¿Podrá la dignidad del individuo con el abyecto estado de cosas en que estamos sumergidos? ¿Y si todo consiste en poner en marcha uno, dos, tres o mil gestos de dignidad hasta que se que consiga tumbar a los infames?
Yo aplaudo al músico, no obstante creo -humildemente- que aceptar o no un premio no es cuestión de principios o dignidad. Los principios y la dignidad de Jordi, es la argumentación para no hacerlo, allí está el nudo gordiano que no desata la realidad. Mi respeto solidario con Jordi y con todos los que hacen arte en la España
La dignidad reside en el desafío. Y sus principios imagino que van de no aceptar algo proveniente de quien hace poco por el bienestar colectivo. Los premios suelen darse siempre para algo: para vender (imagen o productos), para prestigiar o para aparentar. No sé, personalmente soy un enemigo de los premios, ya desde la infancia me parecieron un sistema con trampa. Un abrazo.
Yo también soy enemigo de los premios. En una sociedad cuyos miembros supieran reconocerse y respetarse mutuamente, los premios, además de ridículos, serían insultantes. Con su gesto, Jordi Savall contribuye a que esa sociedad pueda existir (plenamente) algún día. Salud!
El mecanismo dual premio/castigo es tan antiguo como la humanidad, probablemente se trata de una etología animal, pre humana, incluso, pero que choca en estos tiempos de supuesto avance de la conciencia. Se siguen manipulando ambos conceptos, depende quién sea el objeto de...y quién sea el agente que aplica el premio o castigo y con qué fines lo hace. Se dirá: pero el premio es siempre un estímulo...Yo solo sé cómo afectaba en mi niñez el hecho de que se eligiera a un alumno para premiarle y exaltarle y se diera la espalda a cuarenta o cincuenta más. Tengo la impresión que con el catolicismo y su versión española, trentina a machamartillo, influyeron decisivamente imponiendo sus valores "salvíficos" y ejemplarizantes de los que la hagiografía están llenos. Yo, con que cundieran más casos como el de Savall (ya sé que algunos pensarán que lo hace por otros motivos...) me conformo. Tengo dudas sobre un futuro idealista de la sociedad, pero quién sabe. Un abrazo.
No podía ser de otra manera, es un ejemplo para todos... La inteligencia en bruto. yo también le dedico una entrada en mi blog, me alegra compartir ciertas noticias. Saludos.
Gracias, ya lo he visto, me he alegrado, cuando veo que hay gente que se sensibiliza ante gestos necesarios respiro con mayor libertad. Creamos esa libertad.
Me agrada comprobar que quienes considero buenos amigos míos comparten pensamiento de manera simultanea. Un placer, si. Personalmente me extendería con maliciosos pensamientos al respecto, pero huelga, quien me conozca bien puede que los adivine.
Bueno, matizaría: no solo pensamiento, que para ser amigos no hay que compartir al cien por cien, sino sensibilidades, Dejemos ahora los maliciosos pensamientos, algunos los intuyo, pero en esta actitud concreta me quedo con el gesto del músico. A la gente necia e impresentable hay que soltarles muchos NOOOOOOOOOOO.
Simplemente utilizar nuestras pequeñas posibilidades de información y opinión. Nosotros no nos chupamos el dedo pringado en prácticas corrputas o totalitarias. Abrazo.
El rechazo de Jordi Savall a este premio me parece generoso y solidario, nos está regalando a todos el mejor premio que existe: coherencia y honradez. Algo que se está volviendo tan inusual y conviene recordar. Mi enhorabuena al músico por este espléndido gesto. Saludos
Me parece un gesto de solidaridad, coherencia, muy digno. Renunciar a 30.000 euros no es fácil, pero sorprendentemente para algunos, es una acción necesaria, como dice Savall, es un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas. Es admirable, ver como todavía hay personas leales a sus ideas y principios.
Es una renuncia con contenidos críticos serios. No es ningún advenedizo de la protesta ni de la indignación. En su ámbito sabe de qué manera se da el desprecio de las autoridades. Mira, esta mañana he escuchado en la radio que con los recortes han suprimido Radio Exterior de España que llegaba a pescadores de mares lejanos, cooperantes y oenegés de África...No hay ni interés por la comunicación ni por la cultura. ¿Por qué no suprimen campos de golf de los pudientes y otros derroches, por ejemplo?
Yo aplaudo al músico, no obstante creo -humildemente- que aceptar o no un premio no es cuestión de principios o dignidad.
ResponderEliminarLos principios y la dignidad de Jordi, es la argumentación para no hacerlo, allí está el nudo gordiano que no desata la realidad.
