jueves, 3 de mayo de 2018

Deriva de Elia y el diablo



ELIA se presentó a su manera. Yo te conozco, dijo. No sé tu nombre, pero una vez te soñé cercano. No tengo nombre, le dije, aunque unos me invocan y otros me repudian. Entonces, ¿no debo llamarte de ninguna manera?, insistió. Te conviene no conocerme. Quien lo hace pierde su pasado, le dije pausadamente. No creo que nadie se quede sin pasado, pero por si acaso no me hables de ti, dijo la mujer. ¿Me prefieres dentro de aquel sueño que una vez te desasosegó?, pregunté. Entonces ella recostó su cabeza en la butaca del vagón, cerró los ojos, soñó. No quiero saber tu impronunciable nombre, dijo en sueños, pero no te alejes. 



(Foto de Tony Catany)


16 comentarios:

  1. Hay una frase en Fausto que siempre la llevo presente, creo que es de lo mejor de la obra, y se refiere al Maligno, ser al que hay que respetar y no pensar que no existe por el mero hecho de que no lo vemos.
    Mefistófeles a Fausto: "si lo soy todo, debo de ser también necesariamente estúpido".

    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al Maligno (esa una de las grandes metáforas de nuestra tradición cultural) se le ve en acción todos los días.Próximo y lejano de cada uno de nosotros, dentro y fuera de nosotros. El hombre se debate a cada instante y en cada lugar a la elección moral. Él mismo decide en muchos casos cuándo es bondadoso y cuándo diabólico. En el caso de la delegación de los sapiens en sus instituciones rectoras el asunto se agrava y se multiplica cuantitativa y cualitativamente. Al que no se le ve con tanta claridad es al Benigno. Creo que ambos opuestos son tan complementarios que uno se debe al otro. El sapiens vive en la tensión cotidiana de decidir cuándo se pone un rostro y cuándo otro. El Fausto del Anónimo primitivo, de Marlowe o de Goethe tenía muy claro -lo tenían sus recreadores- la metáfora universal. Uno de los mitos más actuales que quepa imaginar.

      Salud y gratitud.

      Eliminar
  2. Excelente forma de introducirte en un tema tan profundo. Quizá no pronunciar su nombre sea la única forma de jugar con él y salir victorioso...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas veces pienso que no habría que pronunciar muchos nombres, ni de tirios ni de troyanos, y menos darlos cobertura mediática. Los mitos y las religiones han tenido demasiada cobertura durante siglos, milenios. No sé si tanta fijación en imágenes ha sido útil para la humanidad o solamente para las castas nutridas del mal de los hombres. Ya me entiendes.

      Eliminar
  3. El Leviatán tiene una cierta amimia facial que impide a veces reconocerlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Leviatán es camaleónico, suele nadar y guardar la ropa.

      Eliminar
  4. Ah, y los demonios tienen una inteligencia interna mayor que la de sus portadores. Palabra de samurai.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los demonios de los samurai constituían un repertorio brillante, había tantos oni en la mitología japonesa...incluso algunos de andar por casa. En el relato de esta entrada adjunta y de las fechas que hay a continuación salen los más ordinarios...

      https://laantorchadekraus.blogspot.com.es/2011/01/mi-ojo.html

      Eliminar
    2. Solo pretendía enlazar con mi modesta y mejor intención con un relato del pasado.

      Eliminar
    3. Solo intentaba poner de manifiesto que alguno de tus escritos ha sido reproducidos a través de mi boca. Siento haber sido malinterpretada. Odio escribir.

      Eliminar
    4. ¿O cómo lo escrito se convierte en tradición oral? Solía ser a la inversa, jej. Siento interpretar mal y no me creo el odio a la escritura, salvo que tengas también odio a la lectura.

      Eliminar
  5. "Quien lo hace pierde su pasado" ¿ A qué texto me refiere? Bello texto, siempre tan acertado y haciéndonos pensar. Lo que no se nombra no existe, bien, ¿y lo que uno quisiera nombrar y no sabe o no llega o no hay palabras?
    Buen domingo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Participo de tus preguntas, sin osar avanzar respuestas, Ico. Saludable y grato festivo, sí.

      Eliminar
  6. Ese diablo parece tener entre otros el poder de borrar pasados. Un paraíso deseado por algunos desafortunados que han sufrido tanto que preferirían no recordar.

    ResponderEliminar