jueves, 21 de noviembre de 2019

Naida. Oscuros pensamientos nocturnos del hombre




Aquella noche el extranjero no podía dormir. No acababa de dar crédito a lo que le había dicho el zampón de Petar. ¿El taller cerrado porque Emina se había marchado a Tuzla? Precisamente la escultora se hallaba volcada en la fase final de una obra en la que ponía especial empeño. El municipio le había encargado hacía tiempo una escultura que evocase a Edin Gorik, el poeta al que uno de los francotiradores cazó con insidia durante el asedio. El mismo que había sido amado por Emina y cuya muerte la había afectado tanto. Emina, concienzuda y resuelta, le había explicado un día al extranjero que aquel encargo era un desafío. Que necesitaba toda la concentración posible para representar al poeta sin que detrás de la escultura pudieran detectarse la angustia y el rencor que le habían embargado a ella durante tanto tiempo. Aunque todo el mundo supiera del vínculo entre el poeta y la tallista la obra tenía que estar por encima de la historia personal de ambos. Incluso más allá de la tragedia. Emina había comentado a su amigo cómo buscaba que la escultura contuviera exclusivamente un carácter poético. Se trataría de rematar con la piedra la obra literaria incompleta del autor. Expresar la personalidad vital de Gorik. Ella quería, y vibraba al hacer la confidencia, que el mármol pariese análogos anhelos a aquellos conque el amante muerto visualizaba los acontecimientos y las pasiones de la vida. La piedra y sus manos. Sus manos y el impulso. El impulso y la técnica. La técnica y la transformación. Con estos términos precisos Emina había revelado a su último amante el proceso de creatividad de la escultura. El desvelo sufrido le hacía recordar al hombre. Es más, incidía, con una intención que a él mismo se le imponía, en el significado para Emina de aquella escultura con la cual, y ella había insistido tanto, clausuraba para siempre una etapa amarga y difícil de su vida.

El hombre miraba desde la cama la ventana que daba a las laderas pobladas del monte, captando del exterior una luz difusa, tibia. Los primeros copos distrajeron sus pensamientos obsesivos. Se levantó, envuelto en una manta, a contemplar la nevada desordenada y transversal que iba posándose sobre los tejados. Las cornejas llevaban ya desaparecidas varias horas, en cuanto la noche había tomado el vecindario. Él, buen observador de los detalles que completan el mundo de los humanos, echaba su compañía de menos. ¿Es la nieve o la oscuridad las que las aleja?, se preguntaba con la ingenuidad de un viajero novato. Si las cornejas hablaran de aquella guerra inicua... ¿Conocerían esos pájaros al poeta? ¿Verían a los dos amantes correr a sus encuentros habituales? ¿Presenciarían el momento fatal en que el asesino de amores de la ciudad aniquiló para siempre uno de ellos? Las pesadillas, con ser caóticas e incontrolables, con generar inquietud e impotencia en el durmiente, son más benévolas que los pensamientos cruzados de una noche de insomnio. La nieve iba borrando el paisaje exterior y el extranjero se enredaba en la confusión nerviosa. Pensaba: no puedo creer que Emina, apremiada por terminar la obra, traicione sin embargo la memoria y el sentimiento que le llevaron a asumirla con todas las consecuencias. ¿Por qué se habrá ausentado sin decirme nada?

Pero la noche, que todo lo mixtifica y desbarajusta también echa los dados. Se acordó, con una relativa mala conciencia, de Naida. Expulsó el vaho de su boca contra el cristal de la ventana. Trazó parsimonioso una espiral con el índice y suspiró. Sólo se le ocurrió concluir: qué distintas son. 



(Fotografía de Inés González)

18 comentarios:

  1. Quizas Emina tuvo que ausentarse porque el dolor al hacer la estatua era muy fuerte y necesitaba distanciarse.
    Salu2.

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    1. Hay dolores que distancian. Los pensamientos son turbulencias en medio del desvelo.

      Buena lluvia de viernes, Dyhego.

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  2. Para un verdadero artista, intentar crear algo tan sentido como esa estatua separando alguna de sus más íntimas emociones, debe ser imposible y frustrante. Creo que se alejó ante esa dolorosa impotencia. Además en el proceso, por supuesto sé reavivaron las heridas por su amante asesinado. Tal vez no vuelva nunca. Un abrazo

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    1. Oye, muy buen recorrido de una de las protagonistas. ¿Será que no se fía de sus propias emociones a la hora de crear algo que evoque al poeta? ¿Tratará de diferenciar su vida personal de la que le exige el municipio al encargarle la escultura? Ay, pero si no vuelve, ¿tendrá el narrador que abandonar el relato? Bien, Neo, bien.

