Cuánto aprecio la dignidad manifestada no solo en algunas personas sino sobre todo en serviciales y fieles objetos que nos rodean. Estos nunca nos defraudan, hagamos un uso prudente o desmedido de ellos. Digamos que están provistos de un virtuoso sentido de la fidelidad y del compañerismo que no siempre percibes en el género al que perteneces.
Efectivamente, no se sabe apreciar cuán dignos son objetos des-apreciables que no despreciables.
ResponderEliminarGracias Fackel.
Saludos.
Naturalmente, el tema también nos lleva a considerar nuestra fidelidad obligada respecto a ellos. Entrar en un wc en que se ha terminado el rollo puede resultar de invocaciones y no precisamente piadosas.
EliminarOjo, que este objeto a veces parece una lima del nº5 ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarJaaa, mientras no sea una navaja albaceteña...Acuérdate de aquellos rollos de El Elefante que había en otros tiempos.
EliminarObjetos minusvalorados que son totalmente inprescindibles.
ResponderEliminarUn saludo.
Y tanto. Y si no, piensa en cómo reaccionamos ante su carencia: nos dejan en la orfandad.
EliminarAhora ya empiezan a comercializar "inodoros" (menuda palabreja) con choro de agua incorporada, los anuncian en la tela bajo el eslogan "Si lo limpiamos todo con agua...." recordad en mas de medio mundo no se usa papel (Paises musulmanes o el subcontinente indio), así que a practicar "si quieres que te lo coman lo tienes que presentar limpio", Os adjunto un post de mi negocio para que sepais que eso de lavarse viene de antiguo. http://sestienda.com/new/108-higiene
ResponderEliminarPor cierto ya lo vais a leer por aquello de la curiosidad que os embarga lo desconocido dejadme un comentario de valoración mas que nada para saber .Un abrazo a tutom !!
Qué lío, habrá que hacer un curso para entender toda esa complicidad de tu negocio. En fin, la higiene bien vale no una misa sino una inodorización (qué palabro)
EliminarFackel llevo ya 39 años con un negocio pionero en España, podría contar muchas cosas jugosas de mucha gente, piensa en que traía de Mexico libros como Las memorias de Adriano y similares antes que las descubriera Guerra, y así con todo. Ahora todo es mas simple, pero en los años 80 esto era un erial,y muchos clientes acudían a mi para conseguir libros que era imposible leer en aquella España. Pero no hará falta apuntarse a ningún curso,Un abrazo !!
EliminarPues imagina en los 60 y 70 cómo era el país. Recuerdo cómo nos llegaron al grupo de amigos/compañeros -y no recuerdo por qué vía- una colección completa de libros de Ruedo Ibérico nuevos, o muchos de editorial ERA, no sé quién se la jugaría. Ahora bien el placer de recibir aquello no tiene parangón, solo los que teníamos hambre y sed de saber algo -y algo diferente a las versiones oficiales- y de hacer algo -aunque no cundiera el esfuerzo a la larga- podemos valorar la calidad y cantidad de gozo que nos proporcionaba tamañas recepciones.
EliminarAsí que mi admiración por todos los pioneros que en algún momento han sembrado en campo yermo como fue este país, cuando no cementerio.
Sin duda que, en general, amo más los objetos que a los seres humanos. Puedo entender la devoción que tienen los japoneses por sus mascotas robóticas. Los robots no son tan absurdos como nos parecen ahora porque los robots nunca tendrán libre albedrío. Los seres humanos somos decepcionantes, yo el primero.
ResponderEliminarMe haces pensar si no será porque no acabamos de saber si somos objetos o sujetos...Tanto los sujetos como los objetos tienen un precio. Puestos a considerar las relaciones humanas como mercantiles, acaso tengas razón y sea menos complicado amar los objetos. Lo que pasa con mucho de estos es que nos recuerdan constantemente a otras personas, sobre todo si son objetos-recuerdo.