Mi respeto solidario con Jordi y con todos los que hacen arte en la España
La dignidad reside en el desafío. Y sus principios imagino que van de no aceptar algo proveniente de quien hace poco por el bienestar colectivo. Los premios suelen darse siempre para algo: para vender (imagen o productos), para prestigiar o para aparentar. No sé, personalmente soy un enemigo de los premios, ya desde la infancia me parecieron un sistema con trampa. Un abrazo.
EliminarYo también soy enemigo de los premios. En una sociedad cuyos miembros supieran reconocerse y respetarse mutuamente, los premios, además de ridículos, serían insultantes. Con su gesto, Jordi Savall contribuye a que esa sociedad pueda existir (plenamente) algún día.
EliminarSalud!
El mecanismo dual premio/castigo es tan antiguo como la humanidad, probablemente se trata de una etología animal, pre humana, incluso, pero que choca en estos tiempos de supuesto avance de la conciencia. Se siguen manipulando ambos conceptos, depende quién sea el objeto de...y quién sea el agente que aplica el premio o castigo y con qué fines lo hace. Se dirá: pero el premio es siempre un estímulo...Yo solo sé cómo afectaba en mi niñez el hecho de que se eligiera a un alumno para premiarle y exaltarle y se diera la espalda a cuarenta o cincuenta más. Tengo la impresión que con el catolicismo y su versión española, trentina a machamartillo, influyeron decisivamente imponiendo sus valores "salvíficos" y ejemplarizantes de los que la hagiografía están llenos. Yo, con que cundieran más casos como el de Savall (ya sé que algunos pensarán que lo hace por otros motivos...) me conformo. Tengo dudas sobre un futuro idealista de la sociedad, pero quién sabe. Un abrazo.
EliminarNo podía ser de otra manera, es un ejemplo para todos... La inteligencia en bruto.
ResponderEliminaryo también le dedico una entrada en mi blog, me alegra compartir ciertas noticias.
Saludos.
Gracias, ya lo he visto, me he alegrado, cuando veo que hay gente que se sensibiliza ante gestos necesarios respiro con mayor libertad. Creamos esa libertad.
EliminarMe agrada comprobar que quienes considero buenos amigos míos comparten pensamiento de manera simultanea. Un placer, si.
ResponderEliminarPersonalmente me extendería con maliciosos pensamientos al respecto, pero huelga, quien me conozca bien puede que los adivine.
Bueno, matizaría: no solo pensamiento, que para ser amigos no hay que compartir al cien por cien, sino sensibilidades, Dejemos ahora los maliciosos pensamientos, algunos los intuyo, pero en esta actitud concreta me quedo con el gesto del músico. A la gente necia e impresentable hay que soltarles muchos NOOOOOOOOOOO.
EliminarAlgo he apuntado en el blog de Dapp.
ResponderEliminarY bien apuntado, me alegro.
EliminarEn eso, todos y cada uno de quienes pensemos que vale la pena, deberemos comprometernos.
ResponderEliminar=)
Simplemente utilizar nuestras pequeñas posibilidades de información y opinión. Nosotros no nos chupamos el dedo pringado en prácticas corrputas o totalitarias. Abrazo.
EliminarEl rechazo de Jordi Savall a este premio me parece generoso y solidario, nos está regalando a todos el mejor premio que existe: coherencia y honradez. Algo que se está volviendo tan inusual y conviene recordar.
ResponderEliminarMi enhorabuena al músico por este espléndido gesto.
Saludos
Bueno, son gestos que tienen su valor, aunque muchos no secunden comportamientos de esta clase. A la mayoría sigue gustando el caramelo.
EliminarSe agradece tu punto de vista, un abrazo.
Me parece un gesto de solidaridad, coherencia, muy digno. Renunciar a 30.000 euros no es fácil, pero sorprendentemente para algunos, es una acción necesaria, como dice Savall, es un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas. Es admirable, ver como todavía hay personas leales a sus ideas y principios.
ResponderEliminarUn saludo
Marinela
Es una renuncia con contenidos críticos serios. No es ningún advenedizo de la protesta ni de la indignación. En su ámbito sabe de qué manera se da el desprecio de las autoridades. Mira, esta mañana he escuchado en la radio que con los recortes han suprimido Radio Exterior de España que llegaba a pescadores de mares lejanos, cooperantes y oenegés de África...No hay ni interés por la comunicación ni por la cultura. ¿Por qué no suprimen campos de golf de los pudientes y otros derroches, por ejemplo?
EliminarGracias Marinela por comentar.
Encuentro esto:
Eliminarhttp://www.elplural.com/2014/10/25/rtve-deja-sin-la-radio-espanola-a-cooperantes-misioneros-pescadores-emigrantes-y-a-cuba/