jueves, 25 de julio de 2019

Españoles todos: ¡Maaambo!




Era yo muy niño cuando ponían de continuo en la radio música de mambos. También hablaban del rey del mambo, que no he sabido nunca si era Pérez Prado u otro, o cualquiera que se apuntara con tenaz instrumentación a aquel ritmo repetitivo y ruidoso. Como si de ruleta de casino se tratase uno de los mambos se titulaba el Número 8, porque las trompetas se detenían un instante y se cantaban los siete dígitos anteriores hasta el octavo en que se producía el estallido vocal. Arrastrando al auditorio, por supuesto. ¿Hemos llegado ahora en la política de la gobernación española a cantar un mambo incierto? Ciertos profesionales de la política, ¿se creían antes de tiempo reyes del mambo que, como en un bingo, iban a cantar la bola ganadora? En lugar de tocar la composición con prudencia, entendimiento y generosidad mutua, ¿por qué han preferido tirarse las trompetas y las percusiones a la cabeza? Todos estos que querían hacernos bailar al compás de sus sones, ¿acaso son verdaderos músicos o apenas unos aprendices desafinados con distintos tonos y ritmos melódicos? Claro que el resto de los aspirantes al mambo -dispuestos a montar una orquestina del antiguo régimen a tres voces celestiales- no son precisamente mejores, ni en el sentido racional ni en el político ni en el ético. Solamente escuchar sus soeces y despreciativas opiniones sobre políticos contrarios da asco. Pero ahí los tienen, a los de la Santísima Trinidad: frotándose las manos atentos y velando armas ante la oportunidad de reconquistar el poder en las posibles próximas elecciones.

Mal, muy mal. Mal los que iban a asaltar los cielos y ahora quieren condenar a los españoles a los infiernos, por una parte, y mal los eternos salvadores de las esencias patrias, radicalizados en su extremismo, por otra. Añadan al menú el condimento de los supremacistas catalanes que, obcecados por inventarse su propio Estado, han conseguido desequilibrarnos a los demás. La carencia de sentido de Estado en gran parte de las formaciones políticas es abrumadora.  ¿No se dan cuenta cómo está el panorama internacional, que no es precisamente de broma? ¿Por qué nos perseguirá el malditismo de los taifas?

De momento creo que está siendo demasiado para nuestro cuerpo, el de cada uno y el colectivo al que pertenecemos nos guste o no. Y luego quieren que creamos en la política. Naturalmente, los ciudadanos que se rigen por los principios de fidelidad inquebrantable a los suyos, aunque estos se conviertan en monstruos, siempre lo tienen claro. Pero los demás, ¿qué haremos? ¿Qué debemos hacer? Por favor, que no nos vendan ni prometan nada. Que suene el maaaambo!!!.




12 comentarios:

  1. Así es Fackel, pena de políticos y de política; solo se piensa en llegar a, no en lo mejor para quienes se supone han de trabajar que son el resto del mundo.
    Estoy totalmente de acuerdo, como lo estarán la mayoría de españoles, que dejen de prometer y que hagan. Creo que ya hemos tenido bastante mambo.

    Saludos.

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    1. No es esta entrada muy razonadora por mi parte, sino más bien de desahogo. El problema es nuestro por no valorizar más la Política y hacer dejación democrática. Las referencias están perdidas y no se ve que hayan puesto todos lo suficiente de su parte. Mejor me relajo un poco que la solución no es sencilla. Salutem, Rosa.

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  2. Para ser un candidato que necesitaba el apoyo de otros grupos para poder ser elegido presidente, me parece que ha tenido un comportamiento de lo más erroneo y fuera de lugar y eso que se lo han puesto bastante fácil. Da la impresión que se fia de las encuestas que le dan como ganador en una próxima batalla electoral. Pro que no se fie mucho, pues habrá más abstención y las derechas se unirán en las provincias pequeñas, esos aprenden la lección rapidamente, no como otros.
    Saludos.

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    1. Pues no sé si será así, trataré leer los comentarios fiables de estos días a ver dónde están las claves. Pero creo que las referencias están extraviadas por ahí. ¿Quién es más de izquierda que quién? ¿Sobre qué argumentos se sostiene hoy una posición de izquierdas? Temo que esta situación lleve precisamente a una nueva desconfianza hacia los partidos supuestamente progresistas, algo que será explotado por los rancios y los valedores de las esencias tradicionales. Estoy de acuerdo que si hay elecciones en noviembre no va a ser igual. Muchos podrán preguntarse -o podremos- si merece la pena ir de nuevo a votar y la abstención siempre ha dañado a la izquierda. Las derechas siempre lo tienen más claro. No quiero decir más, porque no merece la pena. Habrá que escuchar ahora reproches y mi temor por seguir perdiendo el tiempo, con lo de complicado que está el panorama exterior. Oye, al fin y al cabo, el país tampoco se ha parado, ¿no?

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  3. Ojo con este mambo ¡; dicen las malas lenguas que el tema fue creado por su hermano Pantaleón, que en el 49 ya tenía el arreglo; que dejara su orquesta y se fuera con él (Damaso), cosa que hizo en el 50, pero el tema, el Mambo nº 8, ya estaba registrado a nombre del director...

    ¿Qué quiero decir ?, que no me fío de los políticos, y que este tema les va como anillo al dedo....mamboooooooo...que rico mamboooooooo

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    1. Sí, aún puede tener otro toque y llega septiembre y se ponen de acuerdo los desacompasados...pero ahí, hermano, yo me pierdo, ni sé ni me seducen. Sólo sé que es una desgracia la mentalidad de taifas que recorre las tierras de esto llamado España, incluida Cataluña. Pero de todo se aprende. Mamboooooooooo

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  4. Concatenación musical: maaambo- cha cha cha. No mejor aún: la conga de Jalisco.....

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    1. Me has arrancado la sonrisa de par de mañana. Ahora bien, dudo que hubiera sido una orquesta bien avenida, ¿hubiérase quedado en un popurrí? Siento levantarme tan ácido.

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  5. No sé qué pensar. Me gustó Rufian recordando que las izquierdas se arrepentirán de dejar sin Gobierno más tiempo. Por otro lado fue su grupo quien reprobó e imposibilitó la aprobación de un presupuesto más o menos social. No les entiendo. Sí pienso que si no trabajan, es decir, no consiguen ponerse de acuerdo, no sé porqué les estamos pagando desde que se nombraron diputados, la verdad.

    Me tienen todos muy harta. Las derechas acabarán de nuevo con el mango de la sartén en sus manos y no cambiarán de modos. País de pandereta

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    1. Hay mucha hipocresía en la política (algunos identifican ambos conceptos) así que yo que tú no me fiaría, muchos juegan a nadar y guardar la ropa, a decir y desdecirse, etc. Como el tema, más allá de la rabia personal, me pilla grande me limito a bucear en los análisis sensatos y fiables. Y empiezo a mentalizarme en que lo peor es dramatizar, de todo se sale. Que los de la santa trinidad volverán a tomar la sartén no te quepa duda, es una tónica general en todas partes. Lo peor es que la ciudadanía no entienda los desencuentros y se frustren esperanzas, aunque bien pensado, ¿hasta qué punto estas se hallaban bien fundadas?

      Buen viernes, calma.

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  6. Me temo que quieren que contemos hasta cien y luego comencemos otra vez...

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