viernes, 19 de junio de 2020

Se va el caimán...



En los aledaños de mi ciudad se ha producido un episodio  hipnótico. Digo hipnótico por buscar una calificación que se opone a la visión nítida y comprobada. Aunque ignoro quién será el hipnotizador o si simplemente lo que ha causado cierta hipnosis ciudadana es la coyuntura anormal que hemos venido atravesando desde mediados de marzo.  Durante días han estado buscando a un cocodrilo -algún osado llegó a decir que se trataba de un cocodrilo del Nilo nada menos- en las aguas del río Pisuerga en Simancas, cerca de la desembocadura en el Duero. Supuestos testigos dijeron que lo habían visto -o les había parecido verlo- y otros testimonios posteriores hablaron de que se trataba de una nutria. Pero como no se ha dado ni con cocodrilo alguno ni con nutria conocida todo ha quedado en una búsqueda infructuosa, a tenor de la prensa. Y uno tiene la sensación de que la serpiente de verano llegó en vísperas. Bien por alucinaciones de algún paseante, bien por el mono de no poder salir a hacer la vida normal que el estado de alarma proscribió, bien porque el espíritu viajero de un Salgari o un Conrad de la vecindad lo sugirió sin necesidad de adentrarse en ningún corazón de las tinieblas de cualquiera de las selvas que aún subsisten en el planeta.

Aviso a los navegantes. ¿Se producirán en el futuro más visiones no comprobadas como la del cocodrilo que se fue y no vino? ¿Habrá saurios, reptiles y patógenos múltiples entre la convivencia cívica? ¿No les basta a algunos las falsas noticias de las redes sociales, las fake inventadas con mala saña y peor intención por los envenenadores que alientan el odio o simplemente para satisfacer su estúpido ego con patrañas? Algo huele a cambiante en el entorno y no sé en qué dirección soplará el aire. A pesar de lo que la sacrosanta publicidad pregone que de esta salimos maravillosos y maravillados surgen tantas dudas. ¿Nos seguiremos fiando unos de otros como lo hemos venido haciendo hasta no hace mucho? ¿Daremos más pábulo todavía a la insensatez y al infundio? ¿Asumiremos un civismo y unos cuidados que se tienden a abandonar a la primera de cambio? ¿Cederemos a la hipócrita y negada pseudo argumentación de los partidos del odio y rendiremos nuestras armas e impedimenta de la razón y el diálogo? ¿Preferiremos vivir de lo fantasioso antes que afrontar la dura realidad de cada día? Me temo que va a ser un verano con mucho caimán suelto. Que no nos pase nada.



 

 (Fotografía tomada del blog El paseante)


22 comentarios:

  1. Por mucho que cambie el clima, y hasta por mucho que cambiamos con esta pandemia, que la estupidez humana no mejora, no creo que se llegue a ver un cocodrilo en el Pisuerga, mira qué te digo. Pero habéis disfrutado, y todos, soñando con ese bicho en un río español.

    Un abrazo y por los bulos, a falta de leyenda urbana de tirar por el desagüe una cría de cocodrilo :-)

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    1. Te aseguro que a la mayoría nos ha dado lo mismo que sea verdad o mentira. Es más divertimento de prensa que de preocupación colectiva. Me preocupan más las malas historias nada fantasiosas que vemos todos los días. Y la pandemia, ante todo. Un abrazo.

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  2. Más bien será, dada su provecta edad, un indiduo en busca de un lugar apacible, donde se viva bien y reine la concordia, para retirarse en su vejez. Lo cual indica que al pobre animal le notificaron mal el destino.
    Saludos.

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    1. Un ser etéreo en busca de la jubilación imposible, aunque quién sabe. ¿Te imaginas el reclamo turístico si criara la hembra por los ríos de la Meseta? Se mataría el gremio de hostelería y la Junta de Castilla y León por explotar lo que hoy díia anda tan en quiebra.

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  3. me acorde en leer la noticia de los llopis y su 'hasta luego cocodrilo'. Si hasta se han hecho camisetas.

    https://helenasubirats.blogspot.com/2020/06/hasta-luego-cocodrilo.html

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    1. Anda, me lo miro en breve. Cocodrilo de preverano, diría yo. Gracias.

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  4. dixit:
    ¿Habrá saurios, reptiles y patógenos múltiples entre la convivencia cívica?
    —No tengo ni la más mínima duda. Y encantadores de serpientes y fabricantes de chorizo y gilipollas pegando tiros a fotos, y, y, ...
    País... [se leía en la viñetas de Borges]

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    1. Así es y en abundancia. Tratando unos de hacernos la vida imposible y otros bailándoles el agua. País...y cierto paisanaje sobre todo.

