jueves, 13 de septiembre de 2018

Rincones. Impulso nocturno















Los cuerpos se desordenan por la noche. La mente se torna caos. Los pensamientos se rebelan. Los deseos se confunden. La carne se extravía. Respiramos nuestro aliento. El sueño, una criatura incontrolable. Dicen que eso permite reorganizarnos y volver a tomar impulso al día siguiente. ¿Cuál de las dos partes en que nos dividimos somos mientras dormimos? ¿Qué zona se habrá impuesto al despertar? Leves brotes de luz. Hay un punto, acaso un instante, en que espacio y tiempo son lo mismo. No alcanzamos a ver con claridad. ¿Permanece el mismo carácter, sexo, corporeidad, habla, conciencia, circunstancias del día y el hombre anterior? Apariencia. Seguimos siendo lo que soñamos.



(Kazemir Malévich de nuevo)

10 comentarios:

  1. Me gusta mucho esa idea de que en el sueño haya un combate que decide quién seremos al día siguiente. Por lo menos, antes de que pongamos un pie en la realidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que hay un combate. ¿Decisorio para el día después? Al menos condicionándonos. El pie ¿crees que lo ponemos en la realidad? Yo a veces pienso que solo en la apariencia.

      Eliminar
  2. “Seguimos siendo lo que soñamos”. Cómo? En estado de vigilia o dormidos?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me cabe duda. A la pregunta te diré que en estado de inercia, de supervivencia, de dejarnos llevar y de creer que intervenimos.

      Eliminar
  3. Soñar despierto es un buen ejercicio, permite visualizar, buscar estrategias....Abandonarse a un sueño profundo es perder la conciencia y no permite interferencias salvo excepciones, claro.

    Adriana

    ResponderEliminar
  4. Ambos.Necesitamos descansar ,desconectar, reparar energía y también fantasear y llevar a cabo o intentar hacer posible lo soñado.
    Adriana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por ese orden, supongo. Vida de ritmos, ciclos o...Sísifos.

      Eliminar
  5. Creo que previa al sueño (en la vigilia) se abre, si sabemos accionarla una puerta hacia nuestro yo más íntimo. Un punto donde encontramos nuestra mayor intimidad y soledad, algo parecido a nuestro estadio prenatal. Creo que es reconfortante saberlo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo peor es cuando tenemos que pasar de nuevo a la conciencia. Creo que ahí por un momento nos desbaratamos.

      Eliminar