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  3. Un sabio economista siempre decía que la verdadera salvación radicaba en la diversidad. A nivel de simple salud física me fue muy bien, pero claro, va en contra de demasiados intereses establecidos. Sin embargo.....
    Me resulta curioso que todas las hembras que conocen al protagonista de tus narraciones estén dispuestas a interactuar físicamente con el, o que este lo asuma tan fácilmente. También me resulta demasiado sospechoso pues es algo que solo se da entre machos dominantes del reino animal y lo demuestran luchando y eliminándose entre sí por dicho privilegio endorfinico.
    En ciertas culturas no occidentales, salvo en el caso de los mormones, que yo sepa, también se comparte varón básicamente por motivos económicos; pero ello se oculta al pueblo con subterfugios culturales para que este no se percate que está siendo manipulado.
    Sin embargo las mujeres prefieren asociarse entre sí y repartirse no solo la prole sino las limitaciones y manías del macho dominante de turno. Aunque el género masculino popular haya proyectado sus propias rivalidades sobre ellas, pobrecitas serán las que lo hayan admitido,
    En clave femenina antigua resultaba básico sacar adelante la vida de la que eran portadoras y responsables. Las hembras sabían bien que para ello se requería mucha colaboración. ( Inversión biológica en términos psicológicos)
    Hasta no hace tanto el género femenino infravalorado socialmente necesitaba compartir los bienes, que habían de ser profusos, porque no los podía generar per se sin echar mano de su anatomía con los consiguientes riesgos. Además sabemos por experiencia que para reproducir y criar de manera sana se necesita mucha seguridad así como para mantener la prole (ahora se tiende a depender de los abuelos y mientras estos sigan anclados en emociones familiares, las actuales generaciones se irán librando de dificultades más limitadoras aún, si cabe )
    Ya sabemos que lo biológico se sigue interpretando de distintas maneras según culturas y economías en los tiempos presentes, imagino que porque la biología forma parte de nuestro sustrato intrínseco. Sin embargo, dada la encrucijada espacio-temporal que nos ha tocado presenciar, parece hoy en día y por regla general a nivel de simple placer que las hembras liberadas prefieren la tecnología sexual a las emanaciones biológicas ( En Japón también ocurre entre muchos varones) salvo que se trate de tan desafortunados seres que necesiten sentirse valorados de cualquier modo por los demás .... y ello parece que a demasiados poderes les conviene denominarlo educación. Cuando la verdadera educación a mi persona le parece que consiste en no violentar de modo alguno a seres ajenos.
    Ay que pena que se haya tenido que convertir en arte tanto guerra como defensa!

    Contra el desvelo nocturno contaré lo que se: llegar a la cama rendido y al desvelarse no pensar sino inmediatamente tomarse una infusión calentita previamente depositada en un termo junto a la lectura elegida junto al lecho O escuchar musiquita agradable con la infusión calentita en el estómago y bien abrigado. Jajjj o escuchar a alguien declamando con una voz monótona.

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    1. Vaya tratado tan profundo de temas antropológicos, no podría llevarte la contraria, me desbordan. De todos modos lo aparentemente general no sirve para aplicarlo a todos y cada uno de los machos y hembras de la especie que, si bien conocen los usos y rituales ad hoc pueden generar los propios, por eso mismo por el principio de la diversidad. Tal vez el escape que nos proporciona la variedad de enfoques en las relaciones de todo tipo sea lo que nos salve y al que no le condena al aburrimiento, como poco.

      Los desvelos nocturnos, a título de cada cual, con infusión, sin ella, con lectura, con quehaceres domésticos, con salidas autoeróticas...Ninguna es la solución al cien por cien, pero algunas funcionan.

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  4. Las personas que se dedican al arte o a la literatura no suelen ser personas normales y corrientes. Y tienen reacciones que no todo el mundo entiende. La escultora es una de ellas, probablemente.
    Un saludo.

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    1. No digo que no, pero en algunas personas comunes también he observado reacciones inesperadas y que no han sido entendidas. Algunas excesivamente radicales, de las que nadie puede después dar explicaciones.

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  5. El final no lo entiendo bien. ¿Desde cuando no se puede interrumpir un proceso creativo sin traicionar nada y retomar cuando se quiera?

    Buen finde.Adriana

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  6. Ostras ya me había olvidaba de esas salidas, que generalmente funcionaban. Ya ves a qué atrofia somete natura a mi biología, anda y que cómo extrapole, apaga y veámonos, y no pienses que me auto flagelo voluntariamente. Se trata de simple coherencia personal mientras aún pueda: exigirme a mi misma en la misma proporción que proyecto al exterior. Me parece cuestión de justicia, verdad?

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    1. Por supuesto, pero es un tema, como muchos otros, del que solo cada cual sabe cómo adaptarse. Todo sea por el bien integral del individuo, o al menos para capear un nerviosismo que desvele.

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  7. Goethe dice que "la noche es la mitad de la vida, y la mejor mitad"

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    1. No le falta razón, a mí siempre me ha parecido que el sueño -supongo que es al sueño al que se refiere Goethe- es espléndido porque nos libra de responsabilidades y compromisos directos, aunque nos haga pagar con pesadillas a veces, pero siempre premiando con la limpieza de nuestro disco duro. Y si Goethe se refería a que por la noche escribía mejor y tenía ideas más exactas para su trabajo pues lo entiendo también.

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  8. Me gusta mucho tu manera de contar, Fackel. Este relato tiene ritmo de blues.

    Imagino esa nieve cayendo desordenada y la ausencia de las cornejas que empata con la ausencia de Emina, un poeta asesinado, un encargo ¿perverso? ...

    ...Un hombre insomne envuelto en una manta que observa el mundo desde sus ¿expectativas? No sabemos si ve lo que ve o lo que quiere ver.

    Un beso,

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    1. Pues mira, me aportas un dato en el que no había pensado, en el ritmo de blues, pero en Sarajevo te asomas a la ventana y todo es nieve en invierno y es frío y duro y la tristeza de una oscuridad que va llegando lentamente...incluso antes de las horas.

      "No sabemos si ve lo que ve o lo que quiere ver", me parece una buena clave. ¿No es demasiado familiar? ¿No nos sucede con frecuencia a todos?

      Bien estar, Tesa, gracias.

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  9. Una obra inacabada también puede ser un final para una obra interminable si lo que debe ésta significar va más a allá de lo que está "en las manos del autor" que debe realizarla.
    (Qué buen texto)
    Saludos Fackel.

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    1. Cierto, cierto. No todo tiene por qué ser lineal, de hecho todas las obras -incluso las consideradas grandes- podrían continuarse siempre, otra cosa es el agotamiento del autor. Gracia, Sandra, continuaremos, aunque sea a días alternos, jaj. Salud de festivo.

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