viernes, 8 de mayo de 2015

Anulación





















Todo eso llamado demoscópico ¿es signo de funcionamiento de la democracia o más bien de deterioro de la democracia? Viejos y nuevos jugadores se aferran a las encuestas como si algo colateral fuera axial. ¡Es el criterio de la opinión pública!, claman. Pero ¿criterio fundamentado? Ni se sabe. Los más veteranos jugadores, que han controlado toda la vida a sus respectivas clientelas y con ese respaldo al país entero, y los emergentes, que se sienten llamados por inspiración cuasi divina a regenerar el país contra reloj, utilizan las apuestas demoscópicas por el lado que les beneficia y se sienten espantados por la parte que les perjudica. En el juego de la política de consumir y tirar, el debate de ideas han pasado a cuarto plano, si es que existe. Me refiero a las ideas con perspectiva. A aquellas que, aun pareciendo que deseaban lo absoluto y utópico, tenían humanidad y tocaban el mal de las cosas. Todo planteamiento actual de los jugadores del damero ibérico se ha convertido en un asunto de tácticas a corto plazo o medio plazo. Aquí nadie quiere cambiar nada, empiezo a sospechar. Interesan más las imágenes de venta del producto que los contenidos. Más las figuras del ruedo que las reivindicaciones reales de la sociedad y una perspectiva para afrontarlas con mayor visión.  Que me perdonen las excepciones honrosas, que las hay. Pero uno empieza a sentirse anulado.

Walden no me ha dejado ni respirar. Hoy se ha levantado metaescéptico.



(Ilustración de Manuel Vizoso, http://cachondodejahve.blogspot.com.es/ )


10 comentarios:

  1. Las encuestas son elementos especulativos, así que hay que mirarlas con la distancia justa de dos o tres cervezas... Pero después hay que acudir a las urnas, con traje de domingo y mente clara y hay que decir a los corruptos hasta luego (y para siempre), a los que venden humo hay que soplar un poco y podemos ver como sus caligrafías ondulan en cualquier nube; y a los disgregadores y separatistas hay que decir no porque una baldosa no hace suelo, no es más que un elemento deshabitado... Así que en el escaso margen que queda hay que definirse pensando que lo público siempre es más importante que lo privado. Ningún yo es el ombligo del mundo, solo un grano de arena en el desierto. La puerta está a la izquierda y no hay que quedarse en el umbral.... Entremos.

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    1. Me gusta tu programa (permíteme la asociación) de propuestas. Pienso así también, aunque mi escepticismo en este momento esté en los bordes de todo. De lo público y lo privado habría mucho que hablar, no tendrían por qué ser incompatibles, para eso deberíamos revisar las reglas del juego social, algo que no parece querer casi nadie. El tema no es dónde esté la puerta, sino que el espacio de esa puerta debería redifinirse. Pienso como tú que en otra dirección solo estamos abocados al Sísifo histórico de los de la finca patrimonial a la que nos tiene sumisos la derecha. Personalmente no soy de los que entran a ningún sitio sin exigir, no vendo mi primogenitura por las buenas.

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  2. Lo que preocupa es que detrás de esa puerta a la izquierda nos encontremos con personas con mente de derechas, Sr Jose Luis Morante.
    El mal sabor no lo dejan los de la puerta a la derecha, de esa puerta uno puede esperarlo todo,, el mal sabor lo dejan las puertas a la izquierda, esas que en el nombre estandarizado de "pueblo" hacen todo lo posible para su pecunio particular.
    Ese es el problema, a mi entender.
    Salut

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    1. También doy la razón a Miquel de que lobos con piel de cordero abundan. Partidos y personajes que llegando el tiempo electoral se van de la boca de promesas que jamás cumplirán y que apoyarán en su práctica parlamentaria a los que saben perfectamente cómo controlar la política parlamentaria traicionando la democracia, aquí, en UK y en los demás países. ¿O no está en retroceso la democracia en Europa?

      Lo que pasa, Miquel, es que ciertamente algo debemos de creer a algunos en los márgenes pequeños que queden. ¿Por qué no? Conozco gente muy honrada y con verdadero nivel político y democrático que probablemente van a quedar desplazados por modas, ley d'Hont, y si es así se va a perder un acervo cultural y político importante. Pero ya se sabe que Spain es un territorio taifa y de aventura y con nuestro pan nos lo comamos.