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  5. En lo que estaban de acuerdo es que era aun saurio. No llegaron a concordar si era del Nilo el cocodrilo, o bien un caimán de la Florida, tampoco se supo si su linea era más propia al del yacaré del Orinoco, pero saurio, lo que se dice saurio, era.
    Lo vio hasta la propia policía local.
    Ahora nos hemos quedado sin cocodrilo autóctono, y sólo nos quedarán las tiendas de Lacoste, con mano de obra infantil para precios de muy adultos.
    Ya nada será igual.
    Un abrazo

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    1. Yo ya no me creo nada. Cada vez hay más mentiras y va a ser difícil discernir la paja del grano. Salvo que no pongamos atención ni oídos a tanta imbecilidad.

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  6. En pucela ocurre de todo

    Pobre Juana l loca que no puede deleitarse con el cocodrilo

    Saludos

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    1. Ocurre como en todos los sitios y acaso se cuenta hasta lo que no ocurre. De esta me vuelvo más incrédulo y escéptico que nunca.

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  7. Difícil responder a las preguntas que te (nos) haces... yo no tengo mucha esperanza de alcanzar una catarsis filantrópica o una especie de pentecostés revelador de verdades... soy un pesimista declarado y, casi siempre, me pongo en lo peor...

    Lo del cocodrilo, si no fuera por todo lo que movilizó en su búsqueda, sería anecdótico... pero, convirtiéndolo en metáfora, podría servirnos de aviso de cómo y hasta dónde podemos tomarnos los dichos sobre esto o sobre lo otro... so pena de confundir el criterio publicado con el criterio público resultante de la pluralidad de los criterios individuales que debieran emergen de la observación, la ponderación y la información (de la de verdad, sea propia o de fuentes fiables (quedan pocas))...

    No sé, creo que te dejo un comentario raro, pero ha salido así y así lo dejo...

    De todas formas, pienso que es mejor que fuera un error de vista a que sea un acierto y ande por ahí un cocodrilo que alguien tuviera de mascota... porque de todo hay en la viña del señor...

    Abrazo

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    1. Ya ves que lo del cocodrilo me sirve para extender la metáfora y convertir a esta en un cuestionario que no creo que podamos responder. Mis preguntas son quejicas y no necesitan respuestas inmediatas. Lo que sea sonará. Si tengo que corregir dentro de un tiempo mis dudas pesimistas lo haré. Ojalá. De momento temo la actitud colectiva con la situación pandémica de por medio. Y temo la sin razón que está ocupando el lugar del pensamiento en muchos conciudadanos. Gracias por las opiniones que aquí se emiten. Me siento arropado.

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  8. Ojalá se cumpliera entonces eso de se va el caimán... Creo que el camino está igual de fértil para cualquiera de las opciones y eso me da miedo. Tengo poca fe en nuestra capacidad colectiva de elegir la vía correcta y sí en nuestra habilidad para tomar el peor.

    Aquí en Santiago se anduvo paseando un puma. Sí fue visto, fotografiado, filmado y "rescatado" (espero que esté bien en su hábitat). Era precioso, impresionante. Ojalá al menos aprendamos a cuidar un poco más el planeta que compartimos.

    Besos

    PD. Tengo pendiente venir con tiempo a leerte. Tengo muchas ganas de saber cómo siguió la historia del Piri Poty. Me temo que antes de julio no pueda ser... Ojalá que entonces sí.

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    1. Lo que no sé si el puma tiene ámbitos cercanos a Santiago en otras regiones. Pero lo del cocodrilo por aquí...En cuanto a mamíferos en épocas de nuestros abuelos del Paleolítico hubo todavía especies impensables hoy día: bisontes, por ejemplo.

      PD. Eres muy gentil. Pero puedes tener un atracón, jaj. Gracias.

