miércoles, 10 de septiembre de 2014

A banquero muerto, banquera puesta























Siempre me gustó el cuadro de Marinus van Reymerswale que hay en El Prado titulado El cambista y su mujer. Me era familiar desde mis tiempos de bachillerato. Ilustraba la portada de uno de aquellos libros de cierta asignatura maría que entonces se llamaba Formación del Espíritu Nacional. Una asignatura que aprobábamos fácilmente a poco que dijéramos en los exámenes vaguedades o exaltaciones grotescas sobre el régimen y sus próceres. Era cómico todo aquello. Parecía que lo importante fuera cumplimentar el plan del ministerio y, sobre todo, vender el libro, que ya entonces tenía su buen precio. Del contenido, ni idea, ni me acuerdo. Nadie se leía nada y, aunque lo hubiéramos leído apenas habríamos entendido algo. Ni siquiera el profesorado  -algún militar, algún funcionario del sindicato vertical-  estaba capacitado para comprender el texto y menos para transmitirlo a los alumnos. Así que durante años la imagen de la portada, que se me había quedado amablemente grabada, fue también una incomprensión para mí. ¿Cambistas? ¿Un hombre y una mujer partícipes en un oficio impensable en la España de la dictadura y que, sin embargo, procedía de varios siglos atrás? Claro, se trataba de algún pintor hanseático, representaría una práctica en auge en aquel espacio europeo en que el capitalismo burgués destellaba mientras en la España en la que no se ponía el sol todo era solar de hidalgos, clérigos y monarquía...improductivos y harto inútiles. No, el cambista y su mujer no son simples avaros, cuentan los dineros pero tienen al lado el registro de los que recibían el crédito y seguramente los intereses gravados. Viven bien ambos, pero no me los imagino despilfarradores. Actuaban en el marco circunscrito a su época y, si bien sospecho que ya entonces se las meterían dobladas a los agobiados comerciantes o artesanos que llamaran a sus puertas, quedaban lejos los tiempos en que su profesión iba a convertirse en poder de poderes, trasfondo de trasfondos, negocios obtenidos vaya usted a saber de qué manera y en sangría de desahuciados, por ejemplo. Mientras contemplo la visión general de la evolución de algo que empezó como oficio y hoy no sabría cómo calificarlo, pienso en una menudencia. En que sus negociantes, los mercaderes cambistas de hoy día denominados pomposamente banqueros, también pasan a mejor vida. Como los reyes. Y como solía decirse de los reyes cuando les llegaba el óbito, hay que invocar en este caso aquello de a banquero muerto, banquera puesta. De pintarse el cuadro de nuevo podría ser nombrado a la inversa: la cambista y su marido, porque vivimos tiempos que consideran en cantidad a la mujer, sobre todo si es mujer de posibles y de poderes. Por supuesto, solo hablo del cuadro.


Añadido:

Otra versión de cambistas flamencos, para compensar a Ángeles. Ésta de Quentin Massys, de la Escuela de Amberes. La mujer resulta menos avariciosa, en apariencia, no tiene la mirada tan colgada como en la señora de Marinus; incluso yo diría que le aburre un poco el ejercicio del marido. Éste aparenta un rostro menos siniestro, pero muy seguro de sí mismo. Y es que la monotonía de los dineros y los oros y las platas es como todas las monotonías. Me intriga que la mujer controle con sus dedos las páginas de un libro que no es de cuentas. Incluso me recuerda un Libro de horas, religioso y místico. Y si fuera así ahí ya no hay trío. Hay un señor por un lado y una señora por otro, una especie de divorcio interior, si bien ambos viven de las rentas de su oficio. Como si hubiera también dos intereses o motivaciones u objetivos vitales que no viajan del todo en el mismo carro. Pero puedo estar equivocado, obviamente.


 




14 comentarios:

  1. a lo mejor hay suerte y la hija sale inteligente y habla idiomas.

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    1. No, si yo no dudo de la inteligencia dirigida hacia objetivos determinados de la hija. Todo estará atado y bien atado, supongo, en una instancia superior de dioses como es ese Banco.