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  3. Me siento tan cerca de Thoreau, para mí, las encuestas tiene menos valor que cualquier folleto que dejan en el buzón. No voy a votar, es mi desobediencia. Que le tomen el pelo a Rita la cantaora, rectifico, tampoco Rita se merece esa burla.
    Y para postre, blogger e internet van fatal desde esta mañana.

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    1. Lo que me indigna de las encuestas es que se usan y abusan. Se están utlizando desde hace meses descaradamente para condicionar al personal. Porque la "ciudadanía" esa que reclama todo el mundo no sé si es tan reflexiva, más bien se deja influir mucho por novedades fatuas, modas pasajeras, salidas alegres y espectáculos de imagen varios, incluyendo los rostros jóvenes. El pensamiento está siendo el gran perdedor. No sé si Thoreau, que tanto me simpatiza a mí, podría convivir en este tiempo de sociedades complejas (bueno, el suyo ya lo iba siendo) Pero no consigo llegar a ese punto de abstención, siempre me perseguiría la culpa, aunque quien sabe, quién sabe. Incluso los que practican pacifismos y desobediencias civiles están siendo manipulados por clanes emergentes...

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  4. Las encuestas son publicidad manejada por los medios según sus favoritos,´manipulando las mentes de los ciudadanos que, por carecer de una cultura política y de sentido crítico,se ven atrapados en este mecanismo.

    Hemos perdido la confianza en los partidos políticos, pero no podemos ser nihilistas y cruzarnos de brazos. No hay puertas perfectas, pero unas son mejor que otras y creo que debemos abrir las nuevas y, si lo que encontramos detrás de ellas nos defrauda, volver a utilizar la llave del voto para cerrarla. Lo que es cerril y degradante, es volver a elegir a los que ya han demostrado que están corrompidos por años y años de ejercer el poder en beneficio propio. ¡¡Que entre aire nuevo y que los ciudadanos participemos más de la política, exigiendo a nuestros gobernantes.

    Fackel, siempre planteas temas muy interesantes que incitan a la reflexión y al debate.

    Saludos.

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    1. Aunque comparto mayormente tu opinión, un matiz por mi parte: yo he perdido la confianza en ciertos partidos políticos, aquellos que más corrupción tienen en seno, aquellos que solo están para satisfacer el funcionamiento controlado del sistema. El aire nuevo es siempre relativo, como metáfora queda bien, pero ¿es aire nuevo solo porque aparezcan nuevas siglas o verbos o sustantivos reclamando espacios de representación a los que por supuesto tienen derecho? Solo es irrupción, más que aire fresco: mientras no se sepa con claridad algo más de ellos y sobre todo mientras no conozcamos hechos yo no les doy mi carta de primogenitura por las buenas. Hay mucha palabrería en el ambiente y tampoco veo nuevos estilos por parte de esos "triunfantes" emergentes, según las encuestas. Pensamiento, siempre pensamiento, las ideas deben construirse en cada individuo. Pero estoy de acuerdo con tu grito: que los ciudadanos participemos más de la política, exigiendo a nuestros gobernantes, dices. ¿Todos los españoles quieren exigir?

      Gracias, Fanny. Los temas están para plantearse y debatirse, yo mamé esa práctica para salir del tedio de la opresión del antiguo régimen y, nos obstante las dudas y las crisis, estoy muy contento de haber participado con otros en el interés cívico por la cosa pública.

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  5. Interesantes reflexiones. Me gusta mucho entrar por aquí. Ando entre las ganas de tirar la toalla y una pequeña porción de esperanza, ante tanta promesa hipócrita y ante un pueblo tan mayoritariamente cegato y comodón...

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    1. Hay márgenes, Sonia, hay porciones. Hagas lo que hagas, relativiza siempre, no dramaticemos mayormente. Todo tiene una duración limitada. Personalmente pienso que la política no reside EXCLUSVAMENTE, ni por el forro, en votar cada cuatro años. Yo he sido partidario de la participación en movimientos cívicos, vecinales, sociales, como fermento y ejercicio de democracia real. Ahí es donde debe fiscalizarse la política de gobernantes y opositores.

      Ah, y nosotros también somos pueblo que no debemos dejarnos usurpar ni por los necios cegatos ni por los oportunistas ni por los patrimonialistas de toda la santa vida, eclesiásticos incluidos, siempre agazapados en la sombra de sus intereses.

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