Estos días el ayuntamiento de mi ciudad ha tomado una medida inédita y a la vez valiente. Cortar durante cuatro días el tráfico de la zona más céntrica, dejando pasar solamente el imprescindible de servicios. Los niveles de polución eran superiores a las normas de preservación de la salud aprobadas internacionalmente. Así que se trata de un resolución lógica, consecuente con el bienestar físico de los habitantes y nada descabellada. Cuando gobernó la ciudad el partido de la derecha tradicional y se superaron los niveles de ozono les importó un pito el bienestar de las personas. Pasaron de procurar el bien de nuestra salud y nunca adoptaron medidas. Para nadie es un secreto que nos estamos envenenando día tras día pero en nuestra mentalidad de Sapiens suicida no queremos reconocerlo. Vivimos tan bien a la corta aunque mañana no tengamos aire sano que respirar...Pues bien a esa leal oposición municipal le ha faltado tiempo ahora no para valorar objetivamente el problema y admitir que lo más prudente es cortar calles reduciendo la intensidad de tráfico, sino para arremeter contra la actual corporación que ha sido decidida y ha optado por la salud pública. Por cierto, todo hay que decirlo, ayer lunes los gestores municipales decidieron levantar la veda, con la excusa de que el nivel de ozono había bajado. ¿Fue así o fueron caguetas para que no se les echaran encima las típicas y tópicas fuerzas vivas? Uno se harta de ver cómo hay gente que solo está para poner palos en las ruedas y sacar réditos electorales, importándoles cero la salubridad urbana.
Una medida valiente. Pero creo que llega tarde a todos lados. El cambio climático ya está aquí, y desde luego ya no marchará.
ResponderEliminarTambién creo yo que llega tarde. Nos envenenamos, tanto física como intelectualmente, cada día. Los grupos de riesgo van siendo más numerosos, eso dice algo, ¿no? Las alergias campan como jamás lo hicieran antes. La conformidad y el individualismo de "yo no me privo de nada" contaminó hace tiempo nuestro intelecto. La falta de exigencia cívica y el egoísmo de los partidos -y de unos más que otros, todo hay que concretarlo- para no jugársela electoralmente me repugnan. ¿Ciclos alternos, ciclos cambiantes, modificación de la atmósfera y el medio? Lo que sea pero ahí está y no hay voluntad ni inteligencia para afrontar medidas. El Sapiens de esta clase de aceptarlo todo no da más de sí. El virtual que llegue dudo resuelva algo más. ¿Un salto del Sapiens cualitativo? Puede, no lo veremos y no sabremos qué planeta pobladísimo tendrán las próximas generaciones. Esto ya no es paranoia ni propaganda de ecologistas, tan denigrados en este jodido país desde hace décadas, como si fueran los nuevos rojos. Claro que la humanidad resuelve sus problemas insalvables con lo de siempre, autoeliminándose al menos parcialmente. La Tierra seguirá aunque no sabemos qué especies la poblarán. ¿Apocalíptico yo? Salgan salgan a la calle, comprueben cómo se vive y se veranea, cómo hemos introducido en nuestras vidas máquinas y sistemas de confort que son espada de damocles. Bueno, corto y navego. Un abrazo, Miquel.
Eliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2017/06/19/actualidad/1497889171_344312.html
EliminarLa capacidad de hacer mal es infinita. El importarles un pito a los de la mano negra que su mal se proyecte sobre miles de ciudadanos es abominable. No acaba uno de asombrarse. El bienpensante dirá: eres un pesimista, Fackel, nunca tienes en cuenta la capacidad de bien, de amor, de ternura, etc. que tienen también los humanos...Bienpensante: si no te digo que no, es que hay que poner el dedo en la llaga de la maldad y no ser bobalicones solamente.
En algún momento hay que comenzar a poner medidas. Lo malo es que nuestro egoísmo nos hace siempre disculparnos cuando contaminamos o favorecemos la contaminación. Un mundo inhabitable en breve. Y será responsabilidad nuestra.
ResponderEliminarÉse es el tema, que queremos que las medidas no nos afecten. Surrealista. A estas alturas tendremos que pasar alguna clase de sacrificios de nuestras formas de vida (algunas de ellas solamente son caprichosas y no necesarias) para sobrevivir, digo yo. Y renunciar a un uso irresponsable de los bienes. Pero no parece que estemos muy receptivos. Y luego, la lucha por el dominio de la sempiterna derecha, que procura tan poco pòr el bien general. Triste. Pero creo que el ayuntamiento debe seguir en su línea, ya hacen excesivas concesiones a los negocios privados.
