sábado, 4 de enero de 2020

Leeré a Galdós para consolarme




Decidido. Voy a dedicar el año, o si soy menos presuntuoso diré que al menos las próximas semanas, a leer a Benito Pérez Galdós. No porque se cumpla su centenario de fallecimiento, que de eso ya se encargarán las editoriales y cuantos viven de eventos. Sino para contrarrestar el ansia montaraz y de espíritu de guerra civil que empieza a propagar la secular derecha española, amén de las piruetas del circo separatista. Debo entender, interpretar, aproximarme al conocimiento de esta España nuestra. Aunque me esté pasando toda la vida intentándolo. Ni me llevan al huerto los retrógrados del secesionismo ni los otros carcas que consideran al país, y su gobernabilidad, como finca propia. Estos, los de siempre, incapaces de admitir que puedan intentar gobernar otros que no sean ellos. Y lo que es peor, que tanto los hiper nacionalistas de un signo como los de otro están dinamitando las reglas de convivencia y de pactos constitucionales. Utilizan la Democracia, por muy formal que esta sea y por muy insatisfechos que nos deje a algunos, pero de momento no hay otra, para barrer hacia sus ambiciones y negocios particulares. Porque este es el fin que pretenden, aunque se justifique con ideas, valores o demagogias de difícil demostración cara al bien colectivo. 

En fin, leeré a Galdós, y principalmente sus Episodios Nacionales, para saber de ese siglo XIX que parece no haber desaparecido del todo del país actual. Y para consolarme. Solo el conocimiento racional aporta consuelo. Y comprensión. Las emociones solo sirven para justificar los desencuentros en que los españoles se embarcaron en otros tiempos y que da la impresión que ahora algunos pretenden perpetuar. Y para cometer tropelías con sus perversas ideas, que las venden como sublimes.


NB. Después de escribir este texto instintivo, he leído un artículo de Almudena Grandes en El País que me ha parecido inmejorable e imprescindible, adjunto el enlace:

https://elpais.com/cultura/2020/01/03/actualidad/1578059139_077727.html




23 comentarios:

  1. Una buena lectura que deberíamos seguir todos, a ver si aprendemos algo de nuestra triste historia y no cometemos los mismos errores que nuestros antecesores.

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    1. Gracias, Francesc. Toda la vida intentando entender y con esperanzas de que se iría cambiando. Pero hay muchos que quieren tirar al monte y encima involucrándonos a todos en sus aventuras. Ya quisiera, ya, que no cometiéramos errores. Yo lo intento, por lo que a mi parcela personal me toca.

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  2. Te deseo una plácida, provechosa y reconfortante lectura. Yo, por mi parte, voy a proceder a una próxima relectura que creo que sí, me ofrecerá confort, placidez y no creas, no... incluso provecho:
    Las aventuras de Tintin

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    1. También te la deseo a ti. Pues como decía uno de mi pueblo: que todo lo provechoso sea de provecho que aproveche.

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  3. Magnífica idea. Eso es algo que siempre tuve pendiente y siempre deseé leer. En cuanto me pase por la biblioteca “te copiaré”!

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    1. Creo que muchos tenemos cuenta pendiente con la lectura de Pérez Galdós. Ahora que somos mayores a lo mejor nos empieza a interesar. Buen copie.

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  4. Buenas tardes:
    Para mí leer a Galdós es siempre una buena elección, y comparto contigo que no es necesario hacerlo por conmemorar aniversario alguno. A mí me ocurre como a ti, leo algo por motivos personales. Las modas o incitaciones no me afectan, o eso creo.
    Un abrazo.

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    1. Es que hay que leer solo por motivos personales. Por lo que nos pida el cuerpo, en el sentido más extenso del término. Por nuestras necesidades de gozo, de conocer, de vivir otros mundos y otras épocas. Sobre la marcha, y siendo receptivos a sugerencias e imprevistos. Pero lo mío no es leer por moda ni por mandato. Te comprendo, Undine, ya lo creo, un abrazo.

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  5. Qué buena idea, Fackel. Además de repasar la Historia, podrás disfrutar de uno de esos escritores de los de antes, de los que escribían tan magistralmente.

    Un beso lector.

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    1. Conozco historiadores que recomiendan leer a Galdós y sus Episodios Nacionales para entender la historia del siglo XIX y la realidad española. Ya dice mucho ese criterio. Y tal como se manifiesta la política interior en este país no hay más remedio que seguir prospectando en el pasado para ver desde dónde vienen los males, o las limitaciones, o la desafección a entender la política como algo noble y participativo. Etcétera, el tema nos llevaría lejos. Gracias, Eva.

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  6. En fin, hay periodistas (y políticas como la canaria Oramas) que exponen mejor que yo lo que hay en el panorama:

    https://www.vozpopuli.com/opinion/sanchez-investidura-erc-opinion-gregorio-moran_0_1315369445.html

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    1. Lo leeré, pero relativizaré, porque todo el mundo se está prestando a echar mierda sobre mierda, y en la porqueriza habitaremos. Malos tiempos, y no se ve que queramos que sean mejores. El Norte está perdido.

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    2. https://elpais.com/cultura/2020/01/03/actualidad/1578059139_077727.html

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  7. Leer para constatar que no hemos cambiado nada, que no hemos aprendido las lecciones que la historia nos da. Y así, volver a cometer los mismos errores que cometimos. Qué pena de país y qué desatino el de los que crispan la vida pública. Asco de patriotas de pacotilla.
    Saludos, Fackel.

