sábado, 27 de junio de 2015

Abscesos















Tal vez la Historia de la humanidad, entre otras muchas historias, sea también la historia de sus propios abscesos. Los efectos sangrientos de sí misma que se han manifestado a lo largo del tiempo vienen dados por la acumulación purulenta de sus ideas más dogmáticas. Pasan siglos y algunos no se enteran de que la fe ciega es una actitud destructiva que no tiene nada que ver con el pensamiento abierto. Incluso se permiten desdeñar y condenar a éste. Pero los que, agazapados para el logro de sus intereses, sí saben de qué va su negocio de muerte distinguen perfectamente. Y saben que los dogmas sirven para controlar los rebaños respectivos y tener los prados solo a su disposición.Todo vale porque la barbarie no es solo el medio sino sobre todo la meta. Hoy se ceban con las vidas ajenas los dogmáticos de una determinada palabra que ellos llaman grande en sus labios, ayer fueron otros con palabra análoga que pretendían sagrada con diferente lenguaje. Nada más. Mas la pluralidad no radica en la apariencia de las palabras sino en el razonamiento y la concesión de los argumentos libres. Los defensores de los dogmas no han querido entender jamás esto. Y sus respectivas clerecías, unas activas con sus particulares violencias, otras en la retaguardia pero armadas también de su ceguera velan y procuran para que los hombres no puedan ser jamás felices.



(Fotografía de Keith Carter)



6 comentarios:

  1. Fe ciega, la propia palabra lo dice. Ceguera que conduce a un muro donde se descalabran los ciegos conducidos por sus lazarillos, tan aviesos los segundos que se ríen por lo bajo y entre dientes cuando ven el estropicio, la sangre y la estupidez apelotonada. Es cosa que marea comprobar que en este tercio de siglo XXI los ciegos se multiplican y añaden la merma a otros sentidos: sordos y sin tacto, solo les queda la palabra. Madredelamorhermoso, la palabra y la voz para repetir el dogma que conduce a la sepultura.

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    1. Hay ciegos tontos y ciegos listos, estos últimos fabrican la ceguera. Son aquellos que saben nadar y guardar la ropa. Hacen que se mojan pero permanecen siempre a salvo. Hablan en nombre de la totalidad como subterfugio para preservar lo suyo de clan. Y el hombre individual...¿tan débil? Pero el que no sigue a la clerecía y a la ceguera ¡qué fortaleza la suya en esa parcela individual que no permite ser asaltada por viejos y nuevos dogmáticos!

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  2. Amigo Fackel, la historia es un mal negocio, más o menos así lo afirma Pla. Teniendo en cuenta que un absceso es una acumulación de pus, no me cabe la menor duda que la historia es la crónica de los abscesos continuados. Los abscesos son recurrentes mientras la barbarie va perfeccionándose.
    Saludos

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    1. Un mal negocio al que todos se apuntan...¿por qué será? Y la barbarie afinando sus propios recursos mortíferos, aunque si lo observas bien, poco ha cambiado desde las primeras civilizaciones. Bueno en aquella parte en que los hombres colaboran con agrado, como en estos tiempos actuales...

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  3. Felicito cada una de tus reflexiones. Grandes verdades que no muchos alcanzan a visualizar en su contexto y gravedad.
    Un abrazo

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    1. No aspiro a la verdad en el ejercicio de la reflexión, sólo a poder expresarla (y que me dejen) Creo que el objetivo de toda reflexión debe ser el diálogo y el encuentro, dentro y fuera de uno mismo.

      Un abrazo.

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