¿Quién dijo que la decrepitud es la antesala de la muerte? Hay algo de resistencia opositora a los tiempos presentes por esas calles cotidianas. Por el contrario, la bonanza de un invierno menos invernal que otras veces ha traído ya floraciones insospechadas. Debo ser de los escasos transeúntes que se detienen a dedicar una mirada de asombro y perplejidad a lo feo y a lo bello casi por igual. El trastero de la memoria es inagotable. La capacidad diaria de sorprendernos aporta algo de optimismo. No todo es banalidad ni engaño.
Estos son mis carteles preferidos, los que nos demuestran que allí ha habido algo, por pequeño que fuere.
ResponderEliminarSalut
Huellas, residuos, improntas, cenizas.
EliminarSón blanc i negre, aquestes dues imatges!
ResponderEliminarTal vez, ambas efímeras, amas renacerán con rostros más o menos análogos cuando transcurra cada ciclo.
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