lunes, 7 de agosto de 2017

La sopa boba. Contra la guarrería política




Parece que es lo que se lleva. Ser guarros, no políticos. Lo que ocurre hoy día es que debe estar produciéndose un fenómeno de vasos comunicantes. En principio a quien se dedique a tener actividad política  -desde el militante de base al colaborador o al profesional de un partido-  habría que reconocerle limpieza. Para interesarse por los asuntos colectivos se requiere higiene mental, herramientas como la tolerancia, el respeto y la claridad, una cierta dosis de inteligencia, cuanta más mejor, y una actitud coherente a ojos internos y externos de los planes y proyectos que se traen entre manos. No sé qué pasa pero todo eso anda descabalado. Cierta política y unos cuantos políticos  -o eso se creen ellos que son-  se han lanzado al extremo guarro. Es verano y no sé si son las serpientes del mismo, la repugnante y mediocre atención de los medios pseudo informativos, y el desquiciamiento de unos partidos y otros que viven más para colocarse en posiciones de ventaja cara a episodios electorales que para preocuparse de los amplios y profundos problemas de la ciudadanía, pero el caso es que el ciudadano medio solo percibe confusión. Tal vez se trata de espectáculo, que ya se sabe que en este país de fútbol, toros y festivales, mola mucho. ¿Que hay un fenómeno de turismo en grandes urbes que parecen colapsarlas? Un grupo de salvadores que no sabe a dónde va se encarga de iniciar una protesta-boicot urbana de baja intensidad, sin proponer alternativas, pero que genera inquietud en el sector comercial de turno y, antes o después, riesgo de desconfianza en los ciudadanos transnacionales. ¿Que hay una huelga en un aeropuerto fundamental donde, independientemente de la protesta legítima de los trabajadores, se incordia a miles de pasajeros accidentales? Pues no hay manera de entendimiento entre las partes del conflicto inmediato, a lo cual se suma la disputa y el echarse en cara sobre competencias entre administraciones. Hoy la última es que se apuntan otros salvadores para hacer propaganda entre los sufridos pasajeros de sus utópicas pretensiones secesionistas. ¿Qué decir de otros, como ese echarse los trastos a la cabeza entre líderes del mismo partido que se pretende que puede cuando cada vez puede menos? ¿O que reventón no causa escuchar a la tradicional y montaraz derecha española poniendo verde al resto con sus gracejos venenosos medidos más que comedidos? Y así podríamos ampliar la lista, con lo que queda todavía de verano, que vaya a saber usted qué nuevas suciedades no nos deparará. Sí, soy un pésimo opinador de la política. Solo toma nota. Pretender analizarla me supera y el que piense que no, que es facilona de entender, que se meta a tertuliano de televisión. Pero eso no me libra de mis cabreos e indignaciones y de constatar que más que política y políticos hay mucha guarrería y crecientes asquerosos. Cuestión de servicio de recogida de basuras que los entes implicados no ponen en práctica.

NB. Me conformo con encontrar tipos honestos que digan como el de la viñeta de Manel Vizoso, aquí presidiendo la entrada.



6 comentarios:

  1. El deterioro social va in crescendo, es lo que se observa a primera vista. Lo que me aterra es el sustrato del que se sustenta. Sin solución razonable a mi corto modo de ver, pero, claro, resultan palabras deterioradas de vieja idem que vienen resonando a través de los tiempos......, nada nuevo. Una pena importante que echa leña al fuego de la disipación.
    Observo un problema en la viñeta: el concepto de lo que que cada cual perciba como decepción, no resulta el mismo para un necio que para un sabio...pero entre las mayorías qué abundara? Así seguimos.... y la historia lo confirma al desmentir. Tenía razón mi viejo cuando me decía: "observa cuando el poder que sea diga algo es que hará lo contrario". Es lo único que no falla desde que lo llevo observando.

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    1. Acaso lo que consideras problema en la viñeta es visión desde ángulos, naturalmente que un necio o un no necio ven las cosas de manera diferente e incluso antagónica. Tu viejo no andaba errado. Cuando entramos en caminos de desentendimientos ya sabes quién se lleva el gato al agua.

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  2. Hay quien pretende nadar en una sopa de pescado.
    No son " Un grupo de salvadores que no sabe a dónde va se encarga de iniciar una protesta-boicot urbana de baja intensidad, sin proponer alternativas", son un grupo que se aprovecha del malestar de la gente, de unos y de otros, porque me apuesto lo que se quiera que ni los mismos de AULEN están conformes con estos tipos de los trapos con estrella.

    Igual es cierto que con la república catalana no habría huelga en el aeropuerto, si, igual es cierto. Sólo hace falta ver que cada vez que alguien se desvía del proyecto es destituido inmediatamente porque no piensa igual que el "amo", y el amo no es el Pugdemunt, es el Mas.

    Al igual, lo que se propones en un país democrático como Corea del Norte, ya que se quiere colectivizar todo, hoteles incluidos, lo que me hace pensar que estos de la CUP no dejarán nada al azar, incluido el pensamiento único y la abolición de todo tipo de huelga o lo que contribuya a dar mala imagen del nuevo, esplendoroso y alternativo pais que proponen.
    Salut

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    1. Miquel: tras todos esos decires, verborreas y exabruptos que me llegan por los media solo se me ocurre: paroles, paroles, paroles, como en la canción italiana.

      Ayer me vino una reflexión rápida: mucho pedir intervenciones, expropiaciones o lo que sea, pues no saben lo que dicen de momento, pero hay algo más sencillo que se podría hacer y nadie pronuncia ni en los medios independentistas. ¿Por qué no exigir más bien que sectores de la sociedad española, ergo catalana, paguen los impuestos correspondientes que no pagan y que encima recibe un buen trozo presupuestario por no sé qué conocrdato? Y mira que tienen bienes muebles, inmuebles y extensiones por todas las provincias sin cotizar ni un duro a la Hacienda Pública...Ya sabes a quiénes me refiero. Ya veo que esos son intocables hasta para los que aspiran a un nuevo Estado para que todo siga igual.

      Por cierto, los de esas organizaciones de serpiente veraniego que están montando sus oportunistas protestas -ya veo que se extienden a los vascos, cuando allí el problema es pequeño- no saben lo que dicen. Las expropiaciones son propias de procesos prerrevolucionarios o plenamente revolucionarios en la Historia. Y dudo que los hijos de la burguesía estén por la labor de subvertir el orden económico de sus padres.

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  3. Y la autoridad de la Comunidad de Madrid echando más leña al fuego, qué país más insolidario, incorregible y provinciano.

    Fermín

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