, tiene sus historias recónditas. Saludo, Marta.

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  9. Salomé de armas tomar y tan interesante como todo el halo de misterio que encierra. Siempre es un placer leerte Fackel.

    Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Cazadora de trofeos masculinos, otra versión saloménica, hala. ¿Y no tendría trofeos femeninos? Tal vez eliminando a los primeros reducía a su mínima expresión los segundos. Gracias.

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  10. Haya existido o no Salomé, este texto sobre ella te ha quedado brutal. Muy interesante.

    Nadie puede saber hasta dónde llegaba su perfidia.

    Lo que sí es cierto es que la figura de Salomé causa atracción y repulsión al mismo tiempo.

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    1. Como supongo que también la de Judith, pero ese caso, que en cierto modo tiene parangón pues también hay otra mujer detrás en la obra plástica, se merecerá en algún momento otro texto, cuando se me ocurra, jaj. Y eso que Judith me simpatiza, pero acaso hay que deconstruir las imágenes, todas, incluidas las de héroes, heroínas, dioses, mecenas y demás encumbrados por la historia interesada de un sector de hombres. Piensa que lo de Holofernes está visto desde el judaísmo, lo cual ya indica intereses concretos.

      Gracias por interesarte.

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  11. Esos hombres perdiendo la cabeza por una mujer...habra sido perversidad, Salome una mujer que seria muy hábil. Como sea ficticia o real la historia te quedo genial!! Abrazo

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    1. Ve a saber cuántas historias desconocidas tiene en su haber cada mujer y cada hombre...pero no las cuentan. Gracias, Hanna.

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  12. Hay personas que nunca cuentan sus historias.

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    1. Obviamente, pero tampoco hay que obligar a nadie a que las cuenten.

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