Hay tardes como esta que huelen ya a otoño, libres de exigencias, huérfanas de compromisos, algo que es una suerte, tardes de desconexión. Paso lento de horas en que no apetece acordarse de nadie, ni repasar qué hay que hacer al día siguiente. Tardes en que se hace necesario relegar los males, abandonar los agobios, desechar cuitas. Entonces te arriesgas a escuchar músicas que normalmente no oyes, músicas que tienen su carácter, porque el mundo es grande y el mundo ha parido tantas expresiones de sonidos como de palabras y quieres sentir cómo se fusionan en cantos. Es de pronto atractivo dar con grupos como L'Arpegiatta, al cual me entrego esta tarde.
Te acompaño, aunque sea desde otro UHF, porque el mío no anda ni creo tiene ganas de hacerlo por un tiempo.
ResponderEliminarSalut
Miquel
Pues con calma, como dice un comentador caminemos respirando...y yo añado: y también pensando.
EliminarHe visto y escuchado a Lucilla Galleazi con su compañero Gianluigi mientras estaba en la bañera en un baño tibio. Me ha maravillado la gracia y la calidad de esta orquesta así como el dúo de los dos protagonistas. Sin duda, divertido y alegre, para aventar miasmas. Saludos.,
ResponderEliminarHay bastantes cosas de L'Arpegiatta por la red, su jefa Christina Pluhar hizo un trabajo admirable al reunir el conjunto.
EliminarMírate esta, si no la conoces:
https://www.youtube.com/watch?v=EZ-VsKB_tNw
Agradezco esta sintonía tan hermosa y esa combinación que, dada mi ignorancia, desconocía.
ResponderEliminarGracias por tan hermoso aporte.
Saludos.
Oye, que yo tampoco la conocía, pero si hoy hemos disfrutado -ya no sabido, que es de por sí disfrute- con algún canto nuevo seguro que nos ha hecho bien. A por el lunes.
EliminarEn mi caso, cuando la tarde es la típica de otoño, lánguida y pasada por agua (asco de gota fría), para no caer en la melancolía depresiva, opto preferentemente por algo más movido: jazz fusión, rock... A mí me funciona. Me anima. Sobre gustos ya sabes.
ResponderEliminarSaludos.
Pues es otra alternativa en el mismos ámbito de animarse. No lo descarto en absoluto, pone las pilas que da gusto. Pero me gusta arriesgarme a encontrar lo desconocido.
EliminarY eso que la pieza que nos brindas es animada y simpática, además de dramatizada.
ResponderEliminarTiene un componente de música tradicional popular italiana con elementos jazzísticos, la fusión es así y bienvenido cuanto anime a la emoción personal.
EliminarEl espíritu necesita alimentarse también y salir de las rutinas, para conectarse a otro nivel.
ResponderEliminar:)
Un beso.
Es que como nuestra psiqué no se anime mal lo tendríamos. A veces hay que respirar otros aires y pararse, dejar de lado lo que incordia. Por ahí iba mi abandono dominical. ¡Gracias!
EliminarAh, Lucilla Galleazi, la he escuchado varias veces pero nunca en directo, es todo vitalidad.
ResponderEliminarA l'Arpegiatta los he escuchado en directo, son muy buenos.
Salud
Francesc Cornadó
De Lucilla no sabía nada, pero el azar de andar por el invento internet tiene sus compensaciones. L'arpegiatta es un conjunto muy logrado, veo vídeos con frecuencia, ya que hasta la fecha no he tenido la fortuna que tuviste tú de verlos en vivo. Me alegro.
EliminarLa música cabe en cualquier momento, instante, estación, duda, alegría, etc... y si es una tarde que huele a otoño y dónde uno/a pide desconectar de todo y de todos/as pues es un placer que hace doblete o triplete:).
ResponderEliminarEspero que lo hayas disfrutado
Besos
Por supuesto, la música, los cantos, el baile...sirven para aislarte del mundo cotidiano, pero también para entrar en otros. Un placer en sí mismos, un acierto necesario.
EliminarTardes así nos llevan hacia adentro. Hace tiempo procuraba que coincidieran en domingo. Ahora llegan de forma extraña y las echo de menos.
ResponderEliminarUno, que cree caminar hacia lo previsto se suele encontrar de vez en cuando con fenómenos improvisados. En fechas indeterminadas, en lugares inesperados, incluso en el cuarto más habitual donde practica sus lecturas.
EliminarTodo un hallazgo!
ResponderEliminar¿A que sí?
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