No pensar en lo que no es, el título de la entrada, digo, quise decir paréntesis, pero digo interruptus, interrumpo mis somnia por un breve repente, no sé si porque ahora que no se llevan las lenguas que los torpes llaman muertas, ahora que los inútiles gobernantes se cargan todo el acervo clásico y filosófico en la enseñanza, ahora que potencian las ideas muertas e inservibles como hacía tiempo que no lo hacían, entiéndase religión católica en lugar de lo vivo, es decir, las relaciones de convivencia, la política ética, la ciencia, la técnica, el saber, el transformar, me da por hacer homenaje a todo aquello que matan los facinerosos del anti-conocimiento, y que no se entienda homenaje como esa práctica de vanidad turbia que hemos conocido en el país toda la vida, esa palabrería vacía donde los que mandan quieren salir en la foto y hacer carrera a cuenta de los contribuyentes y donde el homenajeado, suponiendo que se lo haya merecido, que no todos los que están en podiums son dignos ni por el forro, no cuenta casi nada, y los homenajeadores se concentran en torno al vino español tan codiciado como caro, sino que homenaje para mí es reconocer, apreciar, disfrutar como el autor de una creación o un invento ha disfrutado y ha querido transmitir, pero no sé si eso llega a muchos pobladores de Sansueña, y mi interruptus de ahora mismo deja el homenaje para convertirse en la denuncia, porque leo que el Gobierno y su innombrable Ministerio de Incultura quiere fabricar banderilleros y otros altos profesionales I+D (¿significará idiotez más dinero para los chupópteros de turno?), según leo en El País, y por eso, por mi carcajada indignada interrumpo mis somnia pero debo volver al mundo onírico, porque vivir con conciencia en este país es irte por la pata abajo, que dicen los castas, y mira por dónde no sé por qué los cerebritos, sucursal catalana, prohibirían hace tiempo la foto del torero Padilla para un cartel de un centro de exposiciones, no sé, porque es todo un paradigma, es muy apropiada ahora más que nunca, ahora que nuestra juventud va a poder hacer una nueva carrera altamente tecnológica por FP, ahora más que nunca Padilla, y mira que me cae bien ese tipo, ese gesto demediado, esa pose atrincherada, esa desgracia asumida, ¿será representación de la ardua supervivencia en el ruedo ibérico?, ahora que el torero tuerto es un icono que habría que poner junto al crucifijo y el retrato del mandatario de triste figura, como ejemplo de lo futurible, porque todo vuelve, queridos míos, todo vuelve y de qué manera tan repugnante, ¿sabéis cuál?, aquella manera en que tal parece que los ciudadanos damos el consenso para que vuelva, ¿o se impedirá?
Resulta conocido que antes de la muerte profunda los agonizantes experimentan un una aparente mejoría.
ResponderEliminarAl margen, imbeciles existen a manadas por doquier ...y además la mayoría destinados a carne de cañones diversos. También nosotros lo seríamos en más o menos ocasiones e incluso puede que lo sigamos siendo, pero al menos conscientemente.
Comparto furia pero reconozco que la burla y el humor hacen menos daño a la salud, soporte único del presente vehículo y despreocupación porque todos caeremos victimas de nuestra propia estupidez.
Mira, más sencillo todavía: este país -y digo su totalidad incluso la díscola- está dando palos ciego, y los dueños de la finca se empeñan en dar más palos de ciego, y ya sabes, si un ciego guía a otro ciego, en su totalidad...
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