Ayer se acostó de esa guisa. Hoy se levanta con actitud análoga. No es que no quiera ver las cosas. Es que hay cosas que no se dejan mirar. O no se deben mirar. O a las que no hay que hacerlas aprecio, ni considerarlas, ni concederlas la importancia que no tienen. O que tienen pero no hay llave maestra para solucionarlas. O no se encuentra. Lo efímero es mejor ignorarlo. Incluidos los rostros patéticos que haya detrás, las palabras que se emitan, los comportamientos que se vislumbren. Mejor taparse los ojos para evitar la repugnancia visual. Aunque haya tanto olor a podrido. Ah, pero eso depende de otro sentido. ¿Habrá que taparlo también? Claro que a ese paso se cortará todo suministro de oxígeno al cerebro. Y por ahí él no pasa.
(Fotografía de Jorge Molder)
Crees bien. Se cortará todo suministro de oxígeno al cerebro, pero se comprará en botellines para llevarlo en el móvil 5G que te dará las dósis oportunas en cuanto empiece a ver deficiencias cognitivas. Así, cuando se se interpreten al leer, cosas que no son de recibo, (ej: los políticos sustraen dinero de las arcas municipales), el 5G mandará una órden al móvil que se lo encasquetará al botellín de oxígeno. Este te arreará con una dosis calibrada a la medida de tu desorden mental, de tal manera que podrás interpretar que los políticos traen, TRAEN dinero a las arcas municipales.
ResponderEliminarTas enterao ¡ Pues eso a meternos el 5G por la entrepierna y a ver las cosas de la manera que diga el sistema, que pa eso manda.
Salutte
Pues muy ilustrativa vuesa merced, hermano. Futuro de robots...en nuestros cerebros, perdón, en los de nuestros hijos y nietos.
Eliminar¿y que no es efímero?
ResponderEliminarEs la pregunta que me hago siempre. Por eso me choca que se actúe con prepotencia y vanidad. Los que suban más alto desde más arriba caerán y el golpe será morrocotudo, dicen los sabios. La cuestión es que en su caída arrastrarán a millones.
EliminarTal vez no quiera admitir la realidad ni contemplar en el espejo al monstruo en que se ha acabado convirtiendo, por obra y gracia del consumismo o de la política. Depende del caso.
ResponderEliminarUn saludo, Fackel.
O de todo ello, porque todo está tan imbrincado...Nunca la superproducción como el hiperconsumo alcanzaron unos niveles tan desmesurados con su secuela destructiva, así que como para ver las cosas con claridad. Saludo, Cayetano.
EliminarA veces más valdría ponerse una venda, y de verdad, no ver. Sin embargo, hay tantas cosas que ver y tantas que huelen bien, que hay que dejar que el tiempo nos coloque un poco.
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde
Algunas huelen fingidamente también. Pero sí, tienes razón, conviene verlo desde otro punto de vista, pero ¿y si al apartar las manos se encuentra con que tiene la vista desfigurada por el alcance de su pesimismo? Quién sabe. Bien estar.
EliminarTan efímeros como cacharritos, hermano, aunque duela tanto asumirlo de manera practica.
ResponderEliminarEse pensamiento nos ofrece la posibilidad de aprovechar lo que de beneficioso nos ofrecezca el hecho de seguir considerando nuestro conglomerado celular como personal y encima contando con cierta experiencia que tanto se desea en los inicios de la existencia mundana! Ahh y ahora también está permitido alejar lo incordiante de inmisericorde plumazo. Prebendas de cierta bisoñéz!,. Más siempre preparándose para un último lecho bien tranquilo con o sin ojos tapados, pero que nuestra imaginación lo pueda transformar en venturosa experiencia.
En su día se me ocurrió un truco para manejar la subjetividad temporal en función de eso tan peculiar que llamamos tiempo! , pero los ávidos no lo desean escuchar y aún menos asumir. Para qué perder el tiempo, ese algo “ inexistente “, con cualquier según y cómo.?
¿Recuerdas lo largo que era el tiempo en nuestra niñez? Largas clases, largos trimestres, largas vacaciones que se hacían cortas, largos castigos, largas misas, largos exámenes, largas bronca paternales...¿qué fue de aquella medida del tiempo? ¿Por que la medida de ahora se nos antoja veloz, brevísima y deteriorada incluso? ¿Ves? Soy también un bisoño haciéndome preguntas de cajón. Que nadie resuelve, por cierto.
EliminarEse tempo infantil tan lento, aplastante y aburrido lo recuerdo con disgusto porque debí nacer con instinto hiperactivo y no tenia con quien jugar en casa.
ResponderEliminarMe parece que en la alternancia de diferentes espacios geográficos/climáticos propiciada casualmente para mejorar la salud (alergias) y también para que se ventilara el enrarecido ambiente familiar encontré cierto autoengaño temporal para desacelerar el tempo otoñal. Ahora vivo de esas rentas, fueron buenos y diversos momentos rodeada de naturaleza. Claro que las alternancias salvificas no tienen porque ser geográficas , físicas, sino de diverso orden.
Lo mas complicado viene al final, mi último cambio de domicilio ha resultado muy esforzado, el canto de cisne, vamos a ver qué ocurre cuando cierre esta etapa! .... las maquinaciones que se me ocurren no me acaban de convencer y esto se va agotando. Magnífico poder compartirl recuerdos!
Te entiendo, al menos en lo de tiempos pasados. Recuerdos que se comparte entre análogas coordenadas, creo, pero aún más: compartir sensaciones, emociones, gustos, calibrar y barajar sus huellas en cada uno, reacciones, pautas de comportamiento, etc. es aún más importante. Yo concedo más importancia a esto. Creo que es la esencia de la memoria que recreamos.
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ResponderEliminarQué silencio tan expresivo (me releo el texto por ver -comprobar- si es tal cual dice)
EliminarBoa noite.
En mi opinión a veces hay que cerrar los ojos, en especial al victimismo y a la culpa.
ResponderEliminarYo hago mi camino lo mejor que puedo y si tengo que apartar la mirada de aquello que me quiere convertir en víctima, la aparto sin miramientos. Y cuando la culpa viene a fustigarme, me calmo y pienso que hice lo que pude teniendo en cuenta el conocimiento que tenia en ese momento.
Y cerrando los ojos a esos dos vicios tan comunes, mi vida trascurre más plena, más feliz. Se podría decir que el mundo es igual para todos pero según como lo percibes así vives. Cerrar los ojos en ocasiones, para mi no es cobardía sino resistencia, para qué voy a abrir la puerta a quien no quiero recibir, por pura lógica elijo para mi lo que me aporta y no lo que me entorpece.
Un abrazo Fackel.
Pues me lo tomo como recomendación, el complejo victimista lo abandoné hace tiempo, pero el de culpa es algo muy larvado que la religión ha sabido explotar muy bien y colocar el chip en nuestras mentes, lo cual exige un esfuerzo de razonamiento para no cargar con las culpas ajenas, por supuesto. En efecto, el mundo no es igual para todos, y muchas cosas no son fáciles de cambiar, pertenezco a la generación que se hallaba siempre comprometida con el cambio, pero los cambios son siempre parciales y no rozan toas las estructuras, y si encima ves que tras el nombre de hacer para cambiar se apoltronan gentes que medran pues entonces crees menos. Buen sistema el de resistir: tú dices cerrar los ojos y yo he practicado el apartarme a tiempo de las situaciones que intuías de debacle o que no me aportaban y encima me reducían. Porque uno tiene que sobrevivir. Gracias, Ana, hacía tiempo que no aparecías.
EliminarUn abrazo.
Gracias a ti, hacia tiempo que no comentaba, sí, aunque me paso de cuando en cuando por el blog pero tengo un problema con los comentarios, no puedo usar mi cuenta de google. A ver si lo consulto y lo soluciono de una vez por todas que llevo así bastante tiempo.
ResponderEliminarFinalmente he podido comentar usando la opción del enlace al blog, un tanto extraño pero socorrido, ji,ji.
En cuanto a lo de culpabilizarse, me he pasado media vida entre la culpa y la disculpa, hasta que por fin he conseguido mantener a raya al bicho, ignorándolo. Demasiadas veces me he dejado arrastrar por él, así que hoy por hoy con aprender de los errores me basta.
Un abrazo de nuevo, siempre es agradable leer tus reflexiones, y muy bonitas las imágenes del monte Fuji por cierto.
Hosukai -y muchos otros pintores de ukiyo-e- esun gigante de la estética y la técnica que usa. Gracias.
EliminarA veces hay taparse los ojos porque el exceso de realidad puede ser letal.
ResponderEliminarSalu2, Fáckel.
¿Y no te parece que puede aún ser más letal la desfiguración de la realidad? ¿El tomar por realidad lo que no es? Acaso ese es el problema, que se define y dirige un modelo de realidad que interesas, pero que no es toda la realidad. Meditemos en ello.
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