sábado, 11 de febrero de 2017

Aún quedan honrados y yo les digo que no son idiotas



Llevo unos cuantos días dando pábulo a temas de carácter más político, digamos. No puedo evitarlo. Resulta difícil callar cuando percibes el hedor del país. ¿Recluirte cual anacoreta? Se metería el olor por las rendijas. Además, emulando la frasecita, nada de lo manifestado por los humanos me resulta ajeno. Ni siquiera a los que no quieren dedicar ni un momento fugaz de pensamiento les es tangencial. Hoy me he sorprendido porque, al fin, en la prensa mínimamente creíble, aparece un enfoque humano con otra perspectiva. Si llevamos años soportando con vergüenza, asco y desánimo, la mina de deshonestidad y de carencia de honradez de muchos paisanos, provenientes en gran parte del mismo tronco político, es oxigenante conocer cómo ha habido individuos que han resistido a las propuestas de la corrupción. Personas a las que se está haciendo la vida imposible porque no quisieron involucrarse en las redes delictivas e incluso denunciaron.

El País publica hoy una entrevista a tres de esas personas. Adjunto el enlace al final. De la entrevista lo que me hace recapacitar más no son las tentaciones, las venganzas o las presiones que han padecido. Basta observar sus caras para ver que no están precisamente como unas castañuelas. Sino la actitud de gente común con la que se han encontrado en su entorno esas dos mujeres y el hombre. Según ellos, pocos les han comprendido y animado en su actitud de rechazo a la corrupción y por el ejercicio de la denuncia en su día. La frase de uno de ellos "el español medio piensa que somos unos idiotas" me llega al alma y no porque alrededor mío no la haya oído cientos de veces. 

Aquí, al que no se aprovecha de una circunstancia para beneficiarse, por muy perversa que sea, se le valora como tonto. Y ahí anda la explicación última y de primera fila de por qué la corrupción campa a sus anchas. Sé que enseguida se pensará: la naturaleza humana. Pero la naturaleza humana también proporciona hombres decentes, fieles y consecuentes para con los modos de vida y de cumplimiento con el colectivo social. Así que cansado estoy también de ver cómo nos escudamos en el tópico de la naturaleza humana que nos ha hecho así, como si de una canción de moda se tratara. La historia de la humanidad es sobre todo la de domeñar el entorno. Si no, jamás hubiéramos llegado hasta este punto y en tan poco tiempo. Y domeñar es también reconducirnos en acuerdos sociales unos a otros, y ahí el triunfo de las ideas ilustradas, y generar mecanismos de colaboración y satisfacción que benefician al conjunto, y de castigo para los desaprensivos que quieren vivir a costa de todos.    

Sólo quería valorar a unas personas que han afrontado la ignominia, que han sufrido acosos, desprecio o desinterés. "Tú te lo has buscado" o "¿Te compensa (no haber cogido dinero)?" o "Las que te están acosando y los que están viéndolo y no están haciendo absolutamente nada. Esos son la mayoría", son algunas respuestas de estas personas que congelan el alma. Al menos a una minoría de ciudadanos sensibles y decentes. Al machismo cultural español seguramente les producirá risa ese comportamiento cívico. Así nos va.  Leed, por favor:


http://politica.elpais.com/politica/2017/02/10/actualidad/1486717372_302660.html


10 comentarios:

  1. Si yo pongo en mayúsculas un nombre de mucha actualidad, seguro que nadie sabrá quien es.
    Me apostaría lo que fuera que nadie descubrirá quien es el tipo más honrado de los últimos tiempos. ¿Porqué ? porque ni llama la atención, ni interesa.
    Se trata de : FRANCISCO VERDÚ. El único que no utilizó las tarjetas black y que además dijo que le parecía ilegal.
    Ahora tiran mierda sobre él, poque todo Cristo ha quedado en evidencia, y le preguntan porqué no denunció. Nadie recuerda que ni las pepartía, ni era director, ni firmaba , ni sabía quien las tenía. Simplemente no la quiso porque le pareció ilegal y fraudulento.
    Pero eso no basta. No solo hay que ser honrado, sino parecerlo.
    Este es un país de mafiosos que pondría colorado a Don Vito, por aprendiz.
    Salut

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  2. Amigo Fackel, puedo certificar que la "naturaleza humana" no es tan corrupta como la pintan, muchos técnicos honrados, muchos profesionales decentes se comportan con gran dignidad y hacen un trabajo bien hecho al marjen de la corrupción y el soborno. Qué nadie lo dude, lo que ocurre es que la corrupción levanta mucho polvo y es muy espectacular. La labor del profesional honrado es más callada y más eficaz.
    No quería referirme a mi experiencia personal-profesional, pero te diré que más de tres y más de cuatro veces la oportunidad te la sirven en bandeja y si la rechazas te consideran un bendito, un "criajo", un inocentón idiota. Los resultados del rechazo, sin embargo, siempre han sido positivos: la autoridad y consideración profesional se incrementan, la solvencia y el respeto te acompañan para el resto de tu carrera, porque las cosas se saben y se propagan como un reguero de pólvora y los moscones corruptores se alejan y ya no acuden a tu despacho.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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    1. Has puesto una guinda en el tema de alta estimación. Que los que te lean tomen nota y cada cual repase sus conductas. Pero hay que ver cómo se imponen, en connivencia con los poderes, las corruptelas y corrupciones en esta vida. Por eso es de apreciar criterios como el tuyo y pautas como las d elos tres de la fotografía. Gracias.

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    2. Perdona Fackel, por error de tecleado puse "marjen", ¡maldita sea, las faltas de ortografía me hacen daño a la vista!. Corrijo: "trabajo bien hecho al margen de la corrupción y el soborno".
      Saludos
      Francesc Cornadó

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    3. No pasa nada, uno podía pensar que eras un seguidor inflexible de Juan Ramón Jiménez, jej. Pero estás en todo, gracias por ello.

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  3. Cuando leí, hace muchos años,el libro de Viktor Frankl, autobiográfico de su paso por campos de concentración, subrayé una frase tallada en su propia experiencia: en el mundo hay dos clases de personas: las decentes e indecentes.
    Más allá de la adscripción política, hay gente de la que te puedes fiar por su honradez, aunque defiendan ideas contrarias.
    A pesar del aparente reduccionismo de Frankl, hay gente íntegra que no se amilana ante el poder. Benditos sean.

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    1. Sí, también creo que la hay en cualquier zona del arco político. Es loable la decencia y honradez. Pero cada uno debería replantearse si debe seguir respaldando opciones ideológicas que tienen por práctica usual las corruptelas. ¿O todas las tienen y entonces apaga y vámonos?

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  4. Deberíamos mostrar más nuestro apoyo y solidaridad a quienes denuncian las irregularidades del sistema. No solo a los que aparecen en los medios de comunicación de vez en cuando sino a los que nos rodean en el trabajo, en la vida cotidiana. Haríamos una España mucho mejor.

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    1. Ratifico punto por punto tu opinión y hago mía propia la propuesta. Simplemente con hablar de este tipo de actitudes en nuestro entorno y defenderlas ya avanzaríamos. Claro, luego llega el que te ha hecho una obra y te dice si la factura la quieres con iva o sin iva y te pone a prueba. En fin.

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