miércoles, 11 de enero de 2017

El cartapacio de Herr Gustav. 4













Mientras duró aquel tiempo de ensoñación se sintió unificado. Desde su dispersión anterior había mutado a una centralidad que le estabilizaba. Como si de pronto hubiera nacido de nuevo pero ya madurado plenamente. Obviando que uno nunca se hace de manera total, ni se hará, porque construirse es la afirmación de un instante, y descomponerse es lo duradero. Porque el misterio de la vida, y no hay otro, es comprobar que esa constante marcha no es sino un hacerse y deshacerse tomándose el relevo. Hasta que los cuerpos se ajan y las energías se agotan, y ya no hay más camino. Pero entonces él no pensaba así. En él se había abierto una lectura de la vida, en parte deseada, en parte prometida, en parte imaginaria, que le engulló. 

Ya ve lo que hago por usted, y cada día con mayor confianza. Me gusta la delicadeza que tiene al decirme que me ponga de lado o que me incline sobre mí vientre o que me quede bocabajo recogiendo una de mis piernas. No me espanta cuando me pide que sea yo misma; como si no te mirase, como si no estuviera yo aquí, suele decirme. Por mi parte no es simple obediencia de modelo en este caso. Entiendo que usted debe captar lo íntimo de una mujer para que el arte valga. Aunque si le soy sincera prefiero que sus trazos den a entender más que revelen abiertamente. Pero no tenga en cuenta lo que digo, herr Gustav. Usted tiene, debe más bien, que entrar al detalle de las líneas sinuosas, a veces temblorosas, y hasta agitadas, de mi cuerpo. Así usted aprende más, avanza en su creación y, a cambio, yo me siento más agradecida. Por la noche, ya en casa recordaba estas sesiones de trabajo, llegando a la conclusión de que soy una privilegiada. Que usted no me roba nada a mí y, por el contrario, con sus dibujos me perfecciona. ¿Lo cree?


4 comentarios:

  1. Buena gente esa modelo que nos pintas. Se habrá enterado el artista? No queda claro. Ambos fruto de tu prolífica imaginación te hacen justicia.

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    1. No sé, el artista parece enrocado en su presencia ausente.

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  2. No se aún, cual diálogo me gusta más.... pero ambos me fascinan

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    1. NI yo mismo sé si son complementarios u opuestos. La dualidad siempre juega a la confusión. Elegir es un modo de suerte.

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