EliminarObjetos, objetivamente hablando, son de mi agrado, solo proyectan empeños humanos, ay no sigo que mi perorata sería más que aburrido en el mundo alternativo.
ResponderEliminarBueno, los objetos tienen múltiples rostros, tanto si son físicos como psicológicos o emocionales son creación humana.
EliminarReferente a la imagen, cuántas veces .... con papel de periódico partidico ad hoc y “pinchao” en un alambre, papel elefante incluido, caramba. Ah y cada ano particular requiere un papel ídem, según anatomías!
ResponderEliminarHuy, acaso hoy se puede elegir papel ad hoc para superficies más o menos delicadas, pero en aquellos tiempos recuerda que el papel de periódico cundía. Y esto me lleva a considerar: ¿qué virtud o defecto tendrían en nuestro tiempo joven los periódicos que su segundo uso era para envolver bocadillos o para los retretes? También eran usados en los suelos, para forrar libros, etc. Se admiten recuerdos de funciones para la noble prensa que en tiempos de dictadura tenían poca nobleza. Vale, salvo las páginas completas de anuncios de películas en el ABC, me instruyeron mucho los domingos.
EliminarYa se que sonara un tanto estúpido, la verdad es que lo es, pero yo creo que hay objetos que cogen vida, quizás no lo que nosotros llamamos vida, sino otra forma más primitiva y que no puede separarse de su emisor (que somos nosotros), un libro, una maleta, una cama o un coche. Yo se y digo se porque lo he visto muchas veces, como un coche comprado por un usuario que le ha salido muy mal, el mismo coche se lo vendes a otro, sin hacerle nada y sale perfecto y eso es así, ¿porque? pues no lo se, pero si se que despedimos algún tipo de energía que modifica las cosas que tenemos alrededor, algunas veces, incluso para bien.
ResponderEliminarSeria muy largo ponerme a explicar esto aquí.
Respecto a la dignidad de los objetos no hay objetos dignos o indignos, hay usuarios prácticos y otros que no lo son. No conozco ningún objeto indigno, si personas sin dignidad.
Un saludo.
P.D. A Chordi, me quito el sombrero por poner ese enlace, muchos no se atreverían.
Ya que citas un ejemplo de coche te diré que suele pasar que todo es del color como se mire...hay quien está cansado de un objeto, o le exige más o es tal su ansia de cambiar de modelo que se convence a sí mismo que no funciona bien, que no va, si ese mismo objeto cae en manos acaso más necesitadas, digamos, le estás dando un tesoro. Tengo alguna experiencia al respecto. Pero lo que sí es cierto es que los objetos, aparte de que estén creados para darnos servicios o usos, tienen para cada cual un sentido profundo de tipo psicológico, a veces emocional, bien por recuerdos o bien porque sustituyan nuestros límites. Sí, en cierto modo, o al uso literario, claro que hay objetos que cobran vida, que se vinculan a nosotros, que nos cargan de significados, ellos y nosotros. He comido muchos años con una cuchara de mi padre con la que él comía en mi infancia y que a su vez la había encontrado en plena guerra civil. ¿No es maravilloso? Un objeto que ni siquiera era originariamente de la familia pasa a formar parte de ella y a la vez nos vincula con el mundo de lo desconocido. Por alguna parte del blog debe estar la cuchara, pues en su día la fotografié o incluso hablé a propósito. Ya no recuerdo dónde.
EliminarPD. Yo también reconozco el valor de Chordi, se me había pasado decirlo, al poner el enlace y hablar con ese desparpajo suyo.
Salud y descanso.
Reconocer nuestra dependencia de lo que se nos aparece como trivial y cotidiano nos devuelve al mundo humildes y sensatos.
ResponderEliminarY siempre en precario equilibrio. Pues ¿no es a veces una dependencia que en ocasiones traicionamos? O ¿no es tantas veces una esclavitud que nos sojuzga? (piénsese en lo trivial que se han vuelto las redes sociales, la tv, los espectáculos, etc.)
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