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    1. Ratifico tu opinión. Supongo que habrás leído el artículo de Almudena Grandes. Me ha parecido muy preciso y una síntesis de lo que venimos arrastrando desde el XIX. Saludo y calma.

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  8. Es uno de mis autores de cabecera, lo leo una o dos veces al año. Ahora en estos momentos, estoy con La fontana de Oro. Y aconsejo vivamente la lectura de Chaves Nogales y sus crónicas parlamentarias de los años treinta. ¿Será verdad eso de que la historia no es lineal, sino circular?

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    1. Chaves Nogales fue un periodista brillante, de cuando periodismo significaba algo más que gacetillero. Y que con buen tino vio las dos Españas y tuvo dificultad para situarse porque no era entendido por los radicales. Al final, muerto en el exilio, ignorado en un cementerio de Londres. Precisamente hay una recopilación de textos suyos con el título de "¿Qué pasa en Cataluña?" A mí me gustó y me espantó sus relatos de "A sangre y fuego". Y también "El maestro Juan Martínez que estuvo allí", donde desarrolla de modo crítico cosas interesantes de lo que fue viendo en la Rusia soviética. Pero tiene más obras, que aún no he leído. Afortunadamente se han editado muchas obras en los últimos años de la mano de editoriales andaluzas y también de Libros del Asteroide. Pero aviso: es duro y no se anda con chiquitas cuando narra sobre sucesos de la guerra civil.

      Gracias, Marga, sigamos con nuestras lecturas galdosianas.

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  9. Se entiende mucho mejor lo que pasa, y hasta qué punto es un país con historias que no acaban con sus fantasmas, como bien titula en sus Episodios de una guerra inacabable Almudena Grandes, ese paisaje de dos españas, de luchas fratricidas y de gente que no acaba de instalarse en el tiempo que les toca vivir.

    Lectura perfecta e inspiradora. Por una columna de opinión magnífica que nos traes. Un abrazo

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    1. Sinceramente pienso -y de paso hago autocrítica, no obstante haberme interesado siempre por textos sobre Historia- que somos unos ignorantes voluntarios de nuestro propio pasado, Historia o vida y milagros de nuestros antecesores. Somo unos ingratos con el valor de la gente que ha aportado en este país -científicos, literatos, administradores honestos, etc.- y cierta masa sigue al toque de pito de los demagosos simplones y analfabetos (menos en barrer para sus intereses) que enarbolan sus banderas, incluidos los que niegan parte de su Historia, léase catalanistas o neofranquistas. Menos mal que hay un legado de pensamiento y textual importante que siempre nos inspirará y nos redimirá...si queremos aprovecharlo, claro. Salud.

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  10. Muy cierto. Me viene a la mente una caricatura de "La Flaca", un folletín satírico del Sexenio, donde dos señores (el republicano centralista y el federal) tiran de los brazos de una joven, hasta el punto que parece vayan a desmembrarla. Esto les pasa a los autoproclamados "demócratas". Nada cambia. Y precisamente estoy leyendo "Los cien mil hijos de S. Luis", uno de los episodios nacionales y nada más empezar, dice la protagonistas: "Cada cual pensaba de distinto modo, y ninguno cedía en su terca opinión. A esta variedad en los pareceres y terquedad para sostenerlos llamo yo enjaezar los entendimientos a la calesera, es decir, a la española." ¿Cómo es posible que después de transformaciones sociales, económicas y políticas tan profundas un país cambie, en esencia, tan poco?
    Aprovecho para desearte un feliz 2020.

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    1. La pregunta final siempre me la he hecho. Con la cantidad y calidad de cambios vividos en España, incluso en gran parte de carácter de costumbres y de mentalidad abierta, y sin embargo en cultura política seguimos siendo por un lado ignorantes y por otro mal intencionados. Falta de tacto, de temple, de respeto, de conocimiento. Siempre envidié la cultura política francesa, por ejemplo. O la norteamericana. Aquí es reducida, tanto entre la población como entre los que van de diputados y senadores. Y lo curioso es que determinadas fuerzas tradicionales sigan estando presentes capaces de condicionar y tratar de bloquear las reglas del juego democrático. En fin, agradezco tu opinión, me siento menos solo con lo que comentáis. Remito y me remito a Cernuda (y a Machado, y a Hernández, y a Lorca, y a León Felipe y a Espriu y a...)

      En efecto, buenos deseos para 2020, a pesar de ka que nos cae encima.

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  11. Fáckel:
    hace unos años, dos o tres, me leí Todos los Episodios Nacionales. Fue un gran esfuerzo, la verdad, pero mereció la pena.
    Me dejó una gran tristeza porque es casi, casi como ahora.
    Me llamó mucho la atención ver aparecer a lo largo de todas las novelas apellidos que siguen estando ahí: Miláns, Botín y otros muchos más que ahora no recuerdo.
    Los "indepes" deberían leer el Episodio "Gerona" con "e".
    Los "indepes" vascos deberían leer los muchos episodios que transcurren por esos territorios.
    Todos los políticos deberían leerlos.
    Salu2.

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    1. ¿Todos? Mira que son legión...Todos los españoles, de la víscera o la racionalidad que sea, deberían leerlos, sí. Y más autores. Machado es como un profeta. Y hay más, pero los relegamos. Los españoles somos ingratos. Salud y Reyes Magos.

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