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  2. Jajj obsérvese la mano de la mujer.
    Acabar la estupidez de turno con la frase "el hombre es portador de valores eternos" daba para nota entre los que nos examinábamos por libre.
    Luego toda una vida para desmontar semejante falacia tras exigir que nos demostraran lo indemostrable.

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    1. Qué bueno, esa frase era una de muchas de las que escribíamos para dar satisfacción y arrancar un diez, jaj. Mi preferida era aquella de la unidad de destino en lo universal...me sonaba tan sideral...i

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    2. Qué bueno, se ve que desde pequeñito el concepto de"la polis" ya imprimía carácter.
      Jajjj que bueno tambien echarse unas risas a costa de ciertas batallitas.
      Por fin toca, señal que llegamos ..... algunos de aquella manera ....

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    3. La polis forzada condujo al deseo de una polis elegida, aunque la tendencia tenía mucho de canto de sirenas...

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  3. Un abrazo. Me voy con un aprendizaje y encantada con todas tus apreciaciones sociológico-artísticas, con un ojo muy crítico. : )

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    1. Sara, ya sabes que nada de lo humano puede sernos ajeno. Ni de lo divino, aunque el territorio de los dioses nos esté vedado. Pero ya ves, no son inmortales.

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  4. Pues a mi el cuadro siempre me produjo una tremenda desazón, porque sus manos parecen garras de cernícalos, tensas por la codicia y sus miradas al dinero con ojos golosones denotan que su vida se centra en él, No es una pareja, son tres. el dinero y ambos, al igual que en la película Días de vino y rosas que no existía una pareja sino un triángulo en el que se incluía la botella: eran alcohólicos, los personajes del cuadro son moneyholics

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    1. Es que las mujeres de siempre habéis sido más detallistas. Y, en efecto, tal como dices, sugiere situaciones de rapiña, e imagino que el pintor no era nada tonto y ponía su carga observadora y acaso crítica al pintarla de esa guisa. En efecto, es un trío, pero donde la voz cantante la lleva el bien circulante y sin rostro humano. Ese ha sido el espíritu de la banca desde siempre, por más que derechas y socialdemócratas salieran ayer en la tele haciendo elogios del papel de Botín. El irresistible ascenso del Banco y en pocos años hace sospechar mucho de sus prácticas. Claro que a las prácticas, sean del cariz que sean, lo llaman inversiones, estrategia, visión de futuro y hala, a chutar. Se dice que en la historia de esa ascensión hay mucho lado oscuro (el asunto judicial que tuvo es un caso que no podía ocultarse por más tiempo, supongo) Fue el estratega de destrucción de las Cajas de Ahorros con ayuda incluso de cierto gobierno que se decía de izquierdas y de cuyo nombre prefiero no acordarme por vergüenza ajena.

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  5. Ayer lo estuve comentando con mi señora.
    Resulta que el lider está de cuerpo presente. No está enterrado y espera que lo lleven al panteón familiar.
    Mientras, su hija se reúne de urgencia con la cúpula del banco para dar la sensación de que no está desmembranado, esto de haber perdido el 0´5 % del valor de las acciones puede más que que el estar reunido con su padre de "corpore insepulto".
    Esto de la pasta no tiene corazón...nunca mejor visto.
    Salut

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    1. Las familias oligárquicas no creen en otro valor que no sea el beneficio, Miquel. Lo demás es accesorio o de ver la película desde el sofá. Les importa un pito los cuerpos presentes porque su objetivo es que las arcas no estén ausentes. Pero su visión sobre su sentido de la vida me importa un pito. Lo que me preocupa es su papel oligárquico, de influencia como suprapoder, de diseño de nuestras existencias al gusto de sus objetivos financieros. Aquí y en cualquier parte del mundo. Pero mira, el corazón fisiológico se siente a veces dispuesto a ser más valeroso que el falso corazón y emprende la retirada.

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  6. He visto un camello que berrea y patalea atrancado en el ojo de la aguja

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    1. O sea, ¿qué no entra en el reino de los cielos? ¡Pero si también se compra y se vende!

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