EliminarProhibir el transporte particular y propiciar muchísimo el público, eso quizás se consiga cuando la población sea tan "poco opulenta" como la de los años 50 ....y sobrevivimos muchos decentemente. Cómo se conseguiría en la actualidad?: me temo que a través de tragedias sociales diversas, pero la actual sociedad no ha desarrollado la capacidad de sacrificio y sufrimiento necesarios. Lo peor es que nuestra generación a nivel global resulta ser la responsable mas o menos directa de los actuales lodos. Por abundantes que puedan resultar las bondades humanas las ignorancias y desconocimientos las superan con creces. Balance final: cainitas por instinto. Abeles caput y lo siento tanto como para estar hasta las narices del actual teatrito. Pero ello solo se percibe a través de la perspectiva pero con suerte solo la experiencia lo propicia y esta suele ir apadrinada por la acumulación de hechos y circunstancias a lo largo de la vida, una vida siempre limitada.
ResponderEliminarCoincido contigo, pero claro, si el precio reside en la pobreza, tú me dirás. Nos han hecho creer -el mercado, las autoridades serviles del mercado, el gobierno chupatodo del mercado- que cada individuo puede ser el rey del mambo. Si la individualidad se realiza a través de dañar y corromper el medio ambiente, pues vaya solución.
EliminarLa pobreza incita el ingenio, este induce la comodidad y la pescadilla se muerde la cola. De todos modos esta civilización agoniza en aras de un futuro diferente (de lo contrario de aquí a cuando andaríamos comentando a través de blogger) donde sobramos muchos y donde las diferencias se agudizarán....siempre bajo la sombra cainita de nuestra especie.
ResponderEliminar¿Sabes lo que me molesta de toda la situación? Que presenciaremos una pléyade de salvadores como antiguamente existían los profetas y otras raleas, para acabar de complicar las cosas.
EliminarSomos una sociedad enferma y adicta a la comodidad y eso, como todo, tiene consecuencias.El coche es una maldición, contamina, mata, exalta los ánimos y se come una parte importante del sueldo. Y yo soy la primera que no puedo vivir sin él, pero soy consciente de que nos iría de perlas una tormenta solar. Ni ordenadores, coches, tele, grandes centros comerciales y etecé. Muy bien el consistorio, lástima que los políticos se amilanan con las protestas y al final, por evitar las críticas, aceptan contentar al personal.
ResponderEliminarEl problema es que una vez acostumbrados a esta sobredosis de bienes que consideramos ya imprescindibles cualquier situación tajante -tormenta solar, por ejemplo- acarrearía una destrucción del hombre por el hombre. ¿Imaginas, y otra vez por ejemplo, abocados todos a solamente entendernos con el vecino inmediato, al familiar próximo, a cualquier persona próxima? ¿Crees que recuperaríamos diálogo, colaboración o entendimiento? Acaso sí, tras un período de odios y pérdidas de identidad soberanas. Los gobernantes y los mercaderes se escudan en lo que pide el pueblo y el pueblo, gozoso él de tanto bien material, devuelve la pelota del problema a los de arriba. Tu frase "El coche es una maldición, contamina, mata, exalta los ánimos y se come una parte importante del sueldo" es antológica. Y saca lo peor de nosotros, añadiría, nos convierte en míster Hyde cotidianos.
Eliminarhttp://www.lavoixdunord.fr/180924/article/2017-06-20/obligation-de-reduire-sa-vitesse-de-20-kmh-dans-les-hauts-de-france-des-ce
ResponderEliminarTal vez son medidas de goteo, pero poco a poco se van tomando, y como se ve en este caso en otros países europeos.
Cuando en Madrid gobernaba la derecha, jamás se tomó ninguna medida para evitar la polución. Ahora que en el ayuntamiento gobierna la izquierda, por fin se ha restringido el tráfico cuando la contaminación supera los niveles exigidos. Y, al igual que pasa en tu ciudad, es una medida muy criticada, no solo por la oposición sino por muchos ciudadanos, que en su inconsciencia ilimitada prefieren exponer su salud y la del medio ambiente, a sacrificar su comodida. También es verdad que las administraciones no ayudan en absoluto con los precios que ponen al transporte público. Es innadmisible que la mayoría de las veces te cueste menos ir con tu coche al centro que coger el autobús o el metro. En fin, Fackel, un gusto leerte.
ResponderEliminarTodo es salvaje. El sistema por arriba y el sistema por abajo. No se libra ni diós. Gracias a ti por informar también, y saber que estas cosas pasan en todas partes, lo cual no quiere decir que el mal de muchos...
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