Creo que hoy es el día de los diez mandamientos. Vamos, del recurrente pase en alguna cadena de tv de la película célebre. De la colección de cromos que yo hice también y que debe andar en el desván. Un film de aventuras sobre un relato de aventuras, que no otra cosa es la Biblia. O sí, es también un tratado secular de control social y moral, aunque sea de difícil aplicación en las sociedades ya no sojuzgadas al imperio del papado. Lo curioso es que el afán imperial que contemplamos en la película es algo que han gustado de heredar los actuales mandatarios de Egipto. Han puesto en circulación un vídeo épico exaltando el valor y las virtudes de su ejército en línea con la mercadotecnia de nuestro tiempo. En el periódico Jeune Afrique leemos: "El vídeo, que dura 3 minutos y 15 segundos, comienza recordando : 'los hombres que no creen en el miedo, los hombres que no aceptan la derrota, los hombres que nunca se dan por vencidos. Estos hombres están convencidos de una cosa: Dios los puso en la tierra para proteger toda su alma. Esta tierra es Egipto'. A continuación, termina con: 'Ellos derramaron la misma sangre en el mismo lodo, viven con honor y mueren con dignidad. He aquí los hombres de las fuerzas armadas egipcias. Un corazón, un alma, una creencia". El recurso Dios y la Patria una vez más. Y de la Muerte, cómo no, que suele ser fundamentalmente de civiles. ¿Ha cambiado algo a lo largo de los siglos en las sociedades humanas de la guerra? Con ustedes, ta ta tachín, versión aumentada y actualizada de Los diez mandamientos, que ahora no hablan egipcio sino árabe.
El mundo es un caos.
ResponderEliminarBesos.
Preocupante el caos humano, ¿no crees? Aunque hay causas de ese caos, prospectemos en ellas.
EliminarY allí surge la primera gran migración narrada de la Historia de la Humanidad...la huida de Egipto por parte de los judíos
ResponderEliminarUna narración, sí, no estoy seguro que sea la primera narrada o reinventada.
EliminarDel video, solo puedo decirte que me pone terriblemente triste. De los diez mandamientos, que en nombre de ellos se sostienen las guerras desde siempre. Se toma el nombre de dios en vano, se llame como se llame. Que matamos a diestro y siniestro para robar porque codiciamos los bienes ajenos y por ello mentimos y decimos falsos testimonios, y decimos que con ello honramos a nuestros padres y hermanos y lo proclamamos en nuestras fiestas litúrgicas sean de la naturaleza que sea, enfin que lo seguimos al pie de la letra porque amamos a dios por encima de todo.
ResponderEliminarUna película a la orden de nuestros días.
Un beso, Fackel.
Supongo que las fuerzas armadas israelíes y de otros países hiperarmados tendrán vídeos análogos. Dios es el comodín de las castas clericales de todas las religiones. Una vieja excusa, a mi modo de ver, para el control social, que entró en las conciencias humanas en parte por la fragilidad lógica de éstas, en parte por la ambición religiosa. Mientrs la humanidad no resuelva la cuestión del inconsciente y sea el hombre pleno el inventado concepto del dios seguirá por ahí deambulando para justificar guerras y miserias. La recreación de Cecil B de Mille se queda corta al lado de la propaganda armamentística ¿prebélica? de nuestros días. Yo también me horrorizo por esa línea continua que desde los tiempos más primitivos han seguido desarrollando las denominadas falazmente "artes de la guerra". Salud, un abrazo, Carmela.
EliminarDe niña me preguntaba porqué adoraban al carnero, toro, o semejantes. Mucho más tarde ya me enteré. Ahora su lugar lo ocuparía el "concepto capital". Lógico, los carneros suponían capital en aquella civilización.
ResponderEliminarPero los que denunciaban al "carnero", perdón, al becerro de oro, se apuntaron a su vez a adorarlo, en nombre del dios de turno, claro.
EliminarPerdón, quería decir "becerro", que el carnero es otra cosa, un bicho que básicamente sirve para embestir.
ResponderEliminarSí, para embestir a las ovejas.
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