miércoles, 4 de marzo de 2015

Post scriptum: la pícara





















¿Cómo te ves muriendo? Así me ha asaltado esta tarde tu discípula Irana, con una mirada burlona que ya traía antes de la pregunta y que se ha prolongado tras hacerla. Me he dicho: sé cauto, tal vez tras su interés haya trampa. Piensa antes de nada si en lo que pregunta hay ganas de saber o si desea una respuesta que le satisfaga. Irana es muy peculiar en las conversaciones, tal vez malévola. Sobradas muestras ha dado de ello. Yo he callado de momento, pero ella ha insistido. ¿Cómo será que mueres?, y la nueva pregunta me ha parecido todavía más extraña y sinuosa. Si hubiéramos estado solos tal vez yo hubiera reaccionado jocoso, pero la expectación de otros jóvenes que se arremolinaron en torno a nosotros me exigía controlar la situación. Si callaba o si dudaba, se reirían de mí. Si me ponía trágico, dirían que actuaba. Así que decidí cercarla. ¿Acaso pretendes que te describa cómo pudo ser en aquella batalla donde todos estábamos cubiertos de sangre propia y ajena y pocos sobrevivimos? ¿O cómo me afectaban aquellas fiebres, producidas por unas bubas traicioneras, que creí que me sacan de este mundo? ¿Debo relatarte cómo una vez un corte de digestión mientras nadaba estuvo a punto de hacerme perecer entre el oleaje? Después de tantos avatares, ¿crees, Irana, que aún debo imaginarme a mí mismo en la circunstancia final? Pero ella se revolvió. Oh, no, no te he preguntado por ningún final, sino por una muerte pasajera. Entonces, por la mirada pícara de los otros muchachos caí en la cuenta de que me sometían a una prueba retorcida para procurarse diversión. Incluso una muerte pasajera, Irana, también es catártica, dije, y probablemente fatal. Pero si tanta curiosidad tienes en conocer los detalles, mira, la caída de la tarde está próxima y la oscuridad depara con frecuencia riesgos consentidos.

Aunque la chanza acabó en risas por parte de todos, Safo, el semblante de Irana no era el mismo. No sé si no me la habrá guardado para otra ocasión.

 

(Fotografía de Alexander Grinberg)


4 comentarios:

  1. Qué difícil de responder esa pregunta ¿no? y qué difícil de escuchar esa respuesta, sin duda.
    Besanises, Fackel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La dificultad puede residir en la imaginación...o acaso en otras pasiones...Gracias, Sara.

      Eliminar
  2. Ufffffff.....
    simplemente intentaría a.... atreverme a idealizar el momento.
    Ojalá pudiera ser a la carta.
    saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo idealizado se vive, si se sublima y alimenta, ¿no se justifica por sí mismo? Saludos.

      Eliminar