viernes, 25 de agosto de 2017

El cuento de nunca acabar

















Una mujer mayor me pregunta por la calle la dirección de un hotel. Como voy en el mismo sentido la acompaño y la ayudo a transportar parte del equipaje. En el recorrido charlamos coloquialmente. Mezcla español e italiano, pero resulta comprensible todo. La noto cansada aunque mantiene el tipo, no obstante sus años y los transportes que ha utilizado para llegar hasta aquí. Por lo que cuenta se la ve viajera y audaz. Ha tenido que esperar primero en la estación de tren de una capital importante del sur del país para luego tomar otro medio. Se queja prudentemente de que en aquella estación no hubiera un lugar apropiado, como en otras ciudades, Madrid o Barcelona, cita como ejemplo, para descansar un tiempo el viajero. Aquella circunstancia le debió disgustar porque me comenta que se acercó a un policía y le preguntó que cómo no había una sala aparte para una espera cómoda, como en Barcelona, osó poner de ejemplo. El policía, dice ella, se limitó a responder: Esto no es Barcelona, señora, esto es España. La mujer lo narra con indignación contenida, y me repite la anécdota, sin mayor animadversión, pero herida. Algo así como que la respuesta de un guardia, de quien no se la esperaba,  pusiera la guinda. 

Sin comentarios. O sí, uno solo: los nacionalismos y los prejuicios se alimentan mutuamente.

Cuando llegamos al hotel nos abrazamos y agradeció que la condujera hasta allí. Otra conclusión de la que me siento muy honrado: los internacionalismos también se alimentan, pero con fraternidad, ayuda mutua y esperanza.



(Fotografía de Alfred Stieglitz)


12 comentarios:

  1. En todas partes cuecen habas.
    También se encontró con una persona que la acompañó amablemente y con la que ,mantuvo una conversación cordial.
    De todo, en todos lados. Como en botica.
    Salut

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    1. Es un cuento de nunca acabar...peo que nunca se sabe si algún día acaba cómo acabará.

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  2. ¡Malditos cuentos!
    Cada uno arrima el áscua a su sardina. Aprovechan hasta el cansancio para cansar todavía más.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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    1. Lo que me preocupa es que mucha gente atiende estos cuentos imbéciles y eso genera pésimas deducciones. Provincianos todos.

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  3. Cierto, los limitados emocio-mentales no solo abundan sino que se retroalimentan.

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    1. Esa mentalidad preconcebida, por unos y por otros, que solo se basa en la reacción del contrario es una mierda.

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  4. Son esos encuentros los que propician un mundo habitable, pero, aunque se producen con más frecuencia de lo que pensamos, no es precisamente esa faceta amable del personal la que se publicita, sino todo lo contrario. Los llamados medios de comunicación se afanan en mostrarnos un mundo tan hostil como para tener que buscar cobijo en sus, estas sí publicitadas, "soluciones".

    En todas las ciudades y pueblos, de España y del mundo, que he visitado o en las que he vivido, siempre encontré gente generosa y estupenda cuya actitud, de contagiarse, dejaría en paro a tanto mercader del miedo como hay suelto.

    Tal vez no seamos tan buenos como pudiéramos pensar, pero somos muchísimo mejores de lo que algunos quieren hacernos creer.

    Me uno al abrazo que os regalasteis en el hotel.

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    1. Joder, qué razón tienes. No sé qué añadir. Una persona de fuera le pone a uno en su papel humano. Pero si has sido alguien con miradas en dos o más direcciones estás más predispuesto a la comprensión. Hay mucho fracaso individual en este país. Pero quien busque en los nacionalismos su superación lo tiene claro. Dónde quedó aquella ilusión proletaria y solidaria que está en mis orígenes de conocimiento de Cataluña, por ejemplo. Siempre los mismos cuentos, siempre empezando de nuevo, siempre manteniendo el tipo. Un abrazo.

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  5. Seguro tu gesto atemperó el desconcierto de la respuesta del policía. Hay gente bien dispuesta y otra que no.
    Un abrazo

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    1. A veces hay que escuchar a quienes aparecen por azar por unos metros de calle. Pueden transmitir mensajes aparentemente insignificantes pero sustanciosos.

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  6. Entonces cuando Cataluña se independice, para ese policía no habrá diferencia alguna. Perfecto.

    Saludos,

    J.

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    1. Alguno dirá: al emitir esa opinión ¿lo hacía como individuo/ ser o como policía? En cualquier caso es una respuesta refleja la que hizo a la señora, y mira yo me inclino que la daba como individuo. Por aquí también la he escuchado a veces y no de guardias. En fin.

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