lunes, 6 de julio de 2015

Adverbio enigmático

















Duda. Si un adverbio de negación se impone, ¿anula taxativamente al afirmativo? Lo que para unos parece obvio ¿lo es para todos? Hoy el día amanece con un calor plus respecto al ordinario del sol. Con desequilibrios, planes B, movimientos en la oscuridad, pulsos entre tirios y troyanos, presiones por doquier y tembleque generalizado. El lenguaje no siempre es blanco o negro. Exige ejercicio del pensamiento y elaboración de razones. Y ese vehículo siempre necesario llamado diálogo. La gramática de la vida rectifica y se corrige a sí misma. Un adverbio se impone, niega una situación anterior, ¿pero crea por sí mismo una nueva sintaxis? Lo enigmático de hoy puede ser desvelo mañana. Sólo hay una prisa: soluciones para reducir y eliminar el sufrimiento que todo desarrollo de la gramática de la vida conlleva entre los mortales. Se impone hilar la hebra muy fino y dejar de lado el blablá ruidoso.



(Fotografía de Lee Jeffries)



2 comentarios:

  1. No hace falta devanarse los sesos como no sea para encontrar la mejor manera de aliviar el sufrimiento. Los circunloquios, condicionales y ataduras del lenguaje para no soltar la frase limpia e inteligible es una manera de mentir al personal.
    Solo veo una cosa clara: hay un barullo en el que se mezclan churras con merinas y en el que se mueven con facilidad toda clase de desaprensivos.
    Que racistas de todo pelaje europeo aplaudan el No, me produce dentera. Si ellos están contentos es que algo está mal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entre los desaprensivos están también nuestras autoridades comunitarias y patrias, porque hay que ver qué dureza emplean a veces y de qué mediocridad (sobre todo la autoridad monclovita) hacen gala pontificando y repartiendo excomuniones como si rigieran algo (ni sus mentes por lo que veo)

      Lo de racistas y siniestros apoyando el No lo he visto en su punto, son antieuropeístas y evidentemente rechinan.

      Eliminar