sábado, 11 de marzo de 2017

Instrucciones de uso para el abuso sísmico




Visto que la superficie del país tiene poco y mal arreglo, creo que voy a empezar a ocuparme, no tanto a preocuparme, por el subsuelo. Por fin voy a hacer algo de buen grado en colaboración con el Estado, además de pagar religiosamente mis impuestos (aquí el buen grado sustitúyase por civismo y obligación, obviamente) Difundir estas instrucciones del Instituto Geográfico Nacional, ubicado en el Ministerio de Fomento de España. No sé si entendemos peor el subsuelo o el suelo. Lo que sí veo es que las previsiones de las capas tectónicas son limitadas todavía. Pero lo que ocurre de nuestros pies para arriba ni se prevé, ni se corta ni se corrige. Los cataclismos que provienen de abajo serán inevitables, pero para los de aquí arriba no hay voluntad de que dejen de serlo las fechorías del sapiens servus e hispanicus de nuestros días. Por cierto, centrándonos en el tema de las instrucciones del IGN, ¿en cuántas escuelas, centros de trabajo febril o de distribución comercial, o en nuestros mismos domicilios,  se enseña y se aplican estas enseñanzas? Ah, y a mayores, ¿para cuándo unas autoinstrucciones que nos prevengan de los desaprensivos, delincuentes de guante blanco y demás ralea que habita sobre la corteza terrestre?

http://www.ign.es/ign/layout/sismo.do







14 comentarios:

  1. Eso está muy bien. Me acabas de recordar un video ha aparecido por mi ordenador y que cuando pueda publicaré a colación de esta entrada. Está muy bien pero deja bien claro que uno no debe meterse debajo de ninguna parte, sino al lado y explica gráficamente la forma en que los cascotes se derrumban. En fin, no es cuestión de experimentar, pero me extrañó porque a los japonesitos les dicen que se metan bajo sus pupitres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anda, pues ahí hay un homo ficticius bajo una mesa, que debe ser como un pupitre.

      Eliminar
  2. Por cierto, esa imagen me ha recordado a otra que apareció entre mis archivos, también como video, pero por supuesto, una sombra muchísimo menos elaborada, vamos, directamente fea, la debí guardar para escribir algún rollo sobre la sombra y tal, pero huelga porque eso ya lo dijeron otros antes y mejor de lo que yo pudiera hacerlo. Está de más.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La sombra y un grafiti de plantilla sobre el pavimento se han juntado para generar otro homo sapies umbroso.

      Eliminar
  3. Los sistemas educativos se han convertido en un conjunto de instrucciones. Se sustituyen los textos teóricos por manuales de instrucciones y sin embargo pocas instrucciones nos dan para protegernos de la inclementecia de la naturaleza y preservarnos de las agresiones del poder.
    Lo políticamente correcto, los espectáculos de masas, la publicidad, etc., toda comunicación masiva constituye un conjunto de instrucciones enajenantes. El adoctrinamiento político es un conjunto de instrucciones para que no pensemos, la información de los medios es un raudal de instrucciones que no hacen otra cosa que manipular a la población.
    Abrazos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si a eso le sumas que probablemente las edificaciones no se han levantado observando normas antisísmicas...Las décadas de construcción que nos contemplan atrás ¿qué sorpresas terribles pueden depararnos si la madre tierra pasa de sus hijos constructores e inmobiliarios y sigue sus leyes naturales?

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Actualmente el CTE (Código Técnico de la Edificación) exige que todas las estructuras sean calculadas y dimensionadas para resistir los efectos producidos por los movimientos sísmicos. Esta normativa es de obligado cumplimiento y los controles técnicos cuidan de que se cumpla. Es una norma que se cumple con bastente celo y rigor. Anteriormente la Norma sismo-resistente de las NTE (normas tecnológicas de la edificación) también obligaban al dimensionado de las estructuras. Debo decir, por lo que yo sé, que estas normas se cumplen y que la normativa está al nivel de las mejores y más exigentes de las de Occidente.
      De todas maneras, si la tierra (yo no creo que sea madre) revienta o se mueve solo un poquito más de lo que estamos acostumbrados, no hay norma que la pueda detener, toda estructura se viene abajo aunque esté dimensionada con grandes masas de hormigón y armaduras de acero de alta cuantía. Nada, nada, la naturaleza es inclemente como un dios antiguo, y las normas son como un sardinita en medio de un océano turbulento.
      Saludos

      Eliminar
    3. Agradezco la información, pero sospecho que esas normas son más bien recientes, como mucho de veinte o veinticinco años para acá, pero anda, que no se ha construido nada en los años 60, 70 y 80 en este país y con ver su aspecto exterior uno duda hasta de sus cimientos, entiéndeme.

      Pues a cruzar los dedos, en unas zonas de la península más que en otras.

      Eliminar
    4. La Norma sismorresistente es de 1974 y las normas más recientes son de 2004.
      Abrazos
      Francesc Cornadó

      Eliminar
    5. Gracias por el dato. En mi ciudad puede haber un cuarenta o cincuenta por cien de vivienda anterior a los 70, y no sé si me quedo corto, barriadas enteras del tardo franquismo y desarrollismo primera etapa, así que imagina.

      Salut.

      Eliminar
  4. Los negociados entre el estado y las empresas constructoras existen desde siempre, así como el hecho de que los perjudicados son quienes acceden a esas casas construidas supuestamente siguiendo las normas de edificación y avaladas por el estado, cuando en realidad no lo están.

    Saludos,

    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo malo es el que el pasado es irrecuperable ya y aquellas edificaciones de antes de las normativas dejan que desear y no solo por motivos sísmicos inesperados sino por las fuerzas ordinarias que están en movimiento perpetuo bajo sus pies y los deficientes materiales que se utilizaron en su día. Por ejemplo lo de la aluminosis, que aún no se ha manifestado en toda su crudeza. Tenemos que pencar con las herencias del desarrollismo barato.

      Eliminar
  5. La verdad es que las instrucciones no me las leo jamás, ni siquiera de los electrodomésticos. Y las dedicadas a situaciones de emergencia pues tampoco. Confío en la suerte y en mi instinto de supervivencia. Creo que cuando sucede una anomalía de consecuencias trágicas, la vida o la muerte está fuera de nuestro control, por más que sepamos soplar el chaleco salvavidas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ergo...deduzco que tampoco atiendes las instrucciones previas de la azafata de vuelo. Ya somos dos. Bastante tiene uno con estar pendiente del ruido de los motores.

      Eliminar