sábado, 14 de noviembre de 2015

Más Voltaire




¿Os habéis dado cuenta de lo simbólicos que son los lugares de los atentados de París? Un café, un estadio de fútbol, una sala de espectáculos. ¿No son representativos de una forma de vida occidental abierta y comunicativa? ¿No han sido elegidos por el fundamentalismo islámico porque representan todo lo contrario de la ideología y las formas de vida que los bárbaros y energúmenos desearían imponer? Por supuesto que Europa puede suscitar muchas críticas, empezando por las que hacemos aquellos a quienes desde casa no nos gusta la deriva que está tomando la UE, por supuesto que hay un pasado colonizador y un presente intervencionista poco acertado, por supuesto que nuestros usos y costumbres tienen doble rostro, pero si quitamos todas las capas de la cebolla que somos ¿quién de nosotros no se siente identificado con la libertad, el hedonismo y el sentido de disfrute que representan charlar en una terraza de bar, escuchar música en público o contemplar un espectáculo deportivo? Lugares de encuentro no solo de los individuos en agrupamiento, sino también del encuentro y la evolución interior de cada uno. Cada individuo sabe o debería saber si aquello a lo que asiste o de lo que participa es alienante o liberador para él, y con frecuencia ambas características van asociadas, pero la posibilidad real de elegir, el ejercicio de las prácticas del descanso y el sano ocio, la comunicación y el intercambio, la mirada y la reflexión, la intervención en lo colectivo y la opción de disentir, que no son exclusivas de Occidente, pero que el Occidente laico ha sabido mantener frente a las religiones opiáceas (en el sentido marxiano) es algo irrenunciable. Es la opinión de alguien que no es proclive de acudir a actos de masas y de delegación mental. Uno no puede ser ingenuo y creer que el terror presente es mera cosa de intolerantes. La intolerancia, más bien, está al servicio de intereses oscuros, revueltos, de ámbitos políticos que mueven los hilos y tratan de influir, quebrando la convivencia para que la ciudadanía a su vez presione sobre los gobernantes. Pues bien, la respuesta al terror y la barbarie no debe ser la restricción de los derechos de la ciudadanía. Habrá quien traduzca su pensamiento maduro en reacción emocional y conceda su voto a otros fundamentalistas de signo opuesto en nuestros países, algo sumamente peligroso si llegan a controlar los resortes de poder. Pero en la inteligencia e independencia interior del hombre está la capacidad de elección. Necesitamos más Voltaire. Mantener y recuperar la libertad de criterio, la riqueza de la expresión, la capacidad de participación. Mirada despejada frente a las tinieblas. Uno desearía que no volviera el mundo viejo con su rostro de barbarie, por muy mundo viejo nuestro que nos digan que sea. No sé si es mucho pedir, no sé.


¡Bataclan vive!


(Un par de comentarios de Voltaire en su Tratado sobre la tolerancia:

"...¿Y con qué cara podemos reprochar a los paganos haber hecho tantos mártires cuando nosotros hemos sido culpables de la misma crueldad y de las mismas circunstancias?"

"...Es preciso, por lo tanto, que los hombres empiecen por no ser fanáticos para merecer la tolerancia")





14 comentarios:

  1. Estaba esperando semejante entrada. Sabes que lo suscribo.
    Y va a resultar que unos criminales descerebrados y egoicos reconduzcan a unas masas acomodaticias y supuestamente evolucionadas por la senda de la prudencia, la mesura y quizás algún tipo de sabiduría latente en su anterior y cruel evolución ancestral.
    Y entre tropecientas victimas busquemos el ego, ese que venden y da de comer a demasiadas publicaciones, programas diversos, etc.
    Marcho a trabajar con la mente en blanco.

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    1. Sí, todo eso, pero aún más. En la repugnante oscuridad se mueven muchas jugadas y ciertos jugadores a los que probablemente este tipo de barbaridades les viene bien. Así de cruda es la historia de las hegemonías, poderes, etc.

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  2. Sería mas fidedigno decir: la mente en negro puesto que el blanco incluye todo el espectro de color. El negro combina mejor con el plano emocional de mi vehículo personal.

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  3. Desde luego, a la hora de elegir sus objetivos, estos criminales parecen ser más selectivos que los bombarderos de la Santa Alianza Capitalista cuando bombardea Bagdad o Gaza. Ningún gobierno de la llamada civilización occidental decreto luto, ni pidió minuto de silencio, ni puso banderas a media hasta, ni protestó enérgicamente, ni prometió contundencia inmediata cuando niños, mujeres y ancianos eran, día sí, día también, despiadadamente exterminados por la poderosa maquinaria bélica del civilizado occidente en Gaza, en Irak, en Siria...

    Ninguna persona decente puede justificar lo que ha sucedido en París, ni lo que sucedió en Madrid, Londres y Nueva York, pero conviene recordar que las víctimas, sean de la nacionalidad que sean, siempre pertenecen al mismo bando.

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    1. Ciertamente, no te falta razón. Parece que hay violencias que nos afectan a nosotros y otras que nos traen al pairo. Muertos de primera, de segunda, o de ínfima categoría, estos los silenciosos del hambre, por ejemplo. Siempre de la misma parte, pero ay con las partes...que solo quieren saber lo que les concierne de cerca, aquí y en otras zonas del mundo. Más Voltaire y todos los que después han aportado a la claridad, naturalmente.

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  4. Esperaba tu entrada...
    De acuerdo contigo y con Loam
    Aquí, Madrid, no hubo un atentado, fueron tres. Atocha, El Pozo y Santa Eugenia
    En el de Santa Eugenia asesinaron a dos hermanas y amigas mías, Nuria y Martita a las que echo de menos cada día. Como echarán de menos a los que occidente se ha llevado por delante.
    Una pena vivir en un mundo tan loco

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    1. No creas que loco. Lo que hay son cuerdos perversos y que utilizan para sus fines medios absolutamente repugnantes. ¿O no sabes que en la Historia hay muchos casos de terroristas en su momento y que fueron mandatarios reconocidos más adelante y recibidos con toda pompa en las cancillerías del planeta?

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  5. Lo simbólico del acto es lo primero que detecté. El mensaje es clarísimo. Creo que lo peor que esto nos dice es que poco y nada estamos haciendo por la paz, más allá de agitar banderitas de vez en cuando para ensalzar nuestro inmenso ego y convencernos de que estamos en el bando de los buenos. Hay que reflexionar, comprender al otro y descorrer las cortinas de las verdades incómodas. Un abrazo, y paz.

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    1. Esto no es una película de buenos y malos, obviamente. Los fanáticos tienen su mundo simbólico. Esto es universal, seas o no fundamentalista. Pero cuando el símbolo sustituye a la argumentación, la idea dogmática al conocimiento razonable, y el todo sirve para lograr objetivos entonces no me sirve. Comprender al otro sí, pero ¿se deja el otro? ¿No hay acaso muchos otros que o vas a su ribera o no te aceptan? Si yo lo he vivido y vivo aún con los cristianos más inflexibles...imagina lo que habrá en otras religiones y posicionamientos ideológicos y políticos. Al menos estos, en las democracias, se dejan objetar. Naturalmente, templanza y convivencia.

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  6. Por dónde empezar? es cierto... por más tolerancia y libertad, para que no sean otros fanáticos los que levanten la batuta de la justicia reclamando reciprocidad contra la violencia.
    Un abrazo

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    1. Deberíamos haber aprendido lecciones, y yo creo que sí hay sociedades que han evolucionado en este sentido, se ve que la tolerancia no es un bien comprendido por todos, y no solo en tierras lejanas sino en nuestras cercanías...

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