viernes, 16 de agosto de 2019

Naida. Las marcas de la ciudad




Naida no me ha traído a esta calle a propósito. Además hay muchas calles cuyas paredes hablan y no olvidan. Es parte del paseo por el barrio de su niñez. Los impactos en los muros desaparecerán algún día, dice, pero me pregunto si lo harán las marcas profundas y dolorosas de los hombres. Las obras de construcción pueden eliminar vestigios antiguos e inservibles, pero para que en el corazón de los habitantes de la ciudad se eliminen estas huellas funestas hará falta más tiempo. No solo tiempo, sino también superar viejos recelos, converger intereses, ceder en las mentalidades obtusas en las que muchos creen protegerse. Ojalá todos pensaran como tú, la apoyo. Ella me ignora, se siente inspirada, motivada por la memoria. Junto a esta pared jugábamos de niños. Uno de nosotros se apoyaba ahí, se tapaba los ojos y tenía que contar diez o veinte, según, mientras los demás corrían a esconderse. Qué ironía, al que le tocaba solíamos decirle que era el muerto. Te toca ser el muerto. Yo creo que la frase hería a todos, y solo se reducía su afección cuando todos habíamos pasado por muertos. Mi amigo Edin era de los más torpes, repetía con más frecuencia que otros. Aunque yo tenía la impresión de que lo hacía a propósito para ir a buscarme al callejón trasero o tras los álamos y decirme algo en secreto antes de descubrirme a los ojos de los demás. Supe hace poco que un día quedó para siempre atrapado en el escondite tramposo y cruel que tendieron los que asediaron la ciudad. Su madre se echa a llorar cuando me ve. Naida suspira. Dos obreros en bicicleta que venían en nuestra dirección se apartan del muro, como un reflejo de espanto. Uno de ellos la reconoce y la saluda a distancia. Naida, apártate, es un lugar maldito, la grita. Los malos recuerdo siempre son malditos, murmura la mujer para mí.  



(Fotografía de Inés González)

13 comentarios:

  1. El juego literaria entre la imagen de la pared llena de impactos de bala con el juego de niños en que decíais que eraís "el muerto" llena de ironía y horror el relato que se enriquece por dicho enlace de ideas. Esos son muros del espanto, la mayoría han desaparecido: las tapias de los cementerios y las cunetas eran escenario de semejantes ajustes de cuentas. Queda alguno, como el que expresa la fotografía. En Barcelona, en la plaza de Sant Felip Neri hay un pórtico de la iglesia lleno de impactos cuyo sentido no sé si lo conocen los muchos turistas que por allí pasan, pero a mí me parece siempre siniestro, huella de conflictos que nos enfrentaron a muerte, y que anhelo que no vuelvan a producirse, aunque el espíritu guerracivilista sigue siempre vivo en nosotros. Muy bello el texto. Saludos.

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    1. Cuando viajo a Barcelona y doy mis paseos por todas partes siempre recalo en esa plaza y me dice más ese muro ametrallado que cualquier otro monumento. Siempre me hace reflexionar. No recuerdo si hay alguna placa que explique el ametrallamiento. He leído por alguna parte que fue efecto de un bombardeo franquista sobre Barcelona y que hubo bastantes muertos. Estoy contigo en la reflexión, totalmente. Nunca más, que diría la frase tópico. Si no fuera porque se alienta tanto guerracivilismo, que no es pensamiento sino antítesis del pensamiento... Mantengamos el anhelo de que no vuelva a repetirse en cercanía. Algo que en Sarajevo no tienen claro aún (hace no mucho había gente que conservaba armas todavía y de vez en cuando les daba por hacer hablar al gatillo) Gracias, Joselu, saludo.

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  2. Qué dura resulta la vida para demasiados ....y peor aún que se enteren, quizás por ello el nihilismo resulte refugio de desagradecidos que piensan.

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    1. El refugio nihilista puede ser bastante egoísta, ¿no? Mejor no conocer lo que otras conocieron, allí y aquí y en tantas partes. Cada vez que veo imágenes de ciudades sirias, por ejemplo, me espanto. Y pensar que habrá quienes harán negocio con la reconstrucción de dichas ciudades...

