jueves, 1 de enero de 2015

Post scriptum: ardides















La frondosidad de las higueras que hay en tu finca es cómplice de los amantes. También una trampa para los incautos. No sé cómo Irana me sorprendió y yo me dejé aturdir. Se desciñó el peplos con morosidad, sin dejar de observar mi actitud. Luego me arrastró bajo el ramaje frutal. Al tomar mis manos me alarmé por lo descarada y oferente que se me brindaba. Su piel rosácea ardía. Yo confuso y ella apetecible, lo reconozco. Te juro, Safo, que no era mi intención ceder a sus tretas. Hubiera resistido aquel susurrar ahogado e incluso el aroma inconfundible de hembra en celo que exhalaba. Pero el sol era extremadamente oneroso y el viento permanecía ausente. Fue tan oportuno el repentino chaparrón de estío que ambos corrimos a guarecernos, azorados tal vez por cómo se había desatado nuestra tormenta interior. Cuando cesó el nublado el suelo incombustible de las higueras parecía un hogar. 



(Fotografía de Ferdinando Scianna)


8 comentarios:

  1. "...parecía un hogar". (he ahí la amarga clave)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las claves se multiplican en las vidas de los hombres. Cuando creen avanzar retroceden buscando los significados perdidos.

      Eliminar
  2. Ardides, je,je, siempre se asocian a la feminidad, pero que injusto, los hombres son capaces de generar ardides supremos, y como no es algo previsible, pasan muy desapercibidos.

    En cualquier caso, la disculpa del ardid me saca una sonrisa, pues pienso que pica el que lo desea y no hay ardid que valga si uno no esta por la labor.

    Feliz 2015 Fackel!! te deseo un año con mucha felicidad por delante, siempre habrá algún sinsabor, pero ojalá una sonrisa asome a tus labios a diario, con eso ya será un año memorable. Bsosss!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida tras tanto tiempo de no saber de ti. Por supuesto que también los hombres pueden tejer y tejen ardides, pero en la historia no venía a cuento. Naturalmente que hay un tipo de ardides (tal los amorosos) que poseen mucho de juego y los jugadores saben o intuyen al menos a qué se exponen. No en balde la poesía de Safo y sus discípulos/as constituye un juego de abstracción donde no hay que interpretar las relaciones en una dirección unilateral y menos en el sentido de nuestra visión actual.

      Se agradece mucho tus grandes deseos para 2015. Porque grande es que uno pueda sonreír siquiera una vez al día, en tiempos en que se congelan las sonrisas. Un abrazo, Ana.

      Eliminar
  3. Normal, la vida se perpetua en caliente a través de imperfectas máscaras a su servicio para luego destruirlas y seguir pisando cultura y subterfugios diversos. Nuestra cultura dispone de un símbolo ad hoc, convenientemente mal interpretado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las máscaras conjuran y exorcizan, un recurso ancestral puesto en vigor en nuestra vida cotidiana, ¿no lo ves por doquier?

      Eliminar
  4. Dos tormentas en perfecta sintonia. Creo que no se puede pedir más.
    Un hogar nunca es un lugar físico, es un estado de nuestra mente que sucede en raras ocasiones. A veces creo que vivimos todos en un piso piloto.

    Que sigas con bien en 2015.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, aunque los humanos tratan de que el espacio mental y otro más amplio o más ubicado físicamente coincidan. Me quedo no obstante con salvar el mental. Los hogares físicos, y más si se trasladan al empeño político, por ejemplo, pueden causar no solo insatisfacciones sino estragos. Pero, por lo que se ve, eso es la Historia. O el desarrollo de lo que llamamos Historia.

      Lo del piso piloto me ha gustado: mucho modelito de hogar que luego resulta uniforme y repetitivo. Oh, viva la mente, sin duda.

      Tú también un generoso 2015.

      Eliminar