miércoles, 23 de junio de 2021

Carta del anciano duumviro Apolonio Flaco a su amigo Claudio Festo a propósito de los poetas

 



Días inciertos los que nos tocan vivir, Claudio. Este estío seco y parco en novedades amenaza con arrastrarnos a todos a la abulia total. ¿O serán pensamientos funestos propios de mi edad? 

Mi sobrino Valerio ha partido de viaje para honrar al poeta en su tumba. No volverá hasta dentro de unos días. Van a hacer entre varios orates de las letras como él una suerte de justas poéticas. La excusa es homenajear al poeta Publio, pero lo que pretenden es exhibir sus propias habilidades y festejar las virtudes y la benevolencia que proporciona la vida. Recurriendo además, supongo, a los placeres que el lugar y el instante les conceda. Esa confidencia me hizo antes de partir. Se mostraba agitado y no ha levantado cabeza del pupitre durante el último mes. Ha preparado un hatillo frágil en ropa pero abundante en escritos. 

Todo su empeño es aprenderse las obras de los grandes y recitarlas allí donde le llamen. Hacer sitio en la memoria para las grandes escrituras es un modo de aprender para guiarte en esto del vivir, remata cuando le hago alguna observación. Me tiene mareado con sus citas. Tú, romano, piensa en gobernar bajo tu poder a otros pueblos. Estas serán tus artes. Y a la paz ponerle normas, perdonar a los sometidos y abatir a los soberbios. Al final yo mismo declamo por inercia versos de la gran gesta que nos transmitió el poeta Publio. Pues ¿a dónde no es capaz de llegar un cantor de las proezas de aquellos hombres legendarios que inauguraron la patria? ¿Cómo negar el valor de sus rimas? ¿Quién puede permanecer ajeno al relato de una epopeya fundacional? ¿O acaso se puede restar importancia a su tratado poético sobre el cultivo de la tierra y el cuidado del ganado, tan fundamentales para una sociedad que se precie de estar a la altura de las conquistas de sus próceres? Y así podríamos decir de otras obras del mismo vate a las cuales me es imposible llegar, porque mi vista cada vez se reduce más y el cansancio merma mis tiempos de lectura.

De ahí que me entusiasme el afán de mi joven sobrino. Aunque a veces le reprendo. Valerio, le digo, todo no consiste en empaparte de las palabras ajenas, por muy edificantes y precisas que te parezcan. ¿O crees que el poeta de tu obsesión, al que adoras como si lo hubieras tenido de maestro, habría escrito lo que escribió de no haber viajado, enriqueciendo su mente con aventuras y experiencias? Un hombre puede pasar a la historia por un solo libro. Pero ese libro no habría tenido acogida en el mundo si no hablara de la historia de los hombres. Un autor vale en cuanto hace de intermediario entre mundos desconocidos y el que habitamos. Un texto nos cautivará si quien lo escribe es cautivador. ¿O creías que la seducción es un arte que remite solo al enamoramiento? No hay arte si no hay fortaleza íntima en un hombre, porque en ella se ejercitan las capacidades y se fraguan las obras que merecen la pena. 

A veces le avasallo en exceso con esta clase de razonamientos paternales. Valerio entonces calla y con frecuencia disimula, como si los consejos ajenos, y él joven al fin y al cabo, fuesen un arma arrojadiza que hay que esquivar. Me parece, pues, formidable que Valerio se haya reunido con sus compinches de otras urbes, huyendo del clima tórrido que tenemos en la finca y, en general, en toda Pompeya. Mientras tanto trataré de no consumirme aquí de aburrimiento. A su vuelta desperezaré y recuperaré mi curiosidad, pues un anciano puede hallarse agotado pero siempre queda dentro un rescoldo de curiosidad. La curiosidad es el acicate del conocimiento. Y el saber gratifica con el goce más exquisito. Valerio es un gran estímulo para mí y anhelo su retorno. Pero si decidiera emprender periplos hacia nuevos mundos no me disgustaré. Pues sabré entonces que mis recomendaciones no habrán caído en saco roto. Fraterno Claudio, otro día te escribiré más. El día pesa y un misterioso silencio se va apoderando del entorno.



22 comentarios:

  1. Ve y descubre el mundo. Luego cuéntalo.

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    1. Debería ser axioma. Conjuraría el riesgo de muchos pensamientos únicos y cerrados.

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  2. La poesía, la escritura, incluso los cantos, como los de la Ilíada, son reflejo de lo que ocurre, de unos tiempos, de unos modos, de unas sensaciones.

    Un abrazo

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    1. A los personajes del cuento les pilla más cerca la referencia de Eneida que, por cierto, fue un encargo de Augusto a Virgilio con obvias intenciones de sublimar y glorificar el Imperio que él fundaba. Sí cuanto se cuenta, bajo la forma en que se cuente, son reflejo y a la vez actúan sobre lo inmediato. La literatura puede ser un bumerán.

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  3. Nada mejor que acudir a los clásicos de antaño para explicar el presente.
    Al hilo de "la excusa es homenajear al poeta Publio, pero lo que pretenden es exhibir sus propias habilidades", recuerdo ahora la presentación del libro de un amigo en la que un prestigioso autor se dedicó a hacerse promoción él, demostrando al público su talento e ingenio, pasando olímpicamente del objetivo central de aquel acto: la presentación de un libro ajeno. Una vergüenza.
    Saludos.