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    2. Nadie está exento de cierto egoísmo porque resulta el primer mandamiento de la vida para sobrevivir en ella. Sin diferenciación aparente pocos miembros actuaríamos a modo de abejas, menos aún con creencias personales.
      Ya conoces lo del palo y la paja. De ahí , quizás, ese dicho consolador de que “dios se lleve a los mejores”, imagino.
      Otra cosa es percatarse de la diversidad y asumirla , o soportarla y se distorsionen los conceptos según conveniencia para tal fin. Lo peor es cuando el hartazgo invade y ya no se puede tragar nada más, pero existen diversidad de digestivos y digestiones de muy diverso orden, características y tamaño., extrapolemos; mejor chitón y obrar en consecuencia que obras son amores.....no? y las palabritas se las lleva el viento y vuelven en forma de bumerán.

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    3. No solo nadie está libre de egoísmo sino que algunos construyen un ídolo con su ego. También es verdad que la sociedad lo propicia. El ego con un determinado grado de autoestima sirve para la vida cotidiana. Hay quien va más allá y ya les vemos subidos a poltronas de deficiente oratoria. Pero ni se les ve ni se les oye con oratoria de conocimientos, ni hacen ni dejan hacer, ni son los mejores, en definitiva. En la gobernación de las sociedades actuales no brillan los más aptos, se da paso a mediocridades, no por sus limitados saberes sino por su incapacidad para obrar conforme al bien. Y llega lo que llega poco a poco: el extremo de la ignorancia que ni sabe, ni piensa, ni cree en nada que no sea su ego y sus mitos torpes y desgastados.

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  3. Me ha impactado este relato. Mi Eva ratón de biblioteca es desde hoy fan absoluta tuya.

    Un beso lector.

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    1. ¿Y qué digo? Que cada uno siente las cosas de una manera cuando es receptor, gracias Eva ratón, siquiera por ser tan sensible. Salud.

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  4. Tengo unas fotos actuales de detrás de las tapias del cementerio de Can Tunis (Montjuïc). Si uno es curiosón como yo, podrá pasear tranquilamente esos tres cientos metros largos que acompañan en paralelo a la calle Mare de Deu del Coll. Obvio decir que es un paseo desagelado, con unos vente o trenta metros de cesped, desde lo que es la pared a lo que es la calle propiamente dicha. No hay acera, sólo cesped.

    Si te acercas a lo que es el portal de entrada, el de Zona Franca, cuanto más cerca más señales de proyectiles impactados. No he puesto nunca esas fotos, se que las que dieron mataron y, las que no dieron intentaron hacerlo.
    Barcelona tiene muchas heridas desconocidas y prefiero que sigan existiendo sin que nadie las señale, porque el problema es la utilización de las mismas para bien propio, y en ese juego no participo.
    Un abrazo

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    1. En todas partes ha habido huellas de deflagraciones, eso es señal de que la destrucción fue relativa. ¿Quedarán restos de metralla o de bombas en Berlín? Supongo que no, fue arrasado. Pero no se trata de valorar el tema por calidades ni cantidades. Ya la intención siempre es injusta y la ejecución resulta totalmente abyecta. Un abrazo.

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    2. Sí, en Berlín quedan me parece los restos de la iglesia votiva de la Kurfürstendamm, la calle chic de la ciudad. Y en Hiroshima -barbarie demencial- queda la cúpula de una obra realizada en 1915 para una exposición comercial. Ambos restos son recordatorios. Pero hay imágenes más recientes en que la población paga el precio de la guerra.

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  5. Es tan dura a veces la vida, Fackel, los duros recuerdos a veces se incrustan en la piel del alma.

    Me ha gustado tu texto.

    Besos.

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    1. Por supuesto que la vida no es de rosas ni nadie nos vamos de rositas aunque a veces vivamos en una huida hacia adelante veloz. Quien más o quien menos acumula recuerdos y el que no los tenga debería escuchar a quienes los transmiten. Para eso existe también -o sobre todo- la literatura. Gracias por pasar y comentar, María D.

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