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  9. FACKEL:
    Mira, hace ya unos vente años, en un bareto de la calle Calabria, el del sr Paco, acérrimo del Español y anti-culé declarado, nieto del Sr Brú, fundador del equipo y creador de la primera camiseta (de color amarillo pues era la única tela barata que encontraron para hacerlas) en la Facultad de Farmacia de Barcelona en 1900, junto con otros cuatro más, en aquel bar, digo, conocía a una persona que era capaz de adivinar si le dabas una foto si el que señalabas estaba vivo o muerto. Angel, que era el nombre del adivinador, decía que era el aurea y que lo veía inmediatamente. No falló nunca y mira que le daban fotos para ver si se equivocaba. Pues este señor, un día me invito a su casa, en busca de un libro sobre las teorías de Hörbiger, libro que yo quería leer y que no estaba en las bibliotecas.
    Su casa estaba a escasos metros del bar, así que no me costó nada decirle que lo acompañaba. Paco, el del bar, lector impenitente a la postre que abogado, me dijo: te llevarás una sorpresa, aparte de una enorme biblioteca tiene otra cosa en el wc. No le di mayor importancia.
    Ya en el piso me quedé estupefacto. Todo eran anaqueles y libros. Todo. Y se fue directo al que yo quería. Tipo de memoria prodigiosa, pensé. Me hice con el libro y pregunté sobre lo que me dijo Paco.
    Me rogó discreción. Así lo prometí. Me llevó a un wc y allí me enseñó una bañera de aquellas grandes y antiguas, y dentro de ella...un caimán..si, un caimán, no se si pequeño o grande, desconozco las medidas de estos bichos, pero me acojoné, llenaba media bañera, y allí estaba en un tipo de habitat prefabricado exprofeso.
    Me fui por pies. No se que le daba de comer, ni como lo trajo, ni nada de nada y nada pregunté.
    A partir de ese momento fue un secreto entre Paco, el dueño del bicho y yo. Jamás volví a subir allí (tampoco Paco desde que lo vió la primera vez).
    Hace años se que el Sr Ángel falleció. Paco y yo siempre nos preguntamos que habrá sido del animal.
    Ahora la pregunta me la hago yo sólo. Paco también marchó hace un par de meses por la pandemia.
    Ya ves que no sólo en Valladolid hay cocodrilos y que no me extrañaría nada que hubiera alguno que hubieran dejado suelto al hacerse mayor y no poder tenerlo en casa.
    Un abrazo

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    1. Qué interesante anécdota, eres un pozo empírico. Desde ese punto de vista en efecto se han producido bastantes casos de escaparse animales, por ejemplo serpientes u otras especies, de casas -no ya fincas sino viviendas de piso con vecinos al lado- que tenían los propietarios. El comercio ilegal de animales existe e ignoro la legislación al respecto, pero no me parece de recibo tener animales de cierto calibre. En fin, ya sabes de qué es capaz nuestra especie "elegida". Lo intrigante es qué significaría para ese señor tan librario tener un cocodrilo en la bañera. Así que dejo la puerta abierta de que aquí haya sucedido algo análogo, pero como de momento no ha aparecido -ahora andan buscándolo infructuosamente por Tordesillas- pues suena más a imaginación o invención que a otra cosa. Pero tu anécdota me la apunto. No hay como los comentarios que dejáis por aquí los lectores de mis desvaríos o de mis devaneos, como lo veáis. Gracias, un abrazo.

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  10. Talvez seja verdade.. talvez seja uma manobra de diversão do verdadeiro problema...Infelizmente, as " fake news " alastram-se e provocam o caos que temos que evitar...
    Interessante.
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. O parte de la España surrealista. Quién sabe si no seguirán apareciendo cocodrilos, caimanes y aligátores...y no solo en las fantasías de los humanos. Salud, obrigado, Marta.

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  11. Puede que algún circo confinado y en crisis haya dejado al cocodrilo en libertad o igual se escapó.

    Y si nos fiaremos de los demás, no sé pero no hemos nacido para la rivalidad,la gresca, el insulto. No hemos nacido para estar encerrados. Todo eso es KK de vaca. Hemos pasado tiempos sombríos y el camino es aspirar a algo mejor y más saludable sin egoismos ni divisiones.

    Por un verano feliz que es lo que merecemos.

    Adriana

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    1. Yo creo que los circos no abandonan por las buenas nada, bastante tienen los pobres con subsistir, y sé de alguno que quedó varado por la cuarentena.

      No sé para qué hemos nacido, por saber no estoy seguro que hayamos nacido siquiera para eso tan propagandizado como la felicidad. Pero sé que la infamia, la agresión, la descalificación, la rivalidad y la competencia acompañan a la especie desde el principio de los tiempos. Y sobre todo desde que el nomadismo dio paso al sedentarismo tan disputado. No nos gusta estar encerrados por supuesto, ni valemos para ello aunque podamos adaptarnos hasta un cierto punto a ello. Aspirar a algo mejor, por supuesto, pero ¿cómo cumplir ese deseo que expones cuando ves gente que no lo pone fácil?

      Avanti el verano y a merecerlo.

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