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    1. Yo también he conocido casos análogos, donde el presentador, que hacía sus pinitos más o menos literarios por su lado, eclipsaba, o lo pretendía, al autor objeto de la presentación. Hay gente "pa tó" en cualquier mundillo. Y los mundillos egocéntricos -en eso llamado panorama cultural abunda- se prestan a no desaprovechar la ocasión. Asco, sin duda.

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  4. Cuando la experiencia de vida y la experiencia lectora coinciden en una inteligencia manifiesta... se escriben relatos de esta calidad... Me ha gustado mucho...

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    1. Lo curioso es que uno reflexione en este tiempo valorando las reflexiones que seguramente hicieron aquellos que se nos anticiparon en el accidente biológico, ergo histórico de paso. Ni yo mismo lo hubiera imaginado de mí hace pocos años.

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  5. O passado explica o presente... Porque tudo é um ciclo...
    Interessante...
    Obrigada pela visita
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Todo es una relación de causas y efectos que no han tenido nunca fin, como el Universo mismo. Obrigado.

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  6. Recuerdo una ocasión donde nuestro amigo Francesc C. presentaba un magnífico trabajo sobre los escritores y las periferias.
    Allí estaba, junto a él, y como invitado José Florencio M., uno de las mentes más preclaras, un entendido en Lope, un poeta de los pies a la cabeza y un gran tipo y mejor persona.
    Los dos hacían una comunión total y era verdaderamente fascinante el escucharlos.
    Hubo una persona en la sala que puso en duda una aseveración de José Florencio M. Este argumentó con ejemplos y reargumentó con lógica su aseveración. Insistente, el espectador empezó a hablar de lo que sabía y por lo que parece de lo que no sabía.
    Al final, y después de romper el ritmo, el encanto y la armonía, José Florencio M. le dijo: ¿pero tu a que has venido? ¿a disertar sobre tu libro o a escuchar la conferencia?

    No hubo nadie en la sala que no tuviera lo que solemos llamar vergüenza ajena, porque realmente se nos hizo muy pesado las manifestaciones de una persona que al final carecía de argumentación.

    Un abrazo

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    1. Pues una anécdota más la que cuentas. Os pondríais todos de buen café, supongo. Por lo que he leído de José Florencio hay que ver lo que controla de la mitología clásica, así que poetiza que da gusto. No en vano es un conocedor a su vez del gran Lope. Salud y disfrute, Miquel.

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  7. Leyendo tu bello relato, me vienen a la memoria el nombre de todos aquellos poetas de la antigua Roma y su impresionante obra, que estudiamos en los primeros años del Insti. Recuerdo la importancia que tenían en aquella época en la enseñanza. Y era tan apasionante...

    Los profes de Historia y de Filosofía en especial, me han quedado grabados indelebles, en el recuerdo.

    Buendía, Fackel.

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    1. No solo a ti, Soco, pero tengo que reconocer que aquello lo he tenido que descubrir y reconocer tardíamente. Los míos fueron tiempos confusos, salvo para los alumnos excepcionales, y yo no lo fui. Pero nunca es tarde y ahí tenemos ediciones y traducciones muy jugosas, porque lo que decían los antiguos se mantiene hoy muy vivo. Buena jornada.

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  8. "La curiosidad es el acicate del conocimiento"

    Siempre lo he pensado así. He oído en varias ocasiones la siguiente idea: "Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la enseñanza reglada"
    Nadie duda, creo, que la curiosidad es un impulso para aprender algo.

    Saludos

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    1. Aunque la curiosidad es patrimonio de todo individuo, de ella se aprende, en los investigadores científicos, por ejemplo, es un método de trabajo que alcanza grandes logros. Si desde la Prehistoria los humanos no hubieran tenido dosis de observación y curiosidad poco habría avanzado la Humanidad.

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  9. Descubrir el mundo viajando, con la mente abierta, es una gran herramienta para luego escribir y conocer a los clásicos nunca esta de más.
    Un saludo.

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    1. Tal vez uno debería haber descubierto a los clásicos antes, pero no fue fácil ni teníamos la mente dispuesta para aquellas enseñanzas que hoy nos parecen modernas y en vigor. Porque como dice un fragmento de Heráclito "Es preciso que los amantes del saber conozcan muchas cosas". Por supuesto, el saber o, si quieres, el interés por saber tiene diversas y variadas intensidades. Cada cual podemos elegir la propia.

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  10. Sospecho que Valerio al regresar se llevará una terrible sorpresa y a partir del desastre, iniciará él su propio derrotero con las letras, intentando recordar todo lo aprendido y vivido de parte de su tío, que, por lo que el hombre deja ver en su carta, debió haber sido tan sabio como sensible.
    Un placer leerte, como siempre. Admirando tu capacidad de ubicarte en la cabeza de personajes tan lejanos a nuestro tiempo que cuesta imaginarlos.
    Un abrazo

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    1. Más bien ni volvería. Acaso hay que explorar sobre qué fue de Valerio y si prosiguió con su interés literario o solo fueron pinitos de juventud. Cuanto más pienso en la erupción mñas me horrorizo, no sé cómo tengo humor de imaginar estas vidas. Claro que todavía me horroriza más lo de las guerras balcánicas de hace ahora treinta años de su inicio, y en concreto de las matanzas de Srebrenica y el cerco de Sarajevo. Qué terrible visceralidad nacionalista se desató con la mirada a otro lado, e interesada, del resto de Europa. Y sin embargo, calma.

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  11. "Un hombre puede pasar a la historia por un solo libro", i "Un autor vale en cuanto hace de intermediario entre mundos desconocidos y el que habitamos". Em quedo amb aquestes frases!

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    1. Y supongo que se podrían deducir más interpretaciones, ergo...más frases. Salut.

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