domingo, 5 de abril de 2015

Advertencia










El zapato de raso. Acción española en cuatro jornadas es un drama de Paul Claudel. El director Manoel de Oliveira lo llevó al cine. Al principio de la película sale un personaje trajeado a la puerta de un teatro, ante la cual se despliegan varios acomodadores, se dirige a los espectadores del film y dice, o más bien advierte: "El orden es el placer de la razón. Pero el desorden es la delicia de la imaginación". A continuación se marcha, pero de pronto se gira como si recordase algo y mirándonos de nuevo añade: "Lo peor no siempre es seguro". Tal vez el espectador se debate también como en la trama, entre los órdenes y los desórdenes, como si la pugna interior solo fuera entre placeres. La duda sobre la posibilidad de un maridaje armónico. Lo utópico conlleva en su seno lo posible pero también lo imposible. ¿Siempre hay que elegir entre razón e imaginación? Este espectador no está por escorarse hacia uno en detrimento del otro, aunque no se equilibren nunca dentro de él. Al fin y al cabo no conoce en su búsqueda vital otra alternativa que le haga ser. Porque lo peor ¿no siempre es seguro?  



(Fotografía de Jorge Molder)

6 comentarios:

  1. Orden, desorden, peor, mejor... supongo que todo ya es de una forma determinada y concreta y somos nosotros los que en esas cosas percibimos orden, seguridad, etc. y en base a lo que percibimos terminamos eligiendo. Emmmmmm, se entiende lo que quiero decir? :) Saludo.

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    1. Es una interpretación posible la tuya. Pero esos principios (orden/desorden) los llevamos dentro siempre. Unos los llamarían contrarios, yo prefiero llamarlos complementarios. A mí me gusta la idea cómplice que se expone ahí: orden en cuanto a razonar, desorden en lo que toca a crear, pero la separación nunca e stajante ni tan enfrentada como pudiera parecer. ¿O sí?

      Gracias, Sandra. Salud siempre.

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  2. Qué bueno razonamiento hermano. "Orden en cuanto a razonar y desorden en lo que toca a crear". Clarividente, porque efectivamente los opuestos se complementan, pero solo a través de la virtud porque a nivel primario, simplista, se "contraponen". También ocurre en el interior de cada cual. Si se complementan reciben el nombre de riqueza interior, y se puede compartir porque no se agota una vez reconocida.

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    1. Bueno, y qué más da. No creo de todos modos que el enfrentamiento sea entre Razón e Imaginación. El choque es el de siempre, el histórico, el de la alianza razón y creación contra el oscurantismo. Y del oscurantismo...ya conocemos sus abundantes formas, algunas de rancia solera y prepotente dominio, por mucho que algunos crean que han perdido fuelle. Ojo avizor.

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