sábado, 13 de octubre de 2018

Rincones. El huracán anunciado














Esperando al huracán. He metido los tiestos, subido el toldo, cerrado las ventanas. He colocado cerca la linterna de batería, un anorak y las botas altas de lluvia. He bajado al garaje a asegurarme que está bien cerrado y que mi Buick Wildcat del 65 se encuentra a salvo. He realizado una llamada a dos o tres personas que me significan mucho, para tantear su estado y saber si estaban advertidas y prevenidas, aunque todas me han dicho que mi llamada les sonaba a despedida (he tenido que disculparme, simplemente desmintiendo, es decir, mintiendo) En la mesilla un transistor que funciona de mala gana, de tanto cambiar el dial constantemente, el móvil y una botella de agua. Los noticiarios de tv se alargan dando máxima prioridad al acontecimiento. La primera vez que un huracán invade Europa, oigo. Debe ser parte del marketing que promociona las noticias meteorológicas. Así que desconecto el aparato. Dentro de un rato me meteré en la cama y me cubriré al máximo con el edredón. ¿Deberé antes echar un trago de Becherovka que tengo a medias en la repisa de los libros? ¿Qué se anuncia realmente? ¿De qué me libraré?

(Todo es alarma. Los mediáticos se han lanzado a la caza y captura del fenómeno. Todo son recomendaciones: no se acerquen a la costa, no salgan de sus casas, desalojen los objetos que tengan en el exterior, sujeten fuerte el volante si van por carretera. Diríase que una fiebre cívico obsesiva se ha desatado entre los mediáticos en busca de una nueva polarización de la audiencia. Ah, si Orson Welles estuviera aquí. Convertiría en otra guerra de los mundos aprovechando el tirón de la aprensión colectiva. “Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de música de baile para ofrecerles un boletín oficial de la Agencia Intercontinental...” No se le echa en falta. La gente prefiere hoy la realidad fingida, que no la ficción de la realidad. Pues se me acaba de ocurrir: como vea que ese viento anunciado de ciento veinte por hora me despierta a las tres encenderé el ordenador y escucharé desde la cama el programa radiofónico íntegro del 30 de octubre de 1938 de La guerra de los mundos. Dejándome llevar por el profesor Pierson prefiero soñar con la invasión extraterrestre. Es más fácil de aceptar que admitir que los hombres hemos alterado el clima con todas sus consecuencias)




11 comentarios:

  1. Más o menos lo que he pensado yo.
    La 6ª sucaba melindros con lo del huracán...Ahora a esperar a ver si derriba un par de abetos y a la noticia del fenómeno.
    El Caso era un robagallinas al lado de todo esto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Caso tenía muchas veces una honestidad y una profesionalidad que hoy quedan en entredicho. Se ve enseguida el descaro en perseguir audiencia en las tv.

      Eliminar
    2. Me refería a que quedan en entredicho -o muy clara su ausencia, según se vea- entre muchos medios de la actualidad. Prima como nunca el business.

      Eliminar
  2. Con huracancillo o sin él, pareciera que uno de los propósitos de tan reiterado y pueril alarmismo [hidrátese, abríguese, infórmese...], es mantener al personal en un estado de atemorizada dependencia y de perpetua tutela. Sin embargo, por "algo" será que no nos advierten de los peligros que conlleva abarrotar de ladrillos las costas, las torrenteras y los montes. La culpa no es de la especulación, claro, la culpa es de la naturaleza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo contigo. Rozan ya el trato infantilista los medios y en ocasiones las autoridades. No distinguen que una cosa son las normas aplicadas y ahí están suficientemente hiper señalizadas y que por la cuenta que nos tiene debemos saber cumplir y otra estar en un continuo control (de boquilla) como para justificarse unos y otros y encima tener a la gente en estado de alarma. El problema central es ese urbanismo desaforado que se ha adueñado de costas y de zonas de montaña, la edificación ya antigua en torrenteras, ramblas y montes con arbolado abundante. ¿Qué pasará cuando el nivel del mar siga subiendo? Ya hay informes de organismos internacionales de hace décadas en que se anuncia que el calentamiento global llevará a subir el nivel de los mares en zonas de costa, y que gran parte del Levante y Mediterráneo sufrirá las consecuencias. ¿Tú sabes que alguien haya tomado medidas?

      Eliminar
  3. No nos dejemos engañar, todo es una estratagema de las compañías de seguros.
    Nos quieren que estemos entretenidos, asustados, enajenados.
    Salud
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Probablemente no vas descaminado. ¿Buscarán también ampliar las carteras de los planes de pensiones, de paso? Mundo feroz.

      Salut i bona companyia.

      Eliminar
  4. Y hay tipos con poder que aún niegan el asunto...
    =(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mienten a la ciudadanía para proteger sus negocios personales y sus influencias políticas.

      Eliminar
  5. Y no será nada, espero, una tormenta que será como tantas otras.Por aquí empieza a llover.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. supongo que sí, pero todo este aparato mediático viene del gol que la naturaleza metió a AEMET con lode Mallorca. De lo que no se habla -entiendo que ahora no sea el momento justo y oportuno, ¿o sí?- es de que la verdadera catástrofe de fondo es la de los asentamientos humanos. Pero no hay manera.

      Eliminar