Fui y me adentré en el bosque para olvidar mi estéril acritud. A medida que penetraba en él me pareció que me convertía en destello. Sentí entonces la necesidad adolescente del saber y el disfrutar, pero con quietud. Sin el nerviosismo de las ideas preconcebidas. Sin la acechanza del resto de los animales. Sin la premura de tener vida adulta por delante. Y allí, al borde del arroyo, me calmé hasta la llegada de la noche.
Lo entiendo perfectamente, porque es entre la naturaleza donde uno vuelve a su ser, se encuentra consigo mismo y puede ser feliz, aunque sea por unos instantes.
ResponderEliminarMuchos besos
Pero la naturaleza a conquistar está dentro de nosotros, o nosotros dentro de ella. Muchas veces utilizamos como metáfora los espacios exteriores hermosos y relajantes, buscando la paz que no hallamos en nuestras junglas íntimas.
EliminarLo que son las cosas. Entendí "Actitud". Comenté que tenía déficit de "Actitud". Al revisar leí "Acritud". De eso tengo exceso.
ResponderEliminarUn abrazo
Debemos rebajar los tragos para que no nos mine la acritud. Un